REPERTORIO AMERICANO 99 JOHN KEITH, SAN JOSE, COSTA RICA Agentes y Representantes de Casas Extranjeras Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. Muebles de acero y equipos de oficina (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Export Co. Máquinas de Calcular MONROE Refrigeradoras Eléctricas NORGE Refrigeradoras de Canfín SERVEL Balanzas TOLEDO (Toledo Scale Co. Frasquería en general (Owens Illinois Glass Co. Conservas DEL MONTE (California Packing Corp. Equipos KARDEX (Remington Rand Inc. Pinturas y Barnices (The Sherwin Williams Co. Duplicador GESTETNER (Gestetner Ltd. Londres)
Dr. García Carrillo ofrece la particularidad de haber sido la primera como tal en nuestra América, amén haber sido obra de intención y tendencia concebida con el bien definido propósito de no sólo contar, sino de moralizar y sugerir panaceas para los vicios y corruptelas que pervivían en la sociedad mexicana del entonces como en partes de las demás colonias. En México, argumenta Lizardi en su afán de componer el mundo a su modo. y en todas partes, hay una porción de Periquillos a quienes puede ser más útil esta leyenda por la doctrina que encierra que a aquellos privilegiados que tie.
nen la buena fortuna de fácilmente poder levantar el edificio de su educación politica y cristiana.
Decía Menéndez y Pelayo a su intimo Valera en carta del de septiembre de 1879:. soy menos indulgente que usted para los novelistas que se proponen demostrar tesis y enturbiar el arte con propósitos segundos y de propaganda. Con tales autores el ilustre polígrafo se mostraba antagónico por lo feo y antiestéticos. No puedo, argüía, ver las novelas cortadas por largos sermones. Desde el punto de vista estético se habría revelado el maestro contra la obra de Lizardi, de haberla conocido; producción que según confiesa, no hemos tenido ocasión de leer. así explica en su monumental Antología de Poetas Hispano Americanos. entre paréntesis, ya que citamos, en estas mismas páginas enjuicia Marcelino después de calificar a nuestro escritor de ingenioso aunque chabacano. hombre de ideas ra.
dicales y aun heterodoxas cuando todavía eran rarísimas en México y extraordinariamente tenaz en divulgarlas. hombre de letras cuya importancia es más bien histórica y social que propiamente literaria.
Débese recordar, empero, que el novelar fué, parécenos, propósito segundo en El Pensador. esto alude Alfonso Reyes cuando comenta:. para el novelista español el arte es lo primero (consciente o incors.
ciente) en tanto que Lizardi, por tal de sermonear a su antojo, desdeña el arte si le estorba. El mismo Pensador ya hapia anticipado un comentario a los reparos y observaciones que se le hicieran cuando en Advertencias generales nos dice: Estamos entendidos de que no es uso adornar con notas ni textos esta clase de obras romancescas, en la que debe tener más parte la acción que la moralidad explicada, no siendo, además susceptible de una frecuente erudición; pero como la idea de nuestro autor (Pedro Sarniento) no sólo fué contar su vida, sino instruir cuanto pudiese a sus hijos, de ahí es lo que no escasea las digresiones que le parecen oportunas en CARDIOLOGIA (Radioscopía y Elec.
trocardiografía. METABOLISMO, VENAS VARICOSAS.
Sus teléfonos: 1254 y 4328 el discurso de su obra, aunque. no son muy repetidas, inconexas ni enfadosas.
10. Esto en cuanto al fondo temático, a la substancia; porque en materia de corrección y estilo El Pensador clarifica: Escri.
bió (el mismo Sarniento) su vida en un estilo ni rastrero ni finchado; huye de hacer el sabio, usa un estilo casero y familiar, que es el que usamos todos comúnmente, y con el que nos entendemos y damos a en tender con más facilidad. Con este estudio no omite muchas veces valerse de los dicharachos y refranes del vulgo, porque su fin fué escribir para todos. 11.
Queda manifiesto pues, en primer término, la insubordinación de Lizardi, su no su.
jeción a determinados cánones y preceptos estéticos de escuela, opiniones y concepts que no siempre cumple tener de inviolables cual si fuesen el sanctasantórum de las letras, y que sin la conformidad y acata miento a ellos, de poca monta resultaría la inspiración, o la originalidad, o el genio, y numen de todo escritor. Mas, como en todo cabe la divergencia de criterio, certe.
ro y mucho más adecuado parécenos el enjuiciamiento de Altamirano refiriéndose a la obra de Lizardi:. hemos considerado la novela como lectura del pueblo, y hemos juzgado su importancia no por comparación con los otros géneros literarios, sino nor la influencia que ha tenido y tendrá toda.
vía en la educación de las masas. La novela es el libro del común de las genies: instruye y deleita a ese pueblo que no tiene bibliotecas. 12. anteriormente Vale ra, en Sobre el arte de escribir novelas, aprueba y aduce citas de Gualtero Besart y su Art of Fiction donde al novelar se le llama el más moral de las artes, porque las gentes han adquirido siempre la poca o mucha moralidad que poseen por medio de cuentos, fábulas, apólogos, parábolas, alegorías. que es el poder docente más eficaz que hay en el mundo por la facili dad y prontitud con que sus lecciones son entendidas y aprendidas. y porque enseña a la mayoría de la gente que lee casi todo lo que sabe de la vida y costumbres, de filosofía y hasta de religión y de ciencia. 13. Hay más. El Pensador, por su par.
te, aduce aquella sentencia horaciana que reza: De escritor el oficio desempeña, quien advierte al lector y quien lo ense.
ña. 14.
Si bien El Periquillo Sarniento tuvo y aún tiene el objeto de distraer y regocijar a los lectores según lo evidencian sus nu merosas ediciones, como obra picaresca y de entretenimiento tuvo además, desde el punto de vista social, una tendencia trascendental y moralizadora que se mantiene en pie por la aplicabilidad de muchos de sus aspectos. Verdad es que si cuando Pe.
riquillo hace su hampesco recorrido por las diversas estratas sociales surge la crítica, la sátira, la censura de lo que merece este tratamiento tanto en individuos como en los grupos, en las instituciones, también se pone de manifiesto la necesidad imperiosa de corrección y enmienda. Confúndese, desde luego, la personalidad de Periquillo y la de El Pensador, ésta, contemplando la sociedad de un modo ni fragmentario ni della Fernández de Lizardi, El Periquillo Sarniento, Ed. Stylo, 2, México, 1812, 499. Epistolario de Valera a Menéndez y Pelayo, Madrid, 1930, 59.
10. Fernández de Lizardi, Op. cit. 498.
13. Valera, Obras completas, XXVI, 1910, 11. Ibid. 297. Menéndez y Pelayo, Antología de Poeats Hispano Americanos, 1, Madrid, 1927, LXXXVI. Véase Revue Hispanique, 38, 233.
12. Ignacio Altamirano, Obras, 1, México, 1899. pp. 396 97.
14. Fernández de Lizardi, Op. Cit. 1.
90.
11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica