REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Tomo XLVII San José, Costa Rica 1952 Sábado 15 de Abril NO 16 Año XXXII No. 1136 La Cultura y la Paz Homenaje a Enrique González Martínez ya Baldomero Sanín Cano Por Juan MARINELLO (En Rep. Amer. Enrique González Martínez Por Alberto Beltrán Durante el pasado diciembre se han dependientes el hombre de sensibilidad y rendido en Cuba hermosos homenajes de pensamiento ha de acomodarse a una a Enrique González Martínez y a Bal realidad económica y política que es supe.
domero Sanín Cano, grandes escrito rior a sus fuerzas y sentimientos.
res de América y firmes luchadores La hermosa, la ejemplar postura de don de la paz. Con estos homenajes, Cuba Baldomero Sanín Cano y don Enrique Gon.
se ha unido a la pleitesía continental zález Martínez es una prueba plena de que, con motivo de dos gloriosos aniversa frente al momento que vivimos en el munrios: González Martínez ha cumplido do y en América, no caben titubeos ni vaochenta años y noventa el ensayista cilaciones. El intelectual que se atenga a la de Colombia. Ofrecemos aquí el dis. realidad y admita la fatalidad geográfica e curso de Juan Marinello, miembro histórica, queda preso en su pecado origidel Consejo Mundial de la Paz, en el nal y cada una de sus obras y pronunciahomenaje rendido por el movimien mientos saldrán marcados de la deslealtad to nacional de la paz de Cuba. matriz. Eso tienen de duras las épocas de cambios decisivos. Es demasiado trascendente, demasiado profundo lo que ahora se Las mejores fuerzas del pueblo cubano debate en el mundo para que no tiña la tarinden homenaje hoy a dos grandes amerirea del pensador y del sentidor literario.
canos que, desde la altura de sus vidas diLos que no entienden la razón esencial de latadas y fecundas, ofrecen magno ejemlo que viene, o prefieren el transitorio bienplo de dignidad intelectual, energía cívica estar de lo que quiere persistir sobre doloy servicio humano. Mientras tanto escrires inmedibles y frustraciones abismales, tores en plena juventud vacilan y claudiestán muertos en vida, aunque gesticulen can; mientras tantos artistas hasta hace a veces con alguna elegancia decadente poco ubicados en posiciones progresistas su radical fracaso.
caen del lado de la opresión, del imperialismo y de la guerra, Enrique González DOS JOVENES Martínez y Baldomero Sanín Cano se alean inalterables en su destino de orientadores Nuestros pueblos americanos han rendisingulares. Ellos contradicen del modo más do este año singular homenaje a González gallardo la desprestigiada afirmación de Martínez y a Sanín Cano. Don Enrique ha que la entereza civil tiene obligada relación con los años, y se levantan contra la cumplido ochenta años; don Baldomero, noventa. Son dos jóvenes prodigiosos que van cobarde especie de que en nuestras tierras camino del centenario activo. Desde luego que no son los únicos viejos que honran el Continente. Este homenaje cubano se dirige en verdad a todos los hombres de muchos años para los que la experiencia no ha sido agotamiento sino incitación; para los que no han sentido, al paso de las horas, cansancio sino enriquecimiento; para aquellos que poseen generosidad bastante para fundir el dolor de cada día en un noble ímpetu superador; para los que sien en las raíces de la vida no como fre.
no sino como mandato; para los que alientan fortalecidos por la idea salvadora de que a la vida no se le honra sino trabajando en el logro de sus derechos plenos.
Este homenaje nuestro tiene que ver con todos los viejos que en esta hora de re.
cuento decisivo dan las manos doloridas, pero no cansadas, a los jóvenes que han de vivir la existencia que ellos no pudieron. Sanin Cano Pero, aunque sea éste un homenaje a la Por Alberto Beltrán Fida que conserva esencial fidelidad a sí misma, debe ser pleitesía a dos casos de excepción y trascendencia; a dos casos que, por su calidad y fortaleza, se descubren desde todos los rincones de América. En Sanín Cano y González Martínez rendimos homenaje a dos ancianos ejemplares que suman gallardamente las potencias benéfi.
cas que en otros apuntan parcialmente. Sin aceptar el socorrido tópico del imperativo biológico, tan abusado por los maliciosos personeros de la agresión, es innegable que los muchos años inclinan en ocasiones hacia el resentimiento de quienes contemplan el goce juvenil como amarga comprobación de sus limitaciones. No pocas veces quien se imagina cerca de la tumba aprieta con ansiedad de náufrago lo que puede ofrecerle todavía amparo y deleite, desentendiéndose de una perspectiva que no podrá transitar. Una vejez fuerte, poseedora de todas las virtudes vitales, es la más be.
Ila y tota! afirmación de la existencia humana. Cuando se tienen fuerzas para honrar esas virtudes con talento personal y generosidad vitalicia estamos ante casos de mucho relieve, merecedores del señalamiento y del homenaje: tales son los casos del mexicano Enrique González Martínez y del colombiano Baldomero Sanín Cano.
LA PRESENCIA LA ESENCIA Con muy pocos días de distancia he te.
nido yo el privilegio de establecer contacto con los dos ilustres jóvenes americanos.
Permitidme si en esta ocasión destaco, por lo que tiene de dato vivo y de confirmación reciente, la rara y feliz coincidencia.
El contacto no ha sido de la misma naturaleza. Enrique González Martínez lo he Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica