REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLVI San José, Costa Rica 1950 Miércoles 10 de Febrero No. Año XXX. No. 1103 La indisciplina de RICARDO PALMA Por Luis AVILES (En el Rep. Amer. en resRegustando de nuevo unos que otros no muy añejos números del acreditadísimo Mercurio Peruano, hubimos de topar con aquellos de treinta años ha. Por ellos es esparcen muy dignos, sí, y por ende, meritísimos encomios consagrados al Maestro Don Ricardo cuyo fallecimiento a la sazón acaecía. en calidad de solemne panegirico homenaje cálido, armonioso, brillante que exigían su alteza espiritual y su renombre rindese el tributo merecido y hacese conciencia de que fué Palma el primero de su siglo literario y artístico.
Particularízase en uno de estos tributos. Palma se revela en sus Tradiciones criollo auténtico, indisciplinado, enemigo de la autoriciad, irreverente en cuestiones religiosas, oposicionista por temperamento, malévolo y gracio50. Como criollo legítimo le tiene odio jurado a la autoridad, llámese ésta: monarca español, virrey, audiencia, corregidor o presidentants te. Sus simpatías son siempre por los rebeldes. Sus críticas a la autoridad tienen cierto sabor de periodismo de oposición. Nadie tamRicardo Palma poco más amigo del alboroto y del tumulto (Visto por Juan Carlos Huergo)
que el tradicionista. Aunque en la Colonia no hubiera partidos políticos, ni revoluciones, él Sociales y religiosas. decimoslo aun acepse encarga de abultar el menor conflicto adtando de congruente y muy plausible la obministrativo, social o eclesiástico y de dividir servación de que Palma no había nacido para la opinión en bandos inconciliables. Limeño apasionarse por ideas abstractas, ni se dió el empedernido se afilia siempre al bando criotrabajo de ahondar en las doctrinas sociales, o, como que sabe que éste será más tarde ni de armonizar sus sentimientos con sus prinel de la Independencia. cipios (4. Mas, estos visos a disquisiciones Prosigamos, pues; mas antes conviene elu especulativas son los que precisamente revelan cidar inconcusamente tal cual punto a manera la ya aludida indisciplina, el acérrimo oposide preámbulo. Hoy y siempre, el mismo es cionismo a ciertos rancios aspectos de órdenes crito fué diverso en manos de cada lector. establecidos y tenidos de inalterables. Lo cual Aducimos este dictamen de Icaza (2) para no ha de tenerse de pecaminoso ni vitando, ni substanciar lo que sencillamente en nuestro ca de irreverente esta actitud en quien siempre lle50 nos proponemos: presentar escolios y por vó el gesto risueño y una espiritualidad inmenores, a nuestro juicio pertinentes, anota mensamente inconfundible. Sostenemos de indos al margen de las Tradiciones de Ricardo controvertible, pues, la conclusiva de que PalPalma (3. Muy prevenidos quedamos, em ma, conocedor de la proscripción y del inforpero, ante la censura con que el cervantista tunio, de enemistades gratuitas, desengaños y aludido venialmente zabiere a los intenciona dolores íntimos, de profunda y sólida lectudos glosadores de El Quijote, quienes, por ve ra, acertó a filosofar que diríamos en lenguaje redas desdeñables se dan a leer entre líneas atri lego. Reflexionese, por ejemplo, sobre las sibuyéndoles un significado oculto e indepen guientes versos: diente del inmediato y ostensible. No intentamos, pues, ir a la búsqueda ex profeso de tal Tantas en presente crudelísimas, o cual asunto donde no lo hubo para de amargas decepciones coseché, ducir generalizaciones caprichosas y en su to que, a escribirlas, el alma por la péñola talidad ajenas a los designios del informante gota a gota destilara hiel!
de la obra en cuestión. Sostenemos, por otra parte, que a nuestro parecer, cuando se discu para enmascarar mi pobre espíritu ten críticamente las Tradiciones, se prescinde recurro de la broma al antifaz.
de presentar de lleno la premisa que ahora for(Tradiciones, II, 17. mulamos: Menudea Palma en su obra copiosísimas reflexiones y razonamientos varios, los Los sendos estudios y artículos que sobre cuales, si coaptados en concatenación lógica las Tradiciones hemos consultado, muchos de traslucen un mérito singularísimo y un bien cilos recopilados e incorporados a manera de definido hilo de lo que amplísimamente podría prefacios críticos en ediciones varias, dedícanse mos llamar su filosofía en materias políticas, con suma eficacia y ardor a enaltecer la meritoria y encomiástica labor del gran tradicionista que fué, en síntesis: la dirección y reconstrucción de la Biblioteca Nacional, fundación de la Academia Peruana y el máximo propulsor del desarrollo y realce de las letras patrias.
Entrase también, en disquisiciones sobre materias de lenguaje y estilo, discusión que el Maestro mismo origina por su magistral manejo del arcaísmo: la lengua del Siglo de Oro y otros quilates que le acercan intimamente a los grandes ingenios de la picaresca española.
Enjuician entre otros Darío, Valera, Riva Agüero. Menéndez y Pelayo prescinde de él por aquel prurito suyo que le pedía el decoro literario de no historiar a los autores vivos (5. Unos severos, como Blanco Fombona, quien machaca sobre la deuda de Palma a los Feijóo, los Isla y los Quevedo (6. y por ende, Andrés González Blanco quien, en su Escritores Representativos de América recriinina en tonos desjuiciados: Casi siempre lo que nos viene de América es el calco o el remedo de nuestras obras; de ahí tal vez, proVenga nuestro escaso interés por los libros ibero americanos. No queremos parodias de nosotros mismos, ni figurantes que se disfracen con nuestros propios trajes. Para qué habríamos de leer a Ricardo Palma? En cambio, buscamos, leemos, admiramos a los espíritus rebeldes, a los escritores originales que ha producido América (7. nosotros puesta argumentamos con Gonzalo Bulnes. Palma debe ser leído por cuantos tengan interés en el cultivo y desarrollo de las buenas letras en América (8. y con Valera, para que se comprenda en qué consiste ser un escritor original y de nota. no de fama efímera, cual la de otros, sino muy duradera (9. Pero basta. Reléguese al olvido la crítica negativa y zoilesca que se contrae a personalismos. Mucho tiempo ha el Maestro mismo anticipó una muy cuerda reflexión: La primera condición del que se mete a crítico. debe ser la buena fe. Faltando ésta, el crítico se convierte en necio de caporazón y gualdrapa, como dijo Quevedo (10. Hase asegurado que creación indígena sin precedente no se dan en la literatura; que existen las ascendencias como en el proceso biológico: imitación, consciente o inconsciente. Niegase la estricta autoctonia e impera la trascendencia y universalidad de la imitación. este respecto dícenos Asín Palacios en su introducción a Disertaciones y Opúsculos del docto araLista Julián Ribera y Tarragó: el fenómeno de imitación observado en muchos órdenes de hechos humanos, individuales y sociales, es tan trascendental, que permite considerarlo como principio universal que rige la vida entera de la cultura y de su transición y progreso (11. También la Pardo Bazán expresóse en estos términos: En cuanto a la literatura, no Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica