Democracy

72 REPERTORIO AMERICANO Miranda, símbolo de democracia RB Wince)
En México se ha recordado con una brillante sesión académica en que se leyeron importantes discursos, el segundo centenario del nacimiento de Francisco de Miranda, el precursor de la independencia de Indoamérica. Algunos historiadores dicen que nació en 1850; otros en 1852, o en 1856. Esto es secundario.
Lo importante es que en Miranda se honra al hombre que tuvo el destino extraordinario de participar en forma grandiosa en las tres grandes convulsiones políticas que, tras los dos milenios de barbarie y feudalismo, volvieron a establecer el sistema de gobierno republicano democrático, de origen greco romano, en el mundo: la Revolución de Independencia de los Estados Unidos (1776 83. la Revolu.
ción Francesa (1789 99) y la Revolución de Independencia de las Colonias Españolas (1810 1825)
Retratan las memorias de la época de Miranda como robusto y ágil gran señor, de prestancia militar, de 76 de estatura, con frente alta y larga dominando una faz de son risa agradable, rosada y fresca, en que contrastaban los bellos dientes y los ojos de fuego.
Este hombre de gran persuasión y constante actividad, duplicóse para la historia en varón temperante, estoico, que sólo dormía seis horas, viajero por el mundo, desde América hasta Europa, Rusia y el Oriente, con observato rio permanente en Londres, en espera del momento en que debía intentar su gran empresa: libertar de la tiranía de España a la América colonial. Alrededor de este supremo intento de su mente, emergieron para él otros destinos de gloria, la participación en la lucha de Washington por abatir la coyunda inglesa y la fiera defensa del pueblo francés contra los reyes europeos aliados. Es el hombre más extraor dinario y más maravillosamente enérgico que he visto jamás. dijo entre otros, uno de sus jóvenes iniciados.
Miranda, de origen vasco, nació en Caracas. Seguramente absorbió con enorme avidez cuantos conocimientos pudo en sus primeros años; a los 24 estaba ya combatiendo al ser vicio de España en Argel y Melilla. Sabía cap.
tarse la admiración de sus jefes. Cuando Francia y España resuelven auxiliar a los colonos sublevados de las Trece Colonias Inglesas, viene a Florida como segundo jefe de la expedición en que había norteamericanos, españoles y franceses y es él quien vence en Pensecola y Providence, en 1780; liberta la Florida, ocupa las Bahamas en 1782 y se hace tan notable que despierta recelos en los españoles, al grado que aunque propuesto para coronel se ve forzado a dejar el servicio en 1783, y escaparse en la forma de un viaje por Europa.
Durante ocho años recorre Alemania, Ita.
lia, Grecia, Egipto, Asia Menor. En 1787 es huésped en el cortejo de Catalina II por sus nuevas provincias turcas. Gracias al favor de la emperatriz filósofa, logra sustraerse a las persecuciones de la inquisición auxiliar de la corte española. En estas andanzas, habiendo sustituido su grado en el ejército español por el de coronel del ejército ruso, anuda amistades con gentes ilustres de los países que visitaba: Bentham, Paine, Lavater, Saussure, Gibbson, Pitt, Stael, Bonaparte. Pues Miranda, a su gran saber como militar, ingeniero, diplomático conocedor de varias lenguas, aunaba curiosidad ilimitada por toda clase de ciencias y artes. Hojeando los tomos publicados de su Diario de Viaje, que completarán al final 30, se encuentran datos como los siguientes: en 1785, en Viena: Hablé mucho de música Por Humberto TEJERA (En El Nacional de México, Abril de 1850)
una cámara de nobles y una diputación numerosa, directamente popular, asegurados los derechos de ciudadanía. Las instituciones republicanas tendrían una nomenclatura indígena, y reminiscencias griegas y romanas. El imperio sería aliado de Gran Bretaña, pero sin constituirse en ninguna forma como protectorado. Sin duda, pueden causar sorpresa y aun ironía esas bases; pero a la vista de lo que ha venido a ser la independencia de las veinte repúblicas, siglo y medio más tarde, queda en pie la certidumbre de que Miranda, sino un sabio legislador, fué por lo menos un patrio.
ta y magnífico idealista.
En vez de auxiliarlo Pitt, lo vendió por un tratado de comercio con los Borbones.
Miranda salta a Estados Unidos, donde recibe al menos todo aprecio particular de Jefrerson, con préstamos comerciales organiza la expedición del Leandro. en que lleva a Venezuela, al desembarcar en 1806, entre restos de su Francisco Miranda programa y de su genio, la Bandera Tricolor y la primera imprenta que hubo en Tierra Dibujo de Heinrich Leps von Kloter. 1786 Firme. Aunque arrojado de allí rápidamente por las fuerzas españolas, regresa cuatro años después, aclamado como jefe de la revolución de Independencia. Domina al principio la sicon Haydn. En Estados Unidos, en el mismo tuación militar; mas no alcanza a comprender año, asistí a una conferencia del Dr. Moyes la política criolla, que llama guachafita con sobre la teoría de los Flúidos. En Dinamarca endiantrado remoquete popular y ante el ago promueve la reforma filantrópica del sistema bio del terremoto de 1812, la pérdida de las penal. en Londres se suma a los que desde fortalezas y el ambiente emponzoñado por la fines del siglo XVIII pugnaban por el cese de villania la calumnia, sucumbe al mayor error la trata. Todavía con sus ideales feministas, de su vida; entregar al país en capitulación a rasga otro velo del porvenir.
los españoles. La primera víctima fué él mismo, Preparado excelentemente con sus campa enviado con grillos a la Carraca de Cádiz, donñas españolas en Africa y en Norteamérica, in de murió en 1815. Durante su larga agonía, vitado a presenciar las maniobras del agran Feaquel amigo de Federico el Grande, de Volderico, y aleccionado por sus observaciones en taire y de Catalina II, dijo al fraile que lo imtodas partes, habiendo desdeñado servir como portunaba: Déjeme usted morir en paz.
coronel a la Zarina, aparece Miranda en 1792 Las tres revoluciones, de Estados Unidos, en Francia, como jefe de la división de vo de Francia y de las Colonias Españolas, proluntarios de la izquierda que abrió la campa du jeron el cambio político y social más formiña contra el ejército de Brunswick, derrotando dable del siglo XIX: la proclamación de los Deal prusiano Kalkreuth, que con fuerzas tres rechos del Hombre, el establecimiento de sisteveces superiores le hizo frente y participó glo nias republicanos en la mitad de las naciones riosamente en Valmy, la batalla del pueblo del mundo, y la democracia federal y liberal francés contra los reyes coaligados en su con como escuela de mejoramiento colectivo. El tra, religando las fuerzas desmoralizadas y obli Hombre que participó en la forma relevante gando a los monarquistas a abandonar la qui.
que anotamos, en esas tres revoluciones, es sin mera de castigar al París revolucionario. Su duda el representativo más legítimo de la Departicipación, más bien infortunada, durante mocracia en el mundo moderno.
la invasión de Doumuriez a Bélgica, y las trai Muchos homenajes se le han rendido en ciones de éste, acabaron llevando a Miranda an este segundo centenario de su nacimiento. Uno te el Tribunal Revolucionario, inexorable, de los más destacados, sin duda, es el que con siendo tanta la fuerza de sus méritos que lo la firma de Rene Naville publica el Journal gró la absolución. Entre esperanzas y persecu de Geneve, de 23 de marzo último. Nos lo enciones permaneció en Francia hasta 1801 en vía el doctor Pedro de Alba, siempre alerta que salió sin recibir siquiera la paga de sus en el culto de los genios de América, con estas servicios militares, expulsado por Fouché. palabras: Aunque es un tanto improvisado Francia ha sido, después, bastante justa para y muy sintético, revela que se tiene interés inscribir su nombre entre los de los héroes del en tierra de Europa por honrar la memoria del Arco de la Estrella.
Precursor. En los párrafos finales del homeEn Londres, en constante acecho de los naje de Naville, leemos: instantes favorables que excitaban a Pitt con Numerosas aventuras galantes, un gusto tra España, formula y presenta sus planes pa apasionado por las artes, la filosofía y las lera independizar las Colonias Españolas, desde tras, hacen de Miranda un don juan doblado México donde había estado educandose a en un refinado diletanti, al mismo tiempo que los dieciséis años hasta el Cabo de Hornos. un diplomático avisado, un astuto conspirador El ideal de Miranda era formar un gran Im y un militar cumplido. Sus relaciones epistoperio Andino, con una monarca descendiente lares con las personalidades más notables de de los Incas, impresionado por la formidable ambos mundos lo convierten en el hombre mesublevació indígena del Perú en 1782. El im jor informado de su época. Despliega al mismo perio se gobernaría, a la manera británica, por tiempo una actividad intensa tanto en Fran Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica