Communards

102 REPERTORIO AMERICANO que según ellos vos habéis cantado para el indio de América: Que he de dormirme en ella los hombres no supieron, y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una dulcedumbre de madre para el hijo dormido, y la tierra ha de hacerse suavidades al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosos, y en la azulada y leve polvoreda de luna, los despojos livianos irán quedando presos.
Me alejaré cantando mis venganzas Thermosas. Porque a ese hondón recóndito la mano de ninguno bajará a dispuñar tu puñado de huesos!
ca convertido hoy en un valle de lágri.
mas. tal vez, Gabriela, os habla un llanero. Sabéis lo que significa para Colombia un llanero. Lo que el gaucho para Argentina. La imagen del desierto en que vive.
y su lucha eterna contra una naturaleza feroz y grandiosa ha dicho Vergara y Vergara. han creado en aquella población un carácter originalísimo.
El llanero es el único pueblo entre nos otros agregó el distinguido escritor que tiene su poesía especial que nunca aban.
dona. Cuatro veces ha salido el llanero a las ciudades a defender las leyes. En to das ha vuelto alborozado a sus pampas.
Aunque el autor de Las Tres Tazas se refería a su época, podéis estar segura, Ga.
briela, que el llanero de hoy, a pesar de las vías de comunicación con que cuenta la más grande extensión de tierra que pue da tener otra región de Colombia, el llane ro sigue alucinado en sus pampas, sus ca ballos y su poesía. su galerón!
Ese campesino que os habla a través de mi mensaje, ese campesino sano material y moralmente, por el solo hecho de haber se convertido en barrera, para impedir el paso a la turba del gobierno, ha sido de.
nigrado con el nombre de bandolero. Bandoleros los llaneros. Qué blasfemia!
Vos, que habéis dicho en exquisita pro.
sa: Habla a tus hermanos en la penumbra de la tarde. Tenéis la palabra, Gabriela!
Respetuosamente, Eneida RESTREPO.
Los campesinos de Colombia hoy en éxodo os invocan a diario, Gabriela!
La lección perdurable Arbol hermano, que clavado por garfios pardos en el suelo, la clara frente has elevado en una intensa sed de cielo: hazme piadoso hacia le escoria de cuyos limos me mantengo, sin que se duerma la memoria del paíz azul de donde vengo.
Arbol que anuncias al viandante la suavidad de tu presencia: haz que revele mi presencia, en la pradera de la vida, mi suave y cálida influencia sobre las almas ejercida.
Arbol diez veces productor: el de la poma sonrosada, el del madero constructor, el de la brisa perfumada, el de las gomas suavizantes y las resinas milagrosas plenos de tirsos agobiantes y de gargantas melodiosas: hazme en el dar opulento. Para igualai en lo fecundo, el corazón y el pensamiento se me hagan vastos como el mundo. Es copia de una carta inédita al señor García Monge, de noviembre 17 de 1930. Mi querido Jota: Cuidadosamente he considerado el principal contenido de su carta incluída en el folleto de Ricardo. Mis palabras no son, pues, una improvisación, sino el resultado de una experiencia bien digerida aunada a un ferviente deseo de éxito para ustea y bien para su país y sú nombre.
Su deber es aceptar la diputación si se la ponen en las manos. Pero debe tener entendido que ella es la antesala de otros cargos públicos en serie y carrera, llena de provecho y de honor o la capilla donde us ted verá morir no ya sólo la quietud de su vida de estudio, sino las cosas que usted más ama.
De allí que me apresure a decirle: Vaya con la firme, inquebrantable resolución de no entrar en camarillas de ninguna clase, de no comprometer su voto anticipadamente, rechazando franca, lealmente toda ten.
tativa para ponerle en línea en favor o en contra de un proyecto, cualquiera que el sea. Aunque un estudio detenido lo lleve a pensar que el proyecto es malo, no se comprometa a votar en contra de él. Coopere con su palabra y su voto, pero que nadie tenga el derecho a decir que lleva su firma en el bolsillo. Así es como los bastardos del alma hacen oscuras negociaciones. Sea su empeño hacer luz en las cuestiones de interés nacional. No olvide un instante que la Cámara es una alta tri.
buna de educación popular. Cuando hable que sea para educar y como si usted no se diese cuenta de ello para que le llamen magister y profesor. Cuando vote que no sea para complacer a su colega Alfa o Beta, sino para resolver cuestiones de su patria.
En la Cámara suelen los hombres empe.
queñecerse precisamente porque pierden de vista el horizonte de su patria para mi.
rar el pequeño círculo de complacencias del momento. Economice trescientos dólares y hágales tabú para lo que no sea el viaje de destierro en cualquier momento.
Eso le dará la seguridad de una absoluta independencia política. No sea soldado ni líder. De esa suerte el país tendrá confianza plena en usted. Los soldados ajenos mi.
rarán su actitud y buscarán su enseñanza.
Los líderes, viento esto, le guardarán toda clase de consideraciones. Buscarán su alianza. Encontrándole inflexible en su resolución de no atarse a nada le desdeñarán si pueden, pero lo probable es que le teman y lo dejen tranquilo. Informaciones graves no las reciba verbalmente para hacer uso de ellas. Guardese de los malvados que suelen emplear esos medios. Que le escriban sobre su firma lo que denuncian.
Repase las figuras de algunos diputados de otras épocas, de quienes usted hubiera esperado algo. Nada hicieron porque se anularon a fuerza de compromisos dentro de la Cámara. Los compromisos de fuera de la Cámara hacen enemistades. Siempre hay intereses contrarios. Inaugure la costumbre de los memoranda: toda comisión de pueblos o todo negocio más o menos privada que quieran encomendarle debe dejársele escrito, para su archivo que deberá ser su resguardo siempre. Guardese de los que se hacen encontradizos y le hablan como por acaso del asunto que más les interesa. No haga uso jamás de esas informaciones así recibidas: suelen estar emponzoñadas.
Todo esto lo sabe usted tan bien como yo. Pero es acto de amor fraternal recordárselo. No cumpliría yo mi deber si me callase.
Con recuerdos de todos para todos, suyo como siempre.
Arbol que no eres otra cosa que la dulce entraña de mujer, pues cada rama mece airosa en cada leve nido, un ser. Dame un follaje vasto y denso, tanto como han de precisar los que en el bosque humano inmensoramas no hallarán para hogar!
Los campesinos de Colombia, perseguidos hoy día, exclaman. Hosihanna, Gabriela!
Ya veis, Gabriela. cómo el campesino de Colombia se hace presente. Cuál será el que se dirige a la Santa Hortelana. Será acaso el de la montaña antioqueña, de quien Isaacs dijera en su inmortal Canto a la Tierra de Córdoba: Agencia del Repertorio Americano en Guatemala, LIBRERIA MINERVA 5º Avenida Sur NO 29 tus colonos van de cumbre en cumbre al Septentrión y al Sur, Segando vastas selvas ba dosel de nubes; vigor es su derecho, y su alma la seguir.
STECHERT HAFNER, Inc.
Books and Periodicals 31 East 10th Str. New York 3, Con esta Agencia puede Ud.
conseguir una suscrición al Repertorio Americano ¿O será algún santandereano? Quizá del Rosario. Tierra de Blasones. Salazar de las Palmas, Ocaña, Charalá ¡la Tierra de los Comuneros, cuna de José Antonio Ga.
lán y de Antonia Santos!
De Boyacá. ah! de este Valle del CauR. BRENES MESEN.
Evanston, Ill. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica