Communism

REPERTORIO AMERICANO La palabra maldita Por Gabriela MISTRAL (En Rep. Amer. Después de la carnicería del año 14, la electoral doblado por la miseria. Pero no se palabra paz saltaba de las bocas con un go. debe escribir sobre la paz: la palabra es corta zo casi eufórico: se había ido del aire el olor pero fulmina o tira de bruces, y hay que apar.
más nauseabundo que se conozca: el de la san tarse del tema vedado como del corto circuito gre, sea ella de vacunos, sea de insecto pisotea eléctrico.
do o sea la llamada noble sangre del hombre. otra carta aún dice: No tengo ganas de escribir de nada. La paz del mundo era la La humanidad es una gran amnésica y ya niña de mis ojos. Ahora es la guerra el único olvido eso, aunque los muertos cubran hectá.
suelo que nos consienten abonar. Ella es, adereas en el sobrehaz de la desgraciada Europa, más, el santo y señal del patriotismo. Pero la que ha dado casi todo y va en camino, si no se apure usted; lo único que quiere el llano de renegar, de comprometer cuanto dió.
mado pueblo bruto es que lo dejen trabajar No se trabaja y crea sino en la paz; es una en paz para la mujer y los hijos. Tienen ojos verdad de Perogrullo, pero que se desvanece y ven, los pobres. Sólo que de nada les sirve apenas la tierra pardea de uniformes y hiede a el ojo claro que les está naciendo y hay que químicas infernales.
oirlos cuando los radios buscan calentar su Cuatro cartas llegaron este mes diciendo sangre para llevarlos hacia el matadero fenocasi lo mismo: menal.
La primera: Gabriela, me ha hecho esta última carta: Desgraciados los mucho daño un sólo artículo, uno solo, que que todavía quieren hablar y escribir de eso.
escribí sobre la paz. Cobré en momentos ca. Cuídense del mote que cualquier día cae en ra sospechosa de agente a sueldo, de hombre cima de ustedes. Es un mote que si no mata alquilado.
estropea la reputación del llenador de cuartiLe contesto: llas y a lo menos marca a fuego. su amigo Yo me conozco ya, amigo mío, eso de ya lo miran con ojo bizco. como diría usla echada. Yo también la he sufrido después ted.
de reinte años de escribir en un diario, y de La palabra paz es vocablo maldito. Us.
haber escrito allí por mantener la cuerdecilla ted se acordará de aquello de Mi paz os dede la voz que nos une con la tierra en que jo, mi paz os doy. Pero no está de moda Je.
nacimos y que es el segundo cordón umbilical sucristo, ya no se lleva. Usted puede llorar.
que nos ata a la Madre. Lo que hacen es crear Usted es mujer. Yo no lloro; tengo una vermudos y por allí desesperados. Una empresa güenza que me quema la cara. Hemos tenido subterránea de sofocación trabaja día a día. una Sociedad de las Naciones y después no sólo el periodista honrado debe comerse su uzas Naciones Unidas para acabar en esta lengua delatora o consejera; también el que quiebra del hombre.
hace libros ha de tirarlos en un rincón como ¿Querrán esos, cerrándonos diarios y re.
un objeto vergonzoso si es que el libro no es vistas, que hablemos como sonámbulos en los de mera entretención para los que se aburren. rincones o las esquinas? Yo suelo sorprender si él se enfrenta a la carnicería fabulosa del me diciendo como un desvariado el dato con Noreste.
seis cifras de los muertos.
Otra carta más: Ahora hay un tema (Ninguno de mis cuatro corresponsales es maldito, señora, es el de la paz. Puede escri.
comunista. birse sobre cualquier asunto vergonzoso: de.
fender el agio, los toros, la fiesta brava que nos exportó la Madre España, y el mercado Yo tengo poco que agregar a esto. Mandarlo en un Recado. eso sí. Está muy bien di cho todo lo anterior; se trata de hombres cul.
tos de clase media y estas palabras que no llevan el sesgo de las opiniones acomodaticias o ladinas, estas palabras que arden, son las que comienzan a volar sobre nuestra América. Basta. decimos. basta de carnicería!
Lúcidos están muchos en el Uruguay fiel, en el Chile realista, en la Costa Rica donde mucho se lee. El error se va volviendo ei horror.
Hay palabras que, sofocadas, hablan más, precisamente por el sofoco y el exilio y la de Paz está saltando hasta de las gentes sordas o distraídas. Porque, al fin y al cabo, los cris: tianos extraviados de todas las ramas, desde la católica hasta la cuáquera, tienen que acor darse de pronto, como los desvariados, de quc la palabra más insistente en los Evangelios es ella precisamente, este vocablo tachado en los periódicos, este vocablo metido en un rincón.
este monosílabo que nos está vedado como si fuera una palabrota obscena. Es la palabra por excelencia la que, repetida hace presen cia en las Escrituras secras como una obsesión.
Hay que seguir voceándola día a día, para que algo del encargo divino flote aunque sea como un pobre corcho sobre la paganía reinante.
Tengan ustedes coraje, amigos míos. El pacifismo no es la jalea dulzona que algunos creen: el coraje lo pone en nosotros una convicción impetuosa que no puede quedarsenos estática. Digámosla cada día en donde estemos, por donde vayamos, hasta que tome cuerpo y cree una militancia de la paz la cual llene el aire denso y sucio y vaya purificándolo.
Sigan ustedes nombrándola contra viento y marea, aunque se queden unos tres años sin amigos. El repudio es duro, la soledad suele producir algo así como el zumbido de oídos que se siente en bajando a las grutas. o a las catacumbas. No importa, amigos: hay que seguir!
Veracruz, México. Noviembre, de 1950. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptoriunt de la Universidad Nacional, Costa Rica