Anarchism

REPERTORIO AMERICANO Teléfono 3754 Correos: Letra J. García Monge En Costa Rica: EDITOR Sus. mensual 00 CUADERNOS DE CULTURA IBEROAMERICANA. y concebí una federación de ideas, Mía de Bostos.
El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública no se ha de ceder ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. José Martí. Bárbaros, las ideas no se ma tan. repitió Sarmiento Desgraciado el pueblo cuando el hombre armado delibera. Bolivar EXTERIOR: Suscrición anual. dólares Giro bancario sobre Nueva York El romanticismo en América Por Enrique ANDERSON IMBERT (Es un recorte de La Nación de Bs. Aires. Junio de 1947. Envío del autor)
En una historia literaria hispanoamerica.
somos tan pobres, necesitamos apoyarnos unos na, el uso de los ismos es especialmente pelien otros y todo nos sirve porque nos queda groso. También en Europa la nomenclatura mucho por hacer? Se sentían robinsones en el convencional de los períodos suele falsear cl desierto y había que fundar una cultura con proceso histórico; pero por lo menos allá, y los elementos a mano. Nuestros escritores han y sobre todo en Francia, la producción es tan pensado más en la solidaridad de ese esfuerzo copiosa y las reacciones de grupo a grupo son que en diferencias artísticas. Las escaramuzas tan notorias, que clasicismo. romanticis.
que surgieron en realidad fueron políticas, mo. realismo. simbolismo. etc. son es.
aunque con un pretexto literario. No hubo una quemas lo bastante objetivos para que poda.
generación romántica hispanoamericana que mos usarlos con provecho. Pero al proyectarse rompiera con las normas estéticas anteriores, sobre la América española esos esquemas euro.
desplazara a los escritores racionalistas e impeos ya no coinciden con los objetos literapusiera una nueva literatura. Sólo en Chile es.
rios americanos y se quedan un poco en el talló en 1842 una polémica violenta entre par aire, abstractos.
tidarios del clasicismo y partidarios del romanticismo: violenta a causa de los argentinos, Con el concepto romanticismo nos he.
mos habituado a representarnos un amplio peque habían recibido el impacto directo del bis toricismo liberal francés y estaban preocupados ríodo europeo que se abre a fines del siglo por algo que no era literatura. Pero precisa XVIII; pero las características que se obtienen mente el encuentro en Chile del clasicista vene.
al analizar la literatura llamada romántica son nuestra historia, el acento ha ido corriéndose zolano Andrés Bello y del romántico argenticomplicadísimas, muy vagas y a veces contra dictorias. En realidad, esas características nun del plebeyismo al aristocratismo, y viceversa. no Domingo Sarmiento es un buen ejemplo Lo peculiar de la nueva sociedad que se creó de cómo entre nosotros las banderías literarias ca han dejado de mostrarse, separadamente, en la literatura de todos los tiempos: lo que ha en América con el contacto de españoles e in fueron menos importantes que la común vopermitido acuñar el término romántico es dios, no es tanto el mestizaje como las tensio luntad de servir a América, poniéndose en el nes y distensiones de una cultura aristocrática punto de mayor tensión intelectual. Bello, que, por complicadas, vagas y contradictorias en principios pero niveladora y anárquica en aunque clasicista, cedió a los reclamos de una que sean, uno las ve actuar a la vez, en un sus fuerzas profundas. porque a cada paso expresión americana libre y original: Sarmien solo movimiento de exaltación sentimental.
todo parece desmoronarse y regresar al caos, En cada país el romanticismo surgió con un to, aunque romántico, mostró apego a las nor.
el pensamiento, en América, tuvo que ser un mas. La realidad americana, siempre revuelta tono peculiar: y en España lo peculiar fué pensamiento aplicado a la realidad social. y sacudida por fuerzas de integración social y como lo ha demostrado Edgar Allison Peers Aun los poetas fueron hombres de ac fuerzas desintegradoras, no siguió paso a paso en The romantic movement in Spain que ción, constructores o polemistas. Estaban con la sucesión de tendencias de Francia; ni siquie.
nunca triunfó contra una literatura anterior.
sagrados, quieras que no, a una tarea pedagó. ta las de España. Los ismos, opuestos en Eu Lo que se impuso fué más bien una conciliación gica: enseñar, enseñar siempre. Los clasicistas ropa como en guerrillas civiles, con sus cacientre ideales románticos e ideales clásicos. Du.
criollos, aun proponiéndoselo, no hubieran po ques, sus manifiestos y banderas, sus bandas de rante el siglo XVIII España había procurado in dido remontarse, no digamos a las normas gre. música, propaganda, revistas y tertulias, venían corporarse a la cultura europea a través de las co latinas, pero ni siquiera a las del Renaci aquí a romper filas, a mezclarse y reordenarse formas espirituales de la Francia de Boileau; miento o a las de la Francia de Luis XIV: en nuevos batallones que lucharían, todos jun y durante el siglo xix esa dirección clási habrían tenido que desgarrarse de la carne de tos, contra la barbarie. como llamaba Sarca, crítica, racionalista, didáctica, lejos de América, dejar de ser americanos y caer en el miento a las masas.
quebrarse, acogió la propia tradición nacional vacío, como miembros mutilados. Tampoco No quiero decir que el eclecticismo pecuque desde el Cid hasta Calderón había sido los románticos criollos hubieran podido con liar de América sea en todos los casos el resul fuente de hondas emociones para los romántifundirse con las voces de los pueblos. aban tado de un ideal lúcido y deliberado de aunarsa cos de toda Europa y se hizo también román.
donarse al color local y a la espontánea li en pro de la civilización. El afán de síntesis es tica, pero sin estridencias. Las estridencias fue bertad de expresión que proclamaban: los hu un rasgo natural, a veces oscuro e inconsciente ron accidentales, y sólo se oyeron por los años biera arrastrado la anarquía, se hubieran hun 1835, 1837. El romanticismo español en gede nuestra cultura. Lejos de Europa, de las bidido en la chabacana vulgaridad de las masas, bliotecas, del periodismo, de la conversación neral, fué ecléctico. eclecticismo es la pa habieran perdido la unidad de la lengua, el creadora, nuestros escritores siempre solitarios!
labra que, en el período considerado como tono artístico y hasta las ganas de escribir. suelen sentirse inseguros de sí mismos, y por romántico, suelen usar los escritores hispanoAun en el Martin Fierro, especialmente en la eso sobrestiman el valor de lo europeo.
Avida americanos cuando tratan de definirse.
segunda parte, es evidente la actitud morali mente lo adoptan todo, en un impetu de cono.
Dudo que sea posible señalar en la litera zante, reformadora y constructiva: José Her cimiento universal, sintetizador. No pueden tura europea un movimiento pendular entre nández era mucho más antigaucho de lo que darse el lujo de renunciar. Todo les sirve.
tendencias clásicas y románticas. Aunque él mismo creía, y su poema mucho más euro Por eso quien aplique sobre la literatura así fuera, en la española ese péndulo parece peo de lo que sus críticos han creído. No es americana el reticulado teórico de la historia descomponerse; y en América se descomponc sugestivo que en la literatura hispanoamericana literaria europea deformará nuestra realidad: del todo, pues el movimiento puramente esté. cada generación, en vez de reaccionar contra a través de esos retículos no verá nada o lo tico se complica con otro sociológico, movi la anterior, se ponga a recoger lo valioso del verá todo más confuso que antes. Los ideales miento de arriba abajo y de abajo arriba, en pasado? Ni los románticos rompieron con los estéticos andant en América con el paso cam.
tre los esfuerzos cultos y la inercia plebeya. neoclásicos, ni los modernistas con los román. biado, a destiempo y marchando en líneas de El tema más importante de la historia litera ticos.
formación nuevas.
ria hispanoamericana me parece que es la dra Es como si todos se estuvieran diciendo: mática movilidad con que, a lo largo de toda ¿a qué dividirse en querellas estéticas, cuando Ann Arbor (Michigan. mayo de 1947. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica