Imperialism

88 REPERTORIO AMERICANO Actualidad de Don Quijote 1950 Acaba de publicarse en los Estados Unidos una nueva traducción del Quijote. Sorprende, a primera vista, que un distinguido escritor como Mr. Samuel Putnam se haya ocu(En El Tiempo. Bogotá)
pado, a estas alturas del siglo XX, en ofrecer a sus compatriotas una versión más del libro de Cervantes. Traducciones del Quijote al inglés hay ya muchas. Una existe, también de un autor norteamericano, Robinson Smith, publicada en 1918. El Quijote es quizás, después de la Biblia, el libro más traducido a distintos idiomas. Qué razón hay para que el inmortal hidalgo de la Mancha vuelva a cabalgar ahora, precisamente ahora, por las avenidas de Nueva York?
Pues sí; parece que hay una razón. El caballero andante resurge a su hora, oportunamente, en la gran metrópoli mundial. En el fondo del alma, el hombre de nuestros días; el norteamericano en lo intimo de su conciencia, siente que hoy la actualidad es Don Quijote.
Nos lo explica, comentando esa traducción de Putnam, el profesor Harry Levin, maestro de literatura comparada en la Universidad de Harvard. El estado de espíritu de Cervantes cuando escribió su obra maestra se asemeja mucho al de la juventud actual. Esos millones de hombres, muy jóvenes todavía, que han La nueva salida. Por Ariel hecho la última guerra, soñando con una paz digna de su esfuerzo, llevan en su interior un llegue en su artículo del New York Times a de Sevilla; el asesinato de Espeleta, las calumesta conclusión: Sí. Nosotros necesitamos tosentimiento vago que cabría definir con una nias, la cárcel de Valladolid. eso había vedavía este libro.
palabra: desilusión. Estos jóvenes, los llamados nido a parar todo aquel mundo de ilusiones Creo yo que lo necesitamos tanto más veteranos, como Cervantes contra los libros de que se forjaba antaño el soldado poeta!
cuanto que este libro de desilusión es, al miscaballerías, reaccionan con sano escepticismo En ese contraste entre el ideal soñado la contra ciertos libros románticos y, en general, mo tiempo, una obra de idealismo, aunque en realidad vivida está sin duda la clave del Quitontra el abuso de las palabras y los slogans.
ella, bajo la superficie satírica, la idealidad jote. Realismo, idealismo, fueron, en CervanEn este sentido, dice Mr. Levin: Cervantes permanezca oculta, como Dulcinea.
tes, la gran antítesis de su existencia mortal y Cervantes, en lo más hondo de su alma, las dos notas de su inmortal creación. Son los era un veterano.
es el gran idealista. La áspera realidad no aca dos polos del mundo cervantino y quizás de la verdad, el heroico soldado de Lepan ba de desengañarle nunca, como nunca desen todo el mundo humano.
to expresa en su libro el dramático contraste gañó a Don Quijote. Sí. Una vez, una sola No hay quien no tenga algo de Quijote.
entre el férvido idealismo de su mocedad y las vez éste se desengañó del todo, pero fué en su Unos más, otros menos, todos hemos soñado duras, ruines realidades que le agobiaron du lecho de muerte.
alguna vez con acometer hazañas fabulosas parante todo el resto de su pobre vida. La pri Me imagino yo a Cervantes después de la rn amparar a los débiles, contener a los sobermera gran novela que se ha escrito en el mun batalla de Lepanto curándose de sus gloriosas bios y hacer que reinen sobre la tierra el hodo fué, pues, un fruto de la desilusión. hoy heridas en el hospital de Mesina, con el prola desilusión es también, en opinión del pro nor, la piedad y la justicia.
pósito de regresar a España, llena de proyectos Mas Cervantes, con una ironía genial que fesor americano, una nota característica de los la cabeza, rebosante de esperanzas el corazón. mueve a risa pero no sólo a risa. nos premodernos novelistas de la postguerra.
Tenía 24 años. Si alguna vez esa divina aspi senta a su héroe y una y otra vez burlado, fraEl Quijote, agrega Mr. Levin, pese al pe ración que llamamos el ideal ha inflamado un casado, maltrecho y tundido sobre el polvo de ronne encanto que ejerce sobre la mocedad, especho humano, ese pecho fué el del mozo Mi los caminos de Castilla.
tá, en último término, consagrado al tema del guel de Cervantes.
Sin embargo, esta nota de la ironía, que desencanto. No olvidemos que fué obra es Su ideal tenía dos caras, dos aspectos: el no es la burla cruel, la mofa vulgar, se templa crita en la vejez de su autor y cuando ya el heroísmo y la belleza; las armas y las letras; y armoniza con otra distinta nota: la melanrenacimiento había pasado de la madurez. los laureles de Lepanto, conquistados en la colía. Vemos que Cervantes, aunque parece En Cervantes, podríamos añadir nosotros, apa rrás alta ocasión que vieron los siglos. y las burlarse de don Quijote, en el fondo, lo ama, rece ya, aunque vetado con una melancólica rosas de Italia, de la Italia renacentista que lo compadece, lo admira, porque en cada fraironía, ese sentimiento de decepción que, en Cervantes, poco tiempo atrás, había recorrido, caso del caballero andante el autor ríe y llora la siguiente generación española, habrá de esdeleitándose con la lectura de sus escritores, el fracaso de su propia vida. aun, en genetallar en la forma amarga, que culmina en desde Ariosto a Bocaccio, y admirando aquella ral, ríe y llora el fracaso de la vida humana, Quevedo.
patria del arte, en la que todavía manejaba sus cuya esencia misma es esa tensión entre las reaPara el profesor Levin, el libro de Cervan pinceles el viejo Ticiano y a la que Miguel lidades que deben ser superadas y el ideal que tes tiene ahora especial actualidad porque el Angel ponía por corona la magnífica cúpula nunca puede ser plenamente alcanzado.
mundo en que se movía Don Quijote era muy de San Pedro.
Esa tensión llega a su grado máximo en semejante al nuestro. En aquella época, como Comparemos esa doble visión del ideal con épocas como la nuestra, en esta edad del uraen la actual, el mundo en que el héroe cer las tristes experiencias que la realidad iba a nio. en la que el progreso de la ciencia de yantino buscaba la justicia, se debatía, lo mis depararle a Cervantes. Primero, cinco años en la técnica ha puesto en nuestras manos medios mo que ahora, entre inquisiciones, quemas de las prisiones de los piratas berberiscos de Ar incomparablemente más eficaces, armas inmenlibros, tensiones raciales, luchas entre los que gel. El cautiverio, sin embargo, tiene todavía samente más poderosas que el viejo lanzón de poseen y los que no poseen, guerras ideológi la dramática grandeza del dolor. Lo peor vino Don Quijote. Por eso es tan dolorosa la descas contra el este, rivalidades imperialistas en luego, en la propia patria. Allí, la vida sórdi ilusión del veterano. la decepción de la juei oeste. Cervantes reconoce, con nostálgi da, los apuros de dinero, las deudas mal paga ventud actual. Nunca pareció estar tan cerca co pesar, que con la invención de las armas de das, los amores irregulares, la hija natural, el como hoy la posibilidad de un mundo unido, fuego ha muerto el sentido caballeresco de la matrimonio que hace dudar del desinterés de pacífico, concorde. el joven de nuestros vida. La edad de hierro se ha superpuesto a Cervantes; los disgustos con su padre, maese días, a pesar de todos los desengaños, persiste la edad de oro. Cómo habría reaccionado Cer Rodrigo, el viejo cirujano de Alcalá; los em en creer, allá, en el fondo, en el fondo quijovantes ante la edad del uranio. Esa analo pleos prosaicos y sospechosos de proveedor de tesco de todo noble espíritu, que, más pronto gía entre el mundo del autor del Quijote y víveres y recaudador de contribuciones; las de o más tarde, el ideal no habrá sido un sueño.
nuestro mundo actual hace que Harry Levin nuncias, los expedientes y procesos; la cárcel Luis de ZULUETA. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica