Democracy

REPERTORIO AMERICANO 355 SELECTA La Cerveza NON SELECT del Hogar EXQUISITA SUPERIOR es alentándolos y practicándolos sin desfallecimiento en la alta magistratura, en los máximos cargos rectores, en el perio.
dismo, las funciones educacionales, la cá.
tedra universitaria, las producciones del escritor y del poeta, siempre el dominicano que defiende toda su estatura patriótica y toda su fidelidad y su inconmovible respeto hacia las libertades esenciales del hombre.
Por eso no puede uno referirse a esta existencia sin que lo que nutrió y acentuó su carácter induzca a la reiteración espontánea; vale decir, sin que esos sentimientos tan definitivos y tan suyos, se hagan fre.
cuente presencia y constituyan, quizás, su permanencia más trascendental y profunda.
Conocidas son sus actuaciones ante la prepotencia invasora y luego su patética peregrinación a través de América para hacerse oír, en unión de otros esforzados com patriotas, en esas horas penosas e inciertas, cuando un pueblo de altiva tradición no quería ceder al renunciamiento impuesto por la fuerza y demandaba solidaridad y justicia por medio de aquellos nautas de la libertad que lo estaban representando en su diáspora larga y dolorosa.
Anota el ya mencionado escritor chileno Alberto Baeza Flores, que a Don Federico se le debe, entre otros hechos muy princi.
pales, que los Estados Unidos hayan re.
nunciado a la agresión armada en nuestra América y que una política distinta de en.
tendimiento diplomático, consecuente, humano. afianzada después en el credo de Roosevelt, abriese el camino hacia un acercamiento de paz y buena vecindad entre los pueblos.
En los difíciles tramos de ese camino, del que no quisiéramos ver desertar aque.
lla alborada fraternal, y que ya no podrá apartarse de la peregrinación dominicana, hubo un diálogo entre Gabriela Mistral y el gran viejo doloroso. como ella misma habíale llamado y en aquel entonces la pre.
dicción de la mujer humanisima, que supc escuchar y comp. ender, halió forma en el verso: Pasarán sus ejércitos y crecerá la hierba por las sendas, e irán sobre ellas tus canciones creando largamente sangre de corazones y lavando a la tierra que un minuto fué sierva.
La profecía quedó, así, envuelta en los resplandores del canto, pero sabemos que por sobre ella siguieron y seguirán claman.
do los viejos acentos y los nuevos acentos en esa lucha sagrada que antes y hoy no ha dejado de hallar su trágico eco en las paredes de las cárceles y en la sangre generosa de los mártires.
De este modo, no debe olvidarse, en el historial de la Isla a los que se esforzaron por verla libre. Ellos fueron discípulos y aliados del Maestro prócer y con él aprendieron al pie del sacrificio el valor de una convicción cuando ella corporiza en las raí.
ces mismas de la vida.
Recordarlos, pues, reuniéndolos al pue.
blo dominicano, merecedor de llamarse así, es nombrar a los herederos y defensores de sus glorias primeras y es, asimismo, traer a la evocación el nombre de Fabio Fiallo. el Poeta Patriota y el de Federico Hora cio Henríquez; el uno, enfrentándose con el invasor, en episodio siempre memorable; el otro, nieto del Maestro y joven héroe de Luperón, inmolándose en el regazo de su propia tierra con una cruz de estrellas en el pecho y una canción azul entre la boca mientras la sangre noble resume su martirio en savia de laurel. según lo plasma en la musicalidad del poema Ana Emilia Lahitte.
La partida de Don Federico nos acerca a éstas y a otras partidas en cuyo signo raigai encontraremos un solo anhelo de intenso patriotismo dando vigor indeleble a la realidad del arquetipo.
Es, por lo demás, de contenido univer.
sal el credo cívico del que acaba de marcharse del mundo con la tranquilidad de legar a todos los hombres dignos este idea.
rio de la democracia y del honor. Creo que no hai pueblo alguno prós.
pero, ni feliz, ni apto para la constante con quista del progreso, sino a condición de que sepa vivir morir por el imperio de la li.
bertad civil. Creo en la descentralización del poder público, dentro de un régimen constitucional, en que el Estado, la provincia el mu nicipio funcionen independientemente. Creo en el sufragio universal directo, sin exclusión de clase alguna. Creo en la necesidad de que todos los perceptores administradores de fondos públicos estén sujetos a prestación de fianza. Creo, en fin, en todo recto alto ejem.
plo de probidad administrativa de recti.
tud política. creo en Dios mientras haya Patria y en la Patria mientras haya ciudadanos.
Versículos sencillos y potentes que perdurarán sobre la compleja rocalla de los extraviados, porque nada que no fuese dic tado por el amor hacia el semejante, la ra.
zón y la equidad se necesitó para escri.
birlos.
Nada; fuera, tampoco, de la creencia tre.
mendamente sostenida en la victoria final que ahora el Maestro dominicano seguirá sustentando en lección inagotable desde la inmortalidad; allí donde le condujo, entre oleajes amargos y triste panoramas, la jor.
nada pura de su inmenso trabajo.
Ana María GARASINO.
Paraná, Argentina. 1952.
Un decoro de América. Envío de He aquí un milagro del tiempo. Una vi. Presidencia de la Corte Suprema. Cuando da de excelsitud, por su duración y por sus le ofrecieron la Presidencia de la Repúbli.
virtudes. Federico Henríquez y Carvajal ca, declinó el cargo diciendo: Creo en Dios completo 102 años de edad. Nació en la Re mientras haya patria y en la patria mien.
pública Dominicana, en 1848, en aquel pe tras haya ciudadanos. síntesis de su credo ríodo fecundo en que, para bien de Amé. político. Pero, por encima de todo esto, so rica, nacieron Eugenio María de Hostos, bresale el magisterio moral que continúa José Martí, González Prada, Justo Sierra, ejerciendo desde su silla de ciego, cuando Cecilio Acosta, Miguel Cané, Ruy Barbosa el mundo se cerró para sus ojos, para evoy Joaquín Nabuco. Es el último sobrevi. car más intensamente el panorama de un viente de una generación dotada excepcio. siglo de actuación trepidante, sin claudi.
nalmente, que dió el segundo paso en la caciones.
independencia del Continente, consolidan Federico Henríquez y Carvajal, hermado, con la cultura y el civismo, la obra de no de un presidente ilustre, y cuñado de los libertadores de espada y entorchados. la insigne poetisa Salomé Ureña, tío de los Don Federico vivió la vida de su Isla, eminentes escritores Pedro, Max y Camila en toda su dramaticidad, consubstancián Henríquez Ureña, luchador por la indepen.
dose con ella y es su decoro. La sucesión dencia, prócer de buena cepa y de inmor.
de las olas no hizo sino afilar sus acanti talidad garantida, guarda en su corazón lados. No hay aspecto de la existencia hu muchas páginas heroicas. Fué depositario mana que le sea desconocido: el estudio, de la carta testamento de José Martí, cuan.
el trabajo honrado, la lucha, el exilio, la do éste marchaba para morir en la manigua cárcel, la opresión y la libertad. Pudo do cubana. Martí lo llamaba de Hermano y blar el Cabo de las Tormentas, salvando Maestro. a pesar de ser su contemporáneo.
de las hondas una vida limpia. Vivió y rea Luchó Don Federico por la libertad de Cu.
lizó mucha historia; ejerció la Cátedra du ba y Puerto Rico. Se le venera en México, rante medio siglo; el periodismo otro tan Cuba lo considera como hijo propio, y se to; el Rectorado de la más antigua Univer le conoce en todo el Continente como el úl.
sidad del Continente, fundada en 1538, y la timo libertador. Representó a su Patria en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica