Violence

108 REPERTORIO AMERICANO En la superficie plana. concepto abs ve, en virtud de la redondez terrestre, tracto, la recta es el camino más corto. no es una recta, sino una curva; y ni siPero en la superficie de curvatura va quiera la curva trazada hacia el Oeste riable. lo único que el fenómeno natu directamente sobre un paralelo, sino una ral nos ofrece hay que abandonar la curva algo torcida hacia el Noroeste.
recta, que ha perdido todas sus propie Después de todo, la geodésica no es dades, y hay que optar por la geodési más que el misterioso intervalo de ca. que viene a heredarla y a ser el caEinstein único dato rigido en este su mino más corto.
universo elástico. y la recta sólo vieTodo punto material en libertad cami ne a ser un caso privilegiado de la geona siempre, en el universo, por el atajo désica, un caso protegido, un producto de la geodésica, conforme al principio aséptico.
de economía, de Fermat, tan válido en México, Julio de 1939.
fisica como en biología y psicologia. Los Cien Amigos Mayo de 1954 todos los marinos saben que, entre Lis. No he oído decir que el mismo intervalo se ha rendido, último reducto de la geometria boa y Nueva York, la senda más bre clásica? 1940.
LA EPIDEMIA DEL. Viene de la pág. final, la 112)
degeneran en abyectas regresiones de la ideales que la alientan, las religiones que humanidad. entonces, en vez de as las estimulan, se convierten en una abeceder ésta hacia una vida más noble, rración y en un crimen. Que sólo la pieretrocede a las etapas ya superadas del dad, y la dulzura, y el amor son verda.
hambre, la violencia y el crimen, hijos deros testimonios de que el hombre podel miedo y del odio ancestrales.
see una buena doctrina, milita en un noCuando en el alma humana sube la ble ideal o cultiva una religión verdamarea de la violencia, de la crueldad del dera.
odio, las doctrinas que la fomentan, los París, enero 1955.
Canto al Maestro Rural Por JESUALDO, educador uruguayo TE VI. Me dijiste ayer que vendrías a verme. Por qué faltaste? la respuesta. Porque falté.
Como en el ejército chino la altura de clavícula es un dato esencial, y el sol dado está completo sin la cabeza. un hombre que había servido en las filas no podía convencerse de que su talla fuera otra que la medida de los hombros abajo. Un labriego que vivía a 45 li de la ciudad, pretendía habitar a una distancia no menor de 90 li. porque para él todo viaje tenía que ser un viaje redondo, de ida y vuelta.
Puede asegurarse que hay intuiciones de metageometría en estas posibles inexactitudes. Una de las rutas mandarinas más importante era computada en 193 li de Norte a Sur, y en sólo 190 de Sur a Norte, porque en un sentido se andaba cuesta arriba, y cuesta abajo en el otro. De suerte que la dificultad y el esfuerzo alteran el concepto de la pura y simple dimensión.
Aqui no hay Euclides que valga. Aquí el continuo espacio tiempo, novedad de nuestra geometría einsteiniana, se siente y se respira en el aire. Aquí da ya el caso que preveia el poeta Maeterlinck. incorregible aficionado a la cienciaCuando aseguraba que la cuarta dimensión ronda ya la sensibilidad de los hombres, se insinúa en ella poco a poco, y un día acabará por parecer evidente. Qué lejos estamos del modo de pensar que hasta hoy se ha considerado propio del Occidente! Góngora en cuyo sistema poético hay una contextura matemática que está todavia por estudiar, una cierta facilidad para el logogrifo aritmético y para ese malabarismo algebraico que se llama sustitución de incógnitas. pone así la corona a Euclides: Desde Sansueña a París, dijo un medidor de tierras que no había un paso más que de Paris a Sansueña.
Quiere decir, conforme a la geometria de ayer y reduciendo caso a su última instancia, que entre dos puntos determisados sólo se puede trazar una recta, y que la recta es el camino más corto entre dos puntos.
Pero he aqui que en la naturaleza las cosas se dan en especie más complicada; he aquí que hoy la física o la filosofia natural. ha llegado a la conclusión de que la geometria euclidiana sólo es definible prácticamente hasta donde lo era la noción de la tierra plana de los antiguos: porque sirve y basta para las pequeñas cosas diarias, porque basta yi sirve para andar por casa.
Nadie me diga que no estás siempre presente, o que oculto vives, o que ignoras un solo paralelo hacia la soledad.
Nadie. Te vi desde un rasgado mediodía del trópico hasta el inmenso páramo polar en donde la noche empieza abismo adentro: enterrado en la nieve en el boscoso Canadá; con anteojos de mirada azul, y cabello lino, curtido el rostro joven en aquellas little school del lejano Far West, te ví; y en toda la arrugada geografia azteca eras el guía, el conductor: transformador de tierras infecundas en cosecha abundante, amo del saber, qué poco era, y era todo, iy cuánto era!
Paisano de los yaquis y los tarahuamaras, zapoteco en el Istmo, otomí en el Mezquital te vi. eras la luz, de noche; y en el dia, bajo tu sol, la detenida grey oscura recomenzaba a andar. en la erizada espina dorsal de esa América Central, esquilmada y presa, aherrojada en las tantas islas penal, eras el indio austero en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Salvador; eras la voz más fina en Costa Rica; eras el negro libertado del dogal, en Cuba; y a medio libertar en Panamá, en Haiti, en el Caribe entero, eras quien abría los brazos y abarcaba de mar a mar.
Te vi llanero en Venezuela y en Colombia; montuvano en Ecuador; inca meditabundo en Perú, como aquel amigo Cajahuaringa Inga, de Huarachiri; mistico en el Warisata del altiplano; pudriéndote en la cárcel, en el Paraguay; ejercicio ceñido y universal, en Chile, desde las salitreras hasta el collar de las islas autral; alta palabra, solidario, en toda esa Argentina del interior; duro en la Patagonia, brazo de ejecución y melodía de vientos sin cadenas; y aquí mismo te vi, empalando tu idea, en el linde de un sueño y una espera, clamante y trémulo, ahogado, y con el rostro oscuro de llevar como dormida, una antigua razón. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica