Anarchism

REPERTORIO AMERICANO Tomo XLVI CUADERNOS DE CULTURA HISPANA San José, Costa Rica 1950 Lunes 30 de Agosto Año XXX. No. 1115 No. 16 SAN MARTÍN, genio moral Por Germán BERDIALES (En La Prensa de Buenos Aires. Mayo 28 de 1950. Armoniosa lección de patriotismo Toda la vida de San Martín es una permanente, continuada, ininterrumpida armoniosa lección de patriotismo; del más puro, del más bien entendido, del mejor inspirado patriotismo. Pensamiento y acción, hechos y doctrinas, relacionanse y compleméntanse en su larga y fecunda existencia.
Abandona su brillante porvenir en el ejér cito español para acudir en auxilio de la patria esclava y pobre, y exhorta enérgicamente a sus conciudadanos: No es suficiente el sacrificio de nuestras fortunas; es preciso oblar nuestro sosiego, nuestra existencia misma.
Arráncase a las dulzuras del hogar recién constituído para lanzarse a los campos de batalla, y declara vehementemente a los cuya.
nos. Mi vida es lo menos reservado que po seo; la he consagrado a vuestra seguridad; la perderé con placer por tan digno objeto.
Hace oídos sordos a los ataques de la maledicencia ambiente para no perturbar la obra revolucionaria, y comenta ironicamente en la intimidad. Después que llamé la reflexión en mi ayuda, bice lo que Diógenes: zambullirme en una tinaja de filosofía y decir: todo esto es necesario que sufra el hombre público para que esta nave llegue a puerto.
Desobedece al gobierno nacional para dar la independencia a otros países americanos, y exclama exaltadamente a la faz del tribunal de la historia: El amor a la patria me hace echar sobre mí toda responsabilidad si contribuyo a salvarla, aunque después me ahorquen. Ante la causa de la América está mi honor; yo no tendré patria sin él, y no puedo sacrificar un don tan precioso por cuanto existe en la tieTra. No hay respeto humano que deba guardarse cuando se trata de la seguridad y libertad americana.
Renuncia al mando supremo de un Esta do para dejar paso al émulo afortunado, y manifiesta moderadamente a los hombres que le deben así dos veces su libertad. La voz del poder soberano de la Nación será siempre oída con respeto por San Martín como ciudadano del Perú, y obedecida y hecha obedecer por él mismo como primer soldado de la libertad.
Trunca su carrera de gloria para hundirse en la oscuridad y la soledad del ostracismo, y arenga melancólicamente a sus soldados. Buscaré en el retiro el seno de la paz, y cada día que abrace a un viejo soldado del ejército libertador, recibiré la más dulce recompensa de todos mis trabajos. por último, envaina su sable para no teñirlo con sangre de hermanos, y lamenta viencuentro de esos hermanos más de mil cargas de víveres y muchísimas bestias de silla para sus socorros. Yo salí a Uspallata, distante treinta leguas de Mendoza, en dirección a Chile, a recibirlos y proporcionarles personalmente cuantos consuelos estuviesen en mi posibilidad.
Cuando llega a Chile, al frente del Ejército Libertador, se apresura a tranquilizar, con bonhomía admirable, a los pobres de espíritu que claudicaron ante el opresor: así les dice, comprensivamente: No es de nuestro juicio entrar en el examen de las opiniones; conocemos que el temor y la seguridad arrancan muchas veces las más extraviadas contra los sentimientos del corazón.
Después de Chacabuco y de Maipú, al proponer el canje de prisioneros, expresa en un oficio al enemigo: La guerra, bajo cualquier aspecto, es un mal que se agrava por la rigidez o demasiada austeridad de los que desgraciadamente se ven estrechados a hacerla. con motivo de la última resistencia que San Martin aún se le ofrece en el sur del país, invita al je(Dibujo de Eduardo Alvarez) fe español a cejar en su desesperada estéril lucha: Nada honra más a un general son sus elevadas consideraciones de entonces que rilmente al oído de su compañero y amigo el conservar su serenidad en los peligros y arrosgeneral Higgins. la verdad, cuando uno piensa que trarlos cuando hay probabilidad de vencer; pero nada eclipsa su nombre como el derramar tanta sangre y sacrificios no han sido empleainútilmente la sangre de sus semejantes.
dos más que para perpetuar el desorden y la Ya en camino del Perú, incita a sus soldaanarquía, se llena el alma de desconsuelo.
dos a acreditar la humanidad, el coraje y el Su fuerte sentimienhonor que os han distinguido siempre, donde to humanitario quiera que los oprimidos han implorado vuestro auxilio contra los opresores. afirma que San Martín, desde el victorioso estreno de no busca el campo de batalla sino cuando es sus armas en suelo americano hasta que las preciso pasar por él para llegar al templo de envaina para marchar a Europa, está siempre la paz. y propone a su contendor, el virrey poseído de un fuerte sentimiento humanitario Pezuela: Hagamos la guerra con humanidad, que pone de manifiesto en cuanta ocasión se ya que hasta aquí no hemos podido hacer la le presenta propicia; véanse algunas: paz sin contrariar los principios de los gobierAl pie del parte de la acción de San Lonos libres de América.
renzo da cuenta, en una nota, de que el coEn plena ratificación de tales conceptos, mandante de la escuadra enemiga le ha envia y al poner sitio a Lima, accede a que se indo un oficial parlamentario con el ruego de troduzcan en la ciudad los víveres necesarios que le vendiese carne fresca para poder ali para el consumo de la población, circunstanmentar a sus heridos y en consecuencia dice cia que aprovecha para declarar que no hace llanamente he dispuesto se facilite media res) la guerra a los pueblos ni es su intención que exigiéndole antes su palabra de honor de que los habitantes de la capital sufran los efectos no será empleada sino con ese objeto. de un mal que no han causado. aún más: No lleva un mes en el gobierno de Cuyo, llega a admitir, como fiel y decidido mantecuando acoge con fraternal generosidad a los nedor de aquellos principios, que hasta los comchilenos, recientemente vencidos en Rancagua. batientes enfermos alcance el beneficio acordaCon emoción cuya sinceridad la hace conta do, pues, al fin, estos soldados en su estado giosa, relata el patético suceso en estas líneas: dejan de ser mis enemigos. Concebi al momento el conflicto desolador de las familias y desgraciados que emi La misión especígrarían a salvar la vida, porque fieles a la na fica del soldado turaleza y a la justicia se habían comprometi do con la suerte de su país. Mi sensibilidad San Martín vive en diaria, intima comuintensísima supo excitar la general de todos los nión con sus oficiales y aun en contacto digenerosos hijos del pueblo de Mendoza, de recto con la masa de sus soldados. Acércase manera que con la mayor prontitud salieron ai familiarmente a unos y otros para comunicar Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica