BourgeoisieWorking Class

118 REPERTORIO AMERICANO verso rra?
Tú me pestilentes y la substancia inextensa e res, de la superstición de este gran uni tros cúbicos de aire enrejado, algo más inmaterial. de la adoración de mi mismo. que ese tiesto lleno de agua y que las PROLETARIADO Tú me revelaste en otro tiempo al sabio sangrientas piltrafas de carne que el en el trono, cuando exclamó a la visti guardián le sirve a diario.
Lo sepa o no la burguesía, su papel de este mundo en que figuraba como ha acabado; ni podría ir más lejos ni pue Te hacen falta tus riscos, tus peñas, un semidiós: ivanidad de vanidades! Tú de renacer. Pero que entregue en paz.
tus nevadas montañas, tu sol, tu nativo fuiste el demonio faniliar del filósofo suelo, tu nido de ramas secas en la cúsel alma! El advenimiento de la plebe no cuando desenmascaró de un golpe al dog pide del farallón desde donde elevabas tendrá por resultado el eliminarla, en mático y al sofista, al hipócrita y al el sentido de que la plebe viniese a retu pujante vuelo hacia el eterno azul en ateo, al epicúreo y al cínico.
emplazar a la burguesía en su preponacecho del guanaco, de la llama o de la derancia política, después de sus privile¡Dulce ironía! Tú sola eres pura, casvicuña que pastan los liquenes de la siegios, propiedades y goces, mientras que ta y discreta. Tu das gracia a la belleza la burguesía reemplazará a la plebe en y sazonas el amor; tú inspiras caridad Hombre, es verdad todo eso me falsu salariado. Ambas deben absorberse por la tolerancia. disipas el prejuicio ho ta, pero ya hace tantas lunas que dejó recíprocamente en una conciencia supemicida; enseñas modestia a la mujer, au mis lares, que ya ni los recuerdo; me rior; y el día en que la plebe constituida dacia al guerrero, prudencia al hombre he avenido con mi cautiverio y con exen mayoría haya tomado el poder y prode Estado. Apaciguas, al sonreír, disen cepción de unas cuantas millas cuadraclamado, según sus aspiraciones del desiones y guerras civiles; pones paz en das de espacio en donde pudiera estirecho nuevo y las fórmulas de la ciencia, tre hermanos, procuras la curacion dei rar el cuerpo y batir mis inútiles alas, la reforma económica y social, será el fanático y del sectario. Eres maestra de no me sentiría mal, pero me falta algo dia de la fusión definitiva.
la Verdad, sirves de providencia al Ge más que ya debieras haber adivinado.
nio la Virtud, oh diosa, eres también IRONIA. Confíamelo; talvez pudiera ayudartú.
te a conseguirlo; soy amigo del Jefe de Ironia, libertad verdadera. Ven, soberana; vierte un rayo de luz este Parque y me consta que él es perlibertas de la ambición del poder, de la sobre mis conciudadanos; prende en su sona buena y dispuesta a aliviar la suerservidumbre de los partidos, del respealma una centella de tu espíritu, para te de sus prisioneros Qué te falta?
to de la rutina, de la pedanteria de la. Mira a tu izquierda. En esa jaula ciencia, de la admiración de los grandes que mi confesión la reconcilie y esta inpersonajes, de las mixtificaciones de la evitable revolución se lleve a cabo en semejante a la mia, viven un par de Europeas, y salvo una que ot política, del fanatismo de los reformado serenidad y alegría.
disputa por arrancase las piltrafas del diario sustento, viven satisfechas. Mira a la derecha cómo surcan la laguniUn escrito inédito de MAGON ila esa pareja de Cisnes Ingleses; viven Envío de doña Berta González de Gerli en perfecta armonía. Mira más al Norte, el inmenso jaulón de las Aguilas Como el Parque Zoológico queda al a la acongojada víctima; cómo aquel pi Americanas y de los Buitres de esta tiefrente de mis habitaciones, y como yo co de acero afilado como un puñal flc rra, por parejas, con sus nidos, con sus soy talvez más aficionado a la compa rentino indica que es arma que corta y cuevas; gritan desde el amanecer y arñía de los animales injustamente llama desgarra sin piedad los tejidos más re. man tremendas peloteras a la hora de la dos irracionales, que a la de los bípe cios; como aquel par de alas que de punta distribución del rancho; pero todo no dos pensantes u homo sapiens quienes a punta miden seis pies prueban que pasa de unos cuantos picotazos sin conpor siglos han probado que si piensan, dueño puede alcanzar vertiginosas secuencias, de unos cuantos chillidos proceden las más de las veces con menor alturas y acarrear pesos tres veces ma de unos cuantos aletazos; después de racionalidad que aquellos, visitó con fre yores que el suyo! Bestia digna de ad llenarse los buches, se acabó el alborocuencia a esas pobres bestias enjaula miración; Rey de las Aves de Presa; to. Vies? esas alimañas todas son redas y departo con ellas a imitación del soberano de los aires. lativamente felices y yo, pobre de mi, Gran Visir de Harum Al Raschid.
Triste era su mirada capaz de escuno tengo satisfacción para mi quebranto!
Ayer no más, a la caida del Sol reco driñar las quiebras del llano desde miles No acierto aún a comprenderte, por rría la sección ornitológica pasando y de metros de altura; la coronada testa el contrario, veo que a ti nadie te dispurepasando frente a las jaulas que apri no estaba erguida; el áspero cuello se ta tu girón de carne, ni el sorbo de tu sionan a las Aves de Rapiña, ubicadas hundía flácido entre el collar de plumón. tiesto, ni la estaca en la que te posas.
al pie de un acantilado de roca artifiEl Rey de los Andes sufría gran nos Eres un grandísimo babieca; tendria cial. Me detuve junto a la raquítica que talgia. que hablarte como a un niño.
encierra a un hermosísimo ejemplar de Qué te pasa, Cóndor amigo, por qué Háblame así, pues.
Vultur Gryphus, vulgo Cóndor de los tan alicaído y cabizbajo; estás enfermo. Andes procedente de las altas sierras El espíritu del Gran Visir vino en mi El Rey de los Andes me volvió la del Perú y prisionero desde mayo de 1927.
auxilio y por misteriosa telepatía llegó espalda con bien marcado desprecio y desde la entrada de su guarida me dijo: a mis oídos su contestación.
Qué porte tan majestuoso; cómo muestra en toda su elegante persona la rea Nada me pasa, hombre; por eso es Lo que me falta, gran majadero, es una Cóndora!
leza de su alcurnia! Cómo aquel par de toy triste, porque no me pasa nada; y MAGON vigorosos talones resalta la tremenda un Cóndor necesita para estar satisfefuerza de las zarpas capaces de aferrarcho, algo más que estos cuarenta me Washington, Setiembre de 1935.
su Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica