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26 REPERTORIO AMERICANO ENTÉRESE Los autores latinoamericanos que quieran vender sus libros a Universidades o instituciones culturales de los Estados Unidos, pueden dirigirse a RÓMULO TOVAR den escapar a la ruina, porque es claro que no hay sino ficción en el Derecho y la sanción hasta ahora supuestos. La anarquía es luego inevitable, si, de una parte, en lo que atañe al derecho y la sanción, no se logra sustituir a la hipótesis, a la fe, una certidumbre cienti.
fica capaz de soportar y de retar al examen; si de otra parte, no se transforman las condiciones materiales de la sociedad, de manera a aniquilar el pauperismo.
Según Colins, el pauperismo proviene de la apropiación individual del suelo y de los capitales adquiridos por las generaciones pasadas, la cual tiene como consecuencia necesaria la explotación de las masas; esta explotación sería imposible bajo el reinado de la propiedad colectiva del suelo.
Además de los cuatro volúmenes brevemente expuestos, Colins publicó las obras siguientes. Qué es la libertad de conciencia. 1857. En este opúsculo dirigido a Julio Simon, el autor sostiene que la libertad de las opiniones es una tontería en teoría y anarquía en la práctica, y que esta libertad desaparece ante la demostración científica.
La Economía Política, fuente de las te voluciones y utopías pretendidas socialistas (1857, tres volúmenes. El autor afirma que la economía política fué inventada por los filósofos, quienes, comprendiendo que el orden ya no podía ser sostenido por una fe común, y reconociéndose incapaces de encontrarle una base científica incontestable, se vieron forzados a fundarlo exclusivamente sobre el desarrollo de la riqueza. Acusa a los economistas de negar en realidad, todo derecho que el de la fueren 93812 SO Magnolia Ave.
Los Angeles California.
También se desean corresponsales en materias jurídicas latinoamericanas en los países del Continente y se ofrecen informes sobre asuntos de esa indole.
da por las mayorías: en fin, la de la razón, bajo la cual la realidad de la regla y de la san.
ción comunes es demostrada de manera in contestable. Lo soberanía del derecho divino produce el despotismo: la soberanía del pueblo lleva a la anarquía; la soberanía de la razón puede sola asegurar el verdadero orden.
Ciencia social (1858, volúmenes. es tal vez la obra más importante de Colins. En ella combate la ciencia materialista, cuyo ca rácter esencial es admitir la realidad de la seric continua de los seres. Enseña que el mate rialismo, así caracterizado, es incompatible con la moral la existencia de la sociedad; que la ciencia moral y social implica una barrera absoluta entre el hombre y los demás seres; que se debe poner esta barrera en la sensibilidad real, la cual es, según él, exclusivamente propia al hombre y no puede ser sino el atributo de una sustancia inmaterial.
Colins se halla así llevado a ligar al socia lismo racional las doctrinas cartesianas del dualismo espiritualista y del automatismo incons.
ciente de los animales, pero demostrándolo de manera lógicamente irrefutable.
Carta a Proudhon sobre su obra: De la justicia en la revolución y dentro de la Iglesia (1858. Colins reprocha a Proudhon de no haber seguido una marcha científica y, por consiguiente, de no haber llegado a ningún resultado racionalmente incontestable. Sostiene que, para demostrar en el hombre la existencia de una libertad real, precisa demostrar en él la existencia de una inmaterialidad.
Colins trabajaba, cuando murió, en una gran obra que quedó inacabada y fué publicada después de su muerte: La justicia en la ciencia, fuera de la Iglesia, fuera de la revolución (1861, volúmenes. Dejó además numerosos manuscritos que sus discípulos han recogido y de los cuales continuaron la publicación. La Economía política se enriqueció de un cuarto volumen, y la Ciencia social de catorce volúmenes.
Los discípulos de Colins fundaron en 1875 la Revista de la Filosofía del porvenir en que desarrollaron las doctrinas de su maestro y publicaron sus manuscritos inéditos.
El sistema filosófico y social de Colins está perfectamente ligado y se reduce muy lógicamente a un pequeño número de proposiciones evidentes o demostradas que obligan a seguirlo en las consecuencias que de ellas saca. Tomado de la Revue de la Philosophie de Avenir, 21 eme année. 22.
En su Sociedad nueva, su necesidad (1857, dos volúmenes. Colins presenta, bajo nuevos aspectos y desarrollos, sus ideas sobre la necesidad de una renovación social. Se complace en mostrar que, desde el origen de la inopresibilidad del examen, todos los hombres célebres tan creído en esta necesidad.
La soberanía (1858, volúmenes. El orden, según el autor, no puede existir, en cualquier sociedad, sino por la sumisión de todos a una regla común llamada Derecho, y por la existencia de una fuerza igualmente común llamada Sanción. Derecho y sanción onstituyen la soberanía. Hay tres especies: la del derecho divino, bajo la cual la regla común es supuesta revelada por un ser superior, llamado Dios; la del pueblo, bajo la cual esta regla está fijacerdotes y filosofos, hombres de fe, hombres de duda, hombres de negación y hombres de ciencia, hombres del pasado, de la resistencia y de la inmovilidad y hombres del porvenir, del movimiento y del progreso, estos volúmenes serían aún destinados a tomar lugar en los anaqueles de todas las bibliotecas serias, don de están ordenados Aristóteles, Platon, Des.
cartes, Leibnitz, Bacón, Kant, Locke, Hobbes, Rousseau, de Maistre, de Bonald, Hegel, Vi.
co, Saint Simon, Fourier, Auguste Comte, Adam Smith, Say, Malthus, etc. Emprendida con persereverancia y persegui da con recogimiento, no hay lectura que some ta el espíritu del lector a más profunda y más útil labor. Por esto, esta lectura se recomienda a toda la juventud estudiosa, pero particularmente a la que se ocupa de filosofía, de derecho de economía política. No hay por cierto curso más instructivo. Entre buscadores de lo verdadero, no hay sino émulos, no hay rivales. Todos se deben ayuda. No hay que sorprendese si, buscando la verdad fuera de la vía laboriosamente trazada por Colins que yo quería y honraba, pongo aquí mi firma detrás de la letra de cambio girada por él, en toda confianza sobre la posteridad.
Otro amigo intimo de Colins, Casimir Henricy, después de haberlo llamado: uno de los filósofos socialistas más señalados de la época, termina así su noticia. En todos sus escritos estampados con sólida razón, la crítica de la ciencia actual está hecha con mano maestra: la moral, la filosofía, la política y todas las cuestiones sociales son tratadas con una amplitud de mira sor.
prendente, con una superioridad incontestable, que colocan a su autor en el primer rango entre los reformadores de todos los tiempos y de todos los países. Colins no era sólo un hombre de bien, sino también una de las más bellas y vigorosas inteligencias de nuestro país.
Se puede decir que él no tuvo sino un pensamiento en su vida: la regeneración y la felicidad de la humanidad por la creación de la ciencia moral.
En su folleto: Estudio sobre la situación actual, Federico Borde dirigía a la señorita Carolina de Colins la siguiente dedicatoria. Algún tiempo antes de morir, vuestro padre escribía a Proudhon, respondiendo a su obra La justicia en la revolución y en la Iglesia. Vos mismo, señor, habéis reconocido cuán horrible es la duda, la duda negativa, la duda negando la posibilidad de saber si la sanción religiosa existe: porque habéis dicho en otra obra que abrazaríais con amor esta consoladora utopía (la eterna ligazón de las vidas de cada individualidad, por la eterna arArturo Mejía Nieto MORAZÁN Presidente de la desaparecida República Centroamericana Emilio de Girardin, en su Prefacio para una obra póstuma de Colins, publicada en 1860, dice a propósito de los trabajos del fun.
dador del socialismo racional. Enseñan la infatigable perseverancia de que estaba dotado el intrépido buscador de la verdad social. Todos los buscadores de las verdaderas leyes sociales, cualquiera que sea la vida que tomen, no podrán sino alumbrarse y fortificarse al leer estos volúmenes donde son sabiamente debatidas, si no plenamente resueltas, las más altas como las más profundas cuestiones tocando a las nacionalidades, al panperismo y a la propiedad, a la soberanía y a la libertad, al orden y a la justicia, al antropomorfismo, a la eternidad de la vida, a la in.
inaterialidad del alma. Estos volúmenes, monumentos de cien.
cia, encierran inagotables minas de citaciones preciosas. Aunque fuesen sólo considerados como una gran encuesta social donde han sido llamados y puestos y en presencia los unos de los otros: reveladores, legisladores y reformadores, moralistas, economistas y publicistas, saEditorial NOVA Buenos Aires 1947.
También la halla en la Librería Trejos Hnos.
Se vende a 00 el ejemplar.
Exterior: 50 dólar.
Con el Administrador del Rep. Amer. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica