REPERTORIO AMERICANO 201 a El Judas de Lanza del Vasto gos e intuiciones.
Me parece imposible entrar de manera más sutil y perPor Ricardo BLASCO fecta en los recovecos y desvíos de la (Colaboración para el Rep. Amer. desgracia y mostrarnos un Judas más verosímil y más humano, que hace menBernard Grasset publicó este libro en ARico tir a las mismas verdades y que lleva la 1936. Su autor era un desconocido y 101 sofisticación espiritual hasta el asombroella su primer obra. Un nombre exso grado de sabiduría al revés. Su seutraño (quizá un seudónimo. rubricadodescubrimiento de la Trinidad y, ba el título en la portada: Lanza del continuación, la escena de los Apóstoles Vasto. No se le prestó mucha atención.
nos parece una obra maestra. Lanza Nada se sabia acerca del autor y, como del Vasto agradeció aquella carta cor es natural, 106 críticos sólo tienen tiemotra fechada el inmediato de mayo en po de ocuparse de los libros que vienen Los Meteoros, viejos monasterios de Teprecedidos de propaganda, o que han sisalia: Le agradezco lo que dice de Judo escritos por personas notorias. Quién das. Como podía esperarse, usted lo era aquel Lanza de Vasto? Unos, le haha visto. Sus buenas palabras me alicían en la India. Otros, en el Lacio.
vian de ciertos escrúpulos y de una creQuién afirmaba que era un monje siciciente angustia, que proceden de las liano. Alguno, que presumía de enteracartas recibidas o de las gentes que he do, aseguraba que un francés extravaencontrado en las ciudades, quienes, hagante dedicado al vagabundaje ascético biendo leído mi libro, me lo elogiaban.
por tierras lejanas y desérticas. Incluso el libro por el que me elogiaban, no era posible que interviniese un contraera el mío. suscribían más de lo razo.
dictor, enseñando una espístola escrita Retariko nable todo lo que contiene, tomaban en rara caligrafía, firmada con aquel partido, extraían conclusiones, o bien se nombre sorprendente que era ciertoquedaban turbados, con la boca abierta o y fechada. en Versalles, un año anllena de preguntas. De modo que, lejos Lanza del Vasto tes. Cómo conciliar estas noticias. de haber operado en muchos la purifipronto cedió la curiosidad. Los preguncación de que usted me habla, me acuso tones se ocuparon de otros temas. Nue.
das a un filósofo católico que, a la par, de haber removido la malicia de unos, vos libros vinieron a apremiar a los críes uno de los más acreditados escrito envenenado la simplicidad de otros.
ticos. aquel Judas récit biblique. res actuales: Jacques Maritain. Lenta. Conmovedora sinceridad, impar modesdurmió un lánguido y prolongado sue pausadamente, el libro comenzó su ca tia. Lanza del Vasto no es el escritor ño en los anaqueles de las librerías. mino. Maritain respondía a Lanza, el pagado de su vanidad, que escribe para La historia es común a muchos libros 24 de abril de 1939, desde Meudon, tras cobrar el tributo de una popularidad o y a muchos autores. Sin embargo, en excusarse por la tardanza: Mi mujer y el incienso de un halago; es el hombre este caso, el libro tenia una vitalidad yo hemos leído este Judas con rara espiritual que se desnuda para sus semesingular, superior a la efímera de tantos admiración. cada instante, gorprenden jantes, en acto de pura entrega humiltítulos anodinos. Su autor remitió Ju los más ingeniosos y profundos hallaz de.
comparándolos con el otro libro anterior Y, finalmente: El libro de Ricardo Blasco está divi Silencio de unos labios. Más acendradido en cinco partes, cada una de las cuada expresión la que se utiliza en Noc Pálida aparición, sombra de un sueño, les origina su propio ciclo. En la priturnas. libro en el cual un cierto meloacaso augurio de mi muerte, acércate.
mera, el poeta se halla sólo y sin amor: Háblame, ven, aunque no aplaques nunca drama de sentimiento, unas desorbitamis soledades. Dime, di. quién eres?
la luna y la noche le acogen en su reino.
das interrogaciones se contienen y repriLa segunda es un puerto tranquilo hacia men con intensidad y rigor. Por ejemHe aquí algunos rasgos de la poética el pasado: plo, he aquí el comienzo del poema que de Ricardo Blasco, dichos por él mismo: titula Vision. Ve, muere allí, al fin de la llanura. Sólo puedo escribir versos declara el donde la noche baja en funerales, poeta a petición urgente de una carga Háblame tú, la siempre misteriosa, Sólo interior que pugna por liberarse.
negras escalas, a pisar la tierra.
la eterna muda. Dí. quién eres?
Abra tu mano la escondida estancia ¿De qué temor naciste. En qué ignorada cuando la vida me ha ido cargando de del olvido, y penetra. Sí, sucumbe, mansión oscura te engendró la noche? accidentes, de sucesos, con su insensible sucumbe ya. Qué lejos han quedado ¿De qué secreta seda es ese manto gramo diario de sufrimiento o de alegría, que con su sombra tu figura cubre?
aves, brisas, hermanas de la aurora!
veo nacer, salir el poema. Ocasión excepcional, esporádica. Acto intuitivo. La tercera parte nos da cuatro soneY más adelante, en este mismo poema, natural, necesario. La poesía es un ac tos inmersos en el más puro romanticis.
se añade: cidente fortuito, pero también una nece mo: dolientes y desengañados. La cuarsidad de la existencia. añade: Por ta, contiene Tres sonetos a la creación. Los sombríos ramajes se estremecen eso la poesía está hecha de espontanei en los que Ricardo Blasco pretende real pasar tú. Brilla apartada y sola una estrella en el cielo. Entre tus manos dad y de experiencia, y es el más fructuc velar el misterio de la Creación y el de hay una flor que luce extrañamente so de los ejercicios espirituales, aunque su propia creación poética: su púrpura encendida, su misterio.
también el más arriesgado. Sigue a la vuelta. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica