REPERTORIO AMERICANO Pero, al fin. Quién es BOLIVAR. En Rep. Amer. Si queremos dar culto al Libertador de América, apartémonos del mito. Cerremos las puertas a la fábula. Huyamos de la versión fetichista, de la magia desnaturalizadora, de la mitología desocupada. busquemos en nuestra realidad exacta la medida de su anhelo. Estudiemos los propósitos y alcemos el postulado frente a la rimbombancia y la cursilería. Bolívar, constructor de la Libertad, no es una deidad: es una exigencia. La exigencia, diariamente renovada, de mantener sus ideas. Humanicemos a Bolívar. Encontrémonos, descubramonos en él. Combatamos con su intrepidez, por una realidad democrática sensata, sin frenesí.
Bolívar académico, Bolívar totemizado, Bolívar habitante de museos, ornamento de discursos, deidad de retórica barata, es el único enemigo de Bolívar. Busquemos ser el pueblo sincero, diligente.
circunspecto, tersamente comprensivo, que oye a Bolívar en el corazón. Con este Bolívar humanizado y diáfanamente sencillo: con este Bolívar sano, saludable, puro; con este Bolívar diluído en la vida limpia, en los imperativos de la conducta; con este Bolívar indivisible, impar, intimamente conllevado, encaremos al Bolívar que nos sale al paso desde todos los desvanes, coronado de adjetivos y adobado con todos los aderezos de la mitomanía. Huyamos del Bolívar que construyeron los desocupados y los alcornoques.
Simón Bolívar en 1830 (Estudio de Michelena. César ANDRADE CORDERO.
Cuenca. Ecuador. 1950.
Poemas (Del cuaderno Cinco Poemas. Ediciones Cultura Hispánica. Madrid. 1949. TRES SONETOS ELEMENTALES ENCUENTRO DE LA ISLA El Agua E! Viento Por las tranquilas olas: en riente flor de la estela azul transfigurada.
Con cítara de viento naufragada y arcángeles de luz resplandeciente. Oh linfa, casta diosa azul y pura!
Lames tu margen leve, radioso, ancha la espuma, el giro veleidoso, cristalina de cielo y de verdura.
Dulce saeta del liviano acento, tu invisible presencia es al sentido táctil celeste abismo de sonido: velo que envuelve fiel al movimiento.
Te vi por la neblina de mi frente Isla desde tus márgenes amadaleve despojo de razón: la nada diríase tu sino de repente.
Por ti sedoso junco audaz procura aliento dar al cauce deleitoso.
Parásita del sueño generoso, copia tu limpia imagen la figura.
En claro enjambre el tembloroso aliento a un vértice de rama suspendido, rastro puro del aire, su sonido, mora en el polvo y en el firmamento.
Hallé junto a tu sien la estrella pura: del caracol su lóbrega ventura: algas y limos, milagrosa vida.
En tu esmeralda plena, sumergida sierpe glacial la luz navega huida: bosque del agua que destellos mana.
Arpa en desasosiego. Caravana de la airosa ascensión. Oh peregrina ráfaga airada, del airado instante!
En este espacio luminoso creo: en nacarado semidiós bufeo, en tu salobre gracia bendecida.
Linfa, deidad serena, milagrosa: abrácete el invierno de la rosa, el corzo de la brisa y la mañana.
Delantero en su rueda casquivana el viento azota, corazón de espina, al mundo y sus espejos de diamante.
El Fuego REGRESO DE LA ISLA Lengua fugaz. oh lumbre clara, viva!
Viertes en oro líquido hermosura. En qué aéreo puñal tu vestidura de infierno y cielo se quedó cautiva?
Exacta en tu irisada geometría de verde mar y espuma aprisionada, tu bienandanza dejo. Inviolada, los pájaros coronan tu alegría.
Si no es es menguada tu presencia esquiva. lirio de la liviana arquitecturaer tu amarilla cárcel, sin ventura, gracia sea la imagen rediviva.
Etérea por la leve lejanía. más que rosa de bruma sombra airadaeres aliento de infinita nada: fantasma del sentido y la armonía.
WW Socávame la entraña fuego y gloria!
Para la vida y muerte, la memoria cara ha de ser a tu letal bandera.
Tras infinitas huellas siderales, ur. delfín pone anuncios de cristales: cielo y mar, mar y cielo, es el arcano. De cordero y león, el aire riza partido el cielo en fruta de ceniza, tu lumínica y blonda cabellera.
En tierra ya la planta, tu figura. corola de salina arquitecturarenacerá en la palma de mi mano.
Moche, Trujillo Por Camino Sánchez.
Perú. 1939.
Stella SIERRA.
Panamá. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica