164 REPERTORIO AMERICANO que el de echar a los españoles de Colombia. 78 ACADEMIA DE MATEMATICA RAFAEL ANGEL LLUBERE ZUNIGA Más tarde declaraba, también con des prendimiento, que no le importaba nada el Obispo. 79 Pero, muy a pesar de estas desa.
venencias y desánimos con sus aparentes desconciertos, el Libertador estaba bien compenetrado del asunto que se tenía entre manos e insistía: Profesor de Estado Cursos en grupos pequeños; especialidad en Algebra, Geometría, Trigonometría, Algebra Superior y Cálculo Infinitesimal. Al Obispo, escribía all Vice Presidente, pienso instar que se quede en el país, porque un Obispo es un personaje útil entre nosotros. 80 Teléfono 3963 Barrio Aranjuez Andando al tiempo, hubo de llegar el momento deseado. Desde Paltivica, cuando la revolución de Pasto, comentaba Bolívar al de Popayán. Yo me congratulo ahora más que nunca en haber instado a con en.
carecimiento para que no abandone el rebaño que el cielo le había encar gado conducir por la vía de la moral y de la Religión. 81 Por estos tiempos, y los que siguen, y desde éstas y otras partes, encontramos al Libertador, quiera que no quiera, inniscuido inevitablemente en los asuntos de que nos ocupamos. Desde Cuenca (87) ya había observado el espíritu partidista que empezaba a infiltrarse paulatinamente aún en las cosas sagradas, evidenciándolo el hecho de que la iglesia de Quito llegó a declararse patrona por sí misma, desorden que Bolívar prometió remediar inmediata.
mente y con modo. Desde Trujillo, otra vez, escribía a Sucre: Bolívar luego le autoriza plenamente para conculir un tratado de indulto y sumisión, todos encaminados, según había advertido el Obispo. para aquietar a algunos mozos indóciles de este pueblo, que sin conocer sus verdaderos intereses, pudieran per turbar la tranquilidad pública, atrayendo sobre sus conciudadanos pacíficos todos los horrores de la guerra. 82 La Presidencia de Quito no se mencionaba en la Constitución de Cúcuta. Sin embargo, los colombianos, entre ellos Bolívar el más destacado, consideraban este territorio parte integral de la República. Ya lo diría el Libertador al cantor inmortal de Judín y Ayacucho. Contaré a Ud. como está esto. Hemos sacado cerca de cien mil pesos de los particulares y de las iglesias. para el mes que viene no tendremos qué comer, sino se toman medidas muy fuertes con las alhajas de las iglesias de todas partes. Recomiendo a Ud. esta medida, pues es muy productiva si se sabe tomar por todo el territorio evacuado por nosotros y que está aún ocupado por nuestras arnas. En esta ciudad, como han tenido niedo, han entregado cerca de cincuenta mil pesos en plata labrada; lo mismo sería en otra cualquier parte con el mismo motivo. 88. Guayaquil ha sido una dependencia de la Presidencia de Quito y ésta de la Nueva Granada. Colombia no perde.
rá el fruto de sus sacrificios, ni per mitirá, sin agravio de sus derechos, que Guayaquil se incorpore a ningún otro gobierno. 88. las necesidades y la carestía son extremas. piélago de confusión y dificultades. los recursos del Perú se han agotado. el desorden de la administración hace que no haya absolutamente rentas. el gobierno no posee sino deudas. este país está ago tado de paciencia, de dinero y de elenien tos. Lima está arruinada. esta gente está loca de padecer. lo peor de todo es que este país está aniquilado. Uds. no dejarán la ocasión de conseguirme dinero para el ejército. sin dinero no hay soldado contento. etc. etc. 90) Solicitábanse empréstitos de gobiernos extranjeros Inglaterra, Chile y del comercio patrio, a que no correspondía muy de su grado la voluntad de los prestamistas.
En medio de estas penosas y desconcertantes circunstancias, no dejaron de apuntar incidentes honrosos y paliativos. Uno de estos casos fué el patriotismo de las comunidades religiosas del Perú que, compenetradas de las dolientes premuras de la patria, contribuyeron los tesoros que se hallaban en la fortaleza de la Independencia, los únicos que lograron salvarse de la rapacidad del ejército de Canterac. Contestose a esta altruísima donación con un decreto del Gobierno de Lima al efecto de que accedía a la devolución de las custodias y va.
sos sagrados. 91. Transcurría el 1824, y con él, se inmortalizaban en los anales del tiempo los días de agosto y de diciembre: Junín y Ayacucho respectivamente. Durante los prime.
ros meses del 25, hallábase Bolívar por Are.
quipa, por los Departamentos del Sur, por Cuzco; se da el decreto para la creación de Bolivia que habría de cincelarse de las provincias del Alto Perú. Impera en el Libertador un propósito de extremada urgencia: poner orden al desorden de la hacienda y otros departamentos del estado. Se le aplaudían estas miras, y dondequiera fué recibido, como él decía, divinamente. Del Cuzco Bolívar había recibido con anterioridad a estos viajes, una comunicación del Obispo del Cuzco donde se hacían votos del más ardiente patriotismo. esta nota del Ilmo.
Calixto de Orihuela el Libertador contestaba con promesas de siempre sostener los fueros del santuario, y con esperanzas de recibir del prelado la bendición apostólica. 92) Empero, otro señor Obispo, el de Are.
quipa, y de quien Bolívar esperaba favorable edicto como se le requeria, demoró hasta el extremo de que el Libertador escribiese terminantemente al Ganeral La Fuente. Los patriotas de Guayaquil, muy a pesar de su fervor y entusiasmo, no pudieron habérselas con el gobernador Aynerich quien sostuvo a Quito inalterablemente con la casi aniquilación de Sucre y las fuerzas republicanas que habían entrado en la campaña por órdenes del Libertador. Vino la tregua del armisticio y el error del español en concederlo puesto que hubo de iniciar la costosa contienda de Bomboná (84) seguida de la victoria de Pichincha. 85) tras lo cual hacía su entrada triunfal en Quito el futuro Mariscal de Ayacucho. Llega Bolívar a esta metrópolis, y de aquí a Guayaquil el 11 de julio, incorporándose a los dos días la provincia de este nombre a la República de Colombia. 86) Durante el 26 y el 27 del mismo mes de julio de 1823, tiene lugar la memorable e incógnita Entrevista con San Martín. Desde esta misma ciudad envíanse al Perú primera y segunda expediciones, a las que sigue la entrada de Bolívar en Lima para septiembre de ese año. Más tarde, el Congreso peruano, antes de su disolución, en febrero del siguiente año, otorga al Libertador amplios poderes dictatoriales.
El sabio investigador, Don Vicente Le cuna, en un escolio de su monumental edición Cartas del Libertador, nos ofrece a continuación del documento citado, una nota poco conocida, en que se muestra cual era el concepto de Bolívar en esos momentos respecto a las relaciones de la Iglesia y el Estado, y en vista de las exacciones que se dicen. La carta en cuestión va dirigida al Ilmo. Señor don Juan Muzzi, Arzobispo Fi.
lipense y Vicario Apostólico en Chile; mensaje trasmitido por conducto del Ministro General del Perú, Sánchez Carrión. Singularizamos de dicha misiva aquel propósito indicado por el Libertador de proteger el esplendor de la Iglesia y evitar que sean escarnecidas sus instituciones y vejada Ja dignidad del augusto depositario de sus lla ves. 89) a propósito de tales contri buciones forzadas, cuanto de censurable pu.
diera traslucir semejantes actos, debe tenerse a la vista la situación tan apremiante, crítica y comprometedora por la cual cursaba Bolívar y sus hombres. Hallábanse en un país extraño a donde habían venido a prestar sus servicios gratuitos; o por inte.
rés muy personal si se quiere, por cuanto el estado caótico, inestable en estas regio nes peligraría la seguridad política de la misma Colombia. También, la correspondencia del Libertador por este entonces está repleta de frases que revelan intensas difi.
cultades de varias especies, al tenor de. Vea Ud. por qué es que el Obispo no quiere dar la pastoral: si no la da mándele Ud. salir fuera del país y embargue Ud. los bienes del hermano 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica