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REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Tomo XLVI San José, Costa Rica 1950 Viernes 15 de Diciembre NO 21 Afio XXXI No. 1120 Los escritos de SANTIAGO PÉREZ masiado joven cuando actuaba la generación del 49, la de Florentino González que, bajo el estandarte heroico, patricio y democrático de José Hilario López, rompió los moldes coloniales de la república, en medio de una conmoción civil y conceptual ciclónica, para lanzarla a la conquista de la vida política moderna. Por aquellos días, don Santiago, mozo de veintiún años, recién graduado, colaboró con brillo fecundo en una de las empresas magnas del nuevo régimen: el estudio del país y el levantamiento de sus cartas geográficas, como relator de la Comisión Corográfica, en reemplazo nada menos que de Manuel Ancízar. La descripción del Chocó, por el joven Pérez, en cumplimiento de esa misión, abre el volumen a que se hace referencia, y es de un interés permanente, tanto por el aspecto científico co mo por el literario. Ocupado en estos menesteres científicos y después en los pedagógicos con la fundación de un famoso colegio, Santiago Pérez no empezó a influir vigorosamente en la vida pública sino con la iniciación del régimen radical, después de la Convención de Rionegro. Perteneciente a una generación un poco posterior a la de los precursores e inicia dores de la gran transformación política y so.
Santiago Pérez cial, don Santiago confundió los últimos treinta años de su vida con la vida de la república, fué el espíritu puro del radicalismo, asistió a la catástrofe de la libertad, combatió la regresión en la primera fila, sufrió persecuciones Por Juan LOZANO y LOZANO por la justicia, y murió en París en el primer (En El Tiempo de Bogotá. 16 VII 50)
albor de este siglo, después de siete años de doloroso exilio.
La benemérita Academia de Historia ha y con su sola acción de presencia, para no ha Su vida y su obra tienen una consistencia publicado el volumen octogesimo primero de blar de sus vastas labores, infunden a aquella y una pureza de diamante, y representan el arsu colección de obras y documentos naciona vieja casa de la calle décima un calor de casa quetipo de espíritu civil que fué hasta ayer les, volumen que contiene una selección de es habitada, de familia en actividad, de núcleo honor de nuestra república. Como todos los critos y discursos de don Santiago Pérez. Ade vital, que convierte la historia en cosa actual.
de su generación, fué humanista profundo, es más de estos ochenta y un gruesos tomos, di Este último volumen de la Biblioteca de tilista luminoso, inconmovible doctrinario de cha Academia ha dado a la luz ininterrumpi Historia es por demás interesante, porque la la libertad, héroe y mártir de la probidad, apadamente los cincuenta volúmenes de su precio vida y la actividad de don Santiago Pérez están sionado amante de la patria. Pero sobre todos sísimo Boletín Mensual y ha dado origen, oca indisolublemente vinculadas a toda una época sus grandes conmilitones y contemporáneas, sión, estímulo, ambiente, a la aparición de de nuestra vida cultural y política que es re ostentó una soberana fuerza mental, que lo varios centenares y aun millares de obras de lativamente reciente, pero que, por intensidad hizo, con ventaja, émulo de Caro y que lo sus socios, referentes a los más variados aspec de acontecimientos, pureza de intenciones, pro erige en maestro de ideas; manejó un estilo tos de la historia colombiana. Labor tan in fundidad de concepto, magnitud de hechos, de oro, como en Colombia no lo ha manejado gente realizada en sólo medio siglo de existen representa el pasaje más valioso de la vida co nadie; mantuvo ante todos los episodios del cia, confiere a nuestro Instituto de cultura his lombiana, después de la gesta de la indepen poder y de la derrota una coherencia infrangi tórica un puesto de primera magnitud entre dencia, y es como la edad de oro del espíritu ble, que lo acredita como paradigma de coraje las asociaciones sabias de los dos continentes nacional. Esa época ha sido, por rara antino civil; y expandió sobre su época una bondad americanos y un itulo, difícilmente parango mia, la menos estudiada de la historia del país. de corazón, una sencillez señoril de maneras.
nable, a la admiración y a la gratitud de nues. Es la era de los presidentes de la Federación, una piedad de sentimientos, una incapacidad tros compatriotas. La Academia ha tenido la del régimen radical, de la emancipación espi tal para el odio, la violencia, la vanidad, el fortuna de constituirse en una especie de ho ritual de la patria; y la densa trama de aquel truco, la mala fe, la mezquindad, la envidia, gar de los estudiosos, antes aun que en una tercio de siglo que va de la elección de José que lo erigen, ante nuestros ojos asombrados, escuela de letrados; y es a su ambiente frater Hilario López a la reunión del consejo de de en una suerte de santo de la política. Así, en nal y devoto, a su calor cordial, a lo que prin legatarios que había de redactar la Constitu todos los momentos de su intensa vida de escipalmente debe acreditarse la colosal obra cum ción de 1886, fué tejida por una pléyade de critor, orador, magistrado combatiente, se nos plida. Si ayer hombres como Pedro María Iba hombres de capacidad intelectual y de mag aparece Santiago Pérez en esta recopilación de ñez y Eduardo Posada le consagraron todo su ritud humana tales, que significan un fenó sus mejores páginas. Si el estilo es el hombre, tiempo, su amor, su diligencia, la tradición meno de la historia comparable, con relación a un estilo de esa penetración espiritual y de no se ha perdido allí jamás: y ahora hay hom al medio, a los fenómenos de la Atenas de Pe esa gravidez luminosa, tenía que corresponder bres que por más de treinta años, como Luis ricles, de la Roma de Augusto, de la Floren una vida como la de Santiago Pérez.
Augusto Cuervo y Ricardo Cortázar, han asis cia de mediados del siglo quince a mediados La compilación ha sido hecha por iniciatitido allí todos los días, por largas horas, con del siglo diez y seis.
va y cuidado del académico, jurisconsulto y abandono casi total de los propios intereses; Santiago Pérez nació en 1830 y era de polígrafo doctor Eduardo Rodríguez Piñeres. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica