100 REPERTORIO AMERICAN Doncella incomparable beradamente limitado sino ampliamente enlocado. Pedro Sarniento, el Periquillo de la historia, previene a sus hijos contra la maledicencia de los necios e inmorales y (En Rep. Amer. ruega que no se presten los cuadernos relativos a su vida ni a las viejas hipócritas, ni a los curas interesables, y que saben hacer negocio con sus feligreses vivos y muel.
Asombrada y nerviosa, fino perfil de espanto, tos, ni a los médicos y abogados chapuceGacela quebrantada que se agota en el viento, ros, ni a los escribanos, agentes, relatores y Tenías una lenta voz de humó adolescente.
procuradores ladrones, ni a los comercian tes usureros, ni a los albaceas herederos, Absorta y conjugada doncella incomparable, ni a los padres y madres en la educación Terminabas, entonces, en un límite breve.
de su familia, ni a las beatas necias y supersticiosas, ni a los jueces venales, ni a Estrella sin rebaño, luna incauta, los corchetes pícaros, ni a los alcaides ti.
Paciendo entre la niebla, Eras un balbuceo sin légamo en la brisa, ranos, ni a los poetas y escritores remendones. ni a los oficiales de la guerra ni la dormida comba que en tumulto se enciende.
soldados fanfarrones y hazañeros, ni a los ricos avaros, necios, soberbios y tiranos de Ibas viento de antílopes y almendra de sonrisas los hombres, ni a los pobres que lo son por Con séquito de aromas y palabras chorreantes, flojera, inutilidad o mala conducta, ni. Sin que osaran mis ojos tocar de seda y ángel Tu vencedora frente.
los mendigos fingidos. ni a las muchachas que se alquilan, ni a las mozas que se corren, ni a las viejas que se afeitan, ni.
Superficie constante y esclavitud de mármol, pero va larga esta lista. 15. Porque El PenNada escapó de ti sin resplandor, sin rostro.
sador, de larga experiencia observadora de los hombres en una sociedad donde hacían Caminante enlutado, esculpido en la noche, su asiento, y aun plagan partes diversas de Llevé junto a tu nombre mi grito encadenado.
nuestra América, las señaladas y otras mu chas escorias de tal laya, no podía menos Aquí pone tu nombre su música aterrada, de reaccionar, de mostrarse enérgicamente es traspasado, y alto, y firme sobre el mundo.
desconforme e intolerante contra lo que al parecer se aceptaba con apática e indiCésar ANDRADE CORDERO gesta indiferencia. De manera que, como en épocas de crisis en nuestros países sien.
Cuenca, Ecuador. 1951.
pre ha habido hombres de acción que hacen historia a la vez que la escriben; que estiman la literatura como medio de pro paganda. 16, Lizardi arremetió contra fijos convencionalismos malsanos con la vaPablo, Alemán y su Guzmán, y anterior. dos temas que se abordan en El Periquillo lentia incontrastable y el desenfado de mente, allende los Pirineos, el bárroco pancriterio censorio y cáustico, si se quiere, tagruelismo rabelasiano. El Pensador es un y otras obras literarias de El Pensador, te.
paliable éste, por supuesto, por haberlo mas que esclarece con voz de protesta, cace Feijóo cuando dirige su protesta contra in apuntar que su inconformidad se inicia y puesto al servicio de la verdad y de la jus.
útiles creencias y supersticiones viciosas; despunta desde los comienzos de su obra ticia. Aplicable a El Pensador lo de Azo un Pereda pintando al desnudo escenas de rín a Feijóo: una sensación de hostilidad maestra: el nacimiento y otros etcéterag color local; es un Rousseau en materias hacia un determinado ambiente. 17.
relativos al héroe. Aquí ya procede Lizar.
educacionales; es la caterva enciclopédica di contra muy arraigadas costumbres antaPara su denuncia válese Lizardi de varios en puntos de gobierno, y con restringenpersonajes de su novela, y de Periquillo, el ñonas tocante a lo que se hacía y se hoce cias, en cuanto a ciertos aspectos extercentral, echado al mundo en constante Va por el recién nacido: engalanar a éste con nos, o sean, los formalismos de la religión.
gar, insensible a todo lo agradable y her.
reliquias y baratijas del supersticioso paga. No lo fué así el inmortal maestro de la moso que le rodea. Le entretiene y preocunismo: Llega luego el momento de cristia.
novela moderna: Galdós? Anticipóse Lizar nar al niño, y nos encontramos con que los pa, por otra parte, sólo el aspecto social y di a muchos prohombres de su tiempo en moral de los vericuetos por donde penetra, progenitores haciendo comercio del Sacra la defensa de los derechos inalienables del para exhibir, de brocha gorda, andrajos y mento del Bautismo no solicitan padrinos etiope, argumentando que el pensar que miserias. Estos nos los describe con energía virtuosos y honrados, sino que posponen un negro es menos que un blanco. es y colores vistosos; los expone tal como sor.
éstos a los compadres ricos o de rango.
una preocupación opuesta a los principios fotográficamente, sin rodeos ni ambages.
por el rastrero interés de que les den algu de la razón, a la humanidad y a la virtud Pintor realista, y por ende, a veces bruta. no friolera. o que quizá. serán útiles a sus moral 18. de este mismo razonamiento de la vida de su tiempo, pero que lleva el hijos después de sus días. 19. estos mis se sigue que puede ser aplicable a cuantos sello de una optimista efusión de simpatia mos padres, siempre prestos a ser indulgentienen en menos o aprecian despectivamenhumana. Llega sí, a la crudeza repugnante, tes y mimosos, soportan los remilgos de te el temple y carácter de las millares de al asco, y de cierto nos ofrece el caliginosus hijos en el comer o los crían cursien.
pobres que constituyen las masas del teso vaho de las bajas esferas sociales. En tos, barrigones y descoloridos por permitir rrígeno americano. Es Lizardi, en síntesis, pero, no lo fueron menos Quevedo y su les comer indistintamente a todas horas, un indisciplinado en toda la extensión de sin orden ni regla en la cantidad y calila palabra pero que, al lado de la parte dad de los alimentos Además ¿por qué se negativa e inquieta, como Feijóo, Nasdeu y damnifica el desarrollo físico de estas cria 15. Fernández de Lizardi, Op. cit. otros en España, ofrece una crítica cons26.
turas negándoles el aire libre, no haciéndotructiva y de valores perennes avenidos les bañar con frecuencia ni acostar a una para el entonces, y para hoy día, cuando hora regular? 20. qué hay respecto al 16. de Icaza, El Quijote durante tres sitodavía prevalecen en nuestros países gran uso y abuso de poner malos nombres, proglos, Madrid, 1918, 118.
parte de los innúmeros errores que condenara.
Sin dar exhauste a los múltiples y varia19. Fernández de Lizardi, Op. cit.
29.
17. Azorín, Los Valores Literarios, Madrid, 1913, 120.
18. Fernández de Lizardi, Op. cit. 2, 246.
20. El Periquillo, 1, pp. 32 33. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica