Repertorio Americano CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Vol. XLIX San José, Costa Rica 1955 Julio y Agosto NO Año 34. NO 1168 En el nido de cisnes Egregio paisajista, describe inimitablemente a su país de largos inviernos Notas de viaje en El Hombre de las Nieves. es Colaboración de HAYA DE LA TORRE vez, que en especial peregrinaje a Odense, la ciudad natal del autor, he miracto Cuando durante la niñez tuve la guia desde el tren el lujoso escenario estiva paterna en los primeros pasos por el cade las apenas onduladas planicies dancmino difícil hacia los libros, solía oír a cas, hube de recordar y de releer menudo este consejo: Hay que leer coaquel cuadro luminoso con el cual ado! mo quien se alimenta, comenzando por na el conocido cuento de El Patito lo que mejor nutre y no por las golosiFeo. nas. Pero también se me advertía que el El campo estaba hecho una deliestímulo de la imaginación bien conducicia. Era verano. Las espigas del tui.
da es fundamental abono para el cultivo go ostentaban su color dorado con de la inteligencia, y que además del trastando con el verde de la avena.
aprendizaje de las matemáticas puestas Los rimeros de heno recién segados en términos amables y referidas siempre se alzaban sobre la llanura de les principios de la bella geometria era deprados. por ellos paseaban las cibido leer cuentos maravillosos, amén de güeñas con sus largas patas rojas.
relatos de aventurados viajes, y aprermientras barbullaban egipcio, le.
der idiomas.
guaje que habían aprendido de sus cuando la perspicaz vigilancia que madres. Entre sembrios y prados se así me encaminaba creyó descubrirme u divisaban grandes bosques, con (11poco reacio para el estudio del inglés.
ya espesura alternaban anchos y pues recurrió, con muy buen acuerdo, al Hans Cristian Andersen profundos lagos. Verdaderamente señuelo de traducir oralmente los Fairy el campo estaba hecho una delicia. Tales de Hans Christian Andersen; que en los brillantes ensueños, sino que tierEn Odense nació y vivió hasta la moriendo así demostrar que muchas cosas ta y conmueve al sentimiento. Pareja cedad Hans Christian Andersen. aqui hermosas y de atracción para los niños, mente, depara atisbos de lo que puede está su casa convertida en museo. En quedan sin ser trasladadas al castellan, llamarse una pristina filosofía de la viella se han allegado incontables recuero son mal vertidas.
da. Quién que los haya leído podrá oldos personales de este ilustre célibe, cuY de tal manera, encandilado por los vidar aquellos cuentos que en castel! 2ya memoria se remoza siempre en la resplandores de la fantasía, conocí desno se designan como La Reina de las fantasia de todos los niños que han Nieves. El Patito Feo. La Niña de de pequeño la literatura de aquel eg caprendido a leer en el mundo. El museo gio creador danés. Acaso por él, y ya en Cos Fósforos. Los Once Cisnes. o contiene gran parte de la nutrida bibliola adolescencia por una novela del no La Pequena Sirena perpetuada en el teca de Andersen, y en ésta hay bello bronce que salpican de espuma ia ruego Boyer, me hayan atraído siemp e sección en la cual se comprueba que sus los lejanos países escandinavos. Sin qe olas del puerto de Copenhague?
cuentos han sido traducidos a todas las olvide ya influyentes más tarde Las elementales reflexiones que un nilenguas y a todos los dialectos conoci.
aquellas otras alucinaciones nórdicas de ño puede hacerse de la muerte, coir dos. Por ello el critico literario Erik Cervantes en Los Trabajos de Persiles y eventual compensación de los infortDial ha titulado su reseña bibliográfica Sigismunda. su libro postrero; del cual nios de la vida, aparecen en La Histo de la ingente obra de este autor univeradelantadamente escribió en uno de los ria de una Madre que ha hecho salt. ir sal con un epigrafe sin hiperbole: Hans prólogos del Quijote que ha de ser o más de una lágrima infantil. El AleChristian Andersen en ocherita idiomas.
el más malo o el mejor que en nuestra to. o El Ultimo Sueño de una Viein Hombres, mujeres, adultos menores, lengua se haya compuesto.
Encina. comienzan a decir mucho acer turistas, foráneos, y visitantes de toda Andersen marca un paso adelante so ca de lo fútil de las ambiciones huma la región nórdica que traen desde icbre aquellas primerizas leyendas infar. nas. En los cuentos de Andersen hablaa jos a sus escuelas en grupos discurren les con que nos embebemos de ilusión: el viento, los lagos, las flores y las ar por la casa y adquieren lo que pueden Blanca Nieves. La Cenicienta. La vejas. Pero en cada relato. tal lo ha pagar: Libros, retratos, láminas, tarjeBella Durmiente en el Bosque. a la: dicho bellamente uno de sus mejores cri tas postales u otros objetos de recuerdo.
alacres historietas de Perrault, como ticos compatricios. Andersen ha ver En cada visitante, de seguro, como en Pulgarcito y El Gato con Botas. Lo tido una gota de sangre de su propio mí, refluyen felices. reminiscencias de quimérico de Andersen no sólo navega corazón.
sina infancia más o menos lejana. Genc Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica