REPERTORIO AMERICANO 189 Apéndice.
el ceibal, o el susurro murmurante de las pertinas comienzan a invadir aquel relinfas al colarse entre las rocas que los cóndito paraje, presta atención a las parDeclina el día. Los últimos rayos de aluviones de los siglos han amontonado leras ondas que impulsan tu batel, y esun sol muriente tiñen de arreboles las en las orillas, nos hacen llegar hondos cucha con unción lo que el viento te dicumbres de las sierras, y las sombras lamentos y dolientes gemidos como de rá a través del totoral que ondula en las comienzan a invadir los contornos del mujer que llora. Imaginamos a Du riberas del Dí Kis. Oirás entonces el boscaje. En la quietud apacible del cre nua bogando a la deriva, solitaria pere ostálgico mensaje de una estirpe despúsculo entona el guaco su plegaria ves grina en pos de un amor que murió al terrada al Reino de donde nadie ha vuelperal y fuerte brisa comienza a mecer las nacer, y a la luz incierta de un sol que to. oirás la triste queja de una raza fragosidades de aquella virgen selva tro agoniza en el océano entrevemos su fiextinta cuyo espiritu deambula entre la pical.
gura quimérica esfumarse entre las brufronda.
Al alejarnos de los bancos de aquella mas del paisaje. Pensamos entonces que eminencia selvatica, sobrecogidos después aquel Río, inescrutable y eterno, guarda Currés y Lagarto: Embarcaderos fluviael secreto de su entrada al confin indede haber escuchado el trágico relato, los les al de Boruca.
finible de la nada para surgir de nuevo vestigios de la historia toman cuerpo en Huén Ké: Sapo Rey.
en el mundo maravilloso de la fantasía, nuestra mente y la fantasía nos remonta Diriak: Pedernal del Río.
a un añoso pasado. Adivinamos fantas mágico beleño con que arrullamos nuesDunus: Tortolilla.
mas entre la espesura de la sombría flotros pesares y engañamos nuestras tristezas.
Dí Kis: Agua Grande. Rio Grande)
resta y se nos antoja oir voces misterioGuaco.
sas de olvidada antigüedad que agolpan (Ibycter Americanus) Ave falViajero errante: Si por deber o divercónida.
nuestro espíritu añoranzas de tiem sión aciertas a surcar frente a la Loma pos idos que más nunca volverán. Las del Sapo en las horas agoreras en que Cuyeo. Nyctidromus Albicollis) Chotacabras de Costa Rica.
ráfagas del viento cruzando veloz entre despierta el cuyeo y las sombras vesen mos.
De nuevo con García Monge ley. Nada con gobiernos que destierran, que aherrojan, que persiguen. Puede pa(En Intermedio, Bogotá, 23 de junio del 56. recer todo esto decimonónico. No está Envío de Mario Sta. Cruz. mal que cada siglo posea su signo de grandeza. Si el liberalismo lo fue del Hace diez años que estuvimos juntos, ha hecho en espíritu, aunque no física. XIX, no reneguemos de la libertad ni y siete que nos encontramos en el aero mente. Cambiamos nuevas palabras cos de quien la enarbole, sino de quien no puerto de Saa José. De entonces acá don Joaquín, por el teléfono. Recordala ha sabido defender.
han llovido años penas. Para don JoaMiramos a don Joaquín con ternura.
quín los tiempos no han pasado.
Luis Alberto Monge, que ahora regre. Mientras dictamos nuestra conferencia.
Lo encontramos en una conferencia sa a reocupar su cargo de secretario ge soslayamos a quienes se sientan detrás nuestra. Está igual. Pequeño, robusto, neral de la Orit, nos reseña, con la ge.
de nosotros, en el puesto de honor. Son sonrosado y amable. Nos habla como si nerosidad y el entusiasmo que lo carachombres y mujeres insignes ellos, y ellas nos hubiésemos despedido la víspera. terizan, la tarea de García Monge. No insignes y bellas. Al extremo izquierdo.
Nada la enturbiado esta amistad y este queremos ahondar. Comprendemos. Hay don Joaquín. Cuando sus manos estreaprecio. Cuando se tiene certeza de con muchos para quienes se hace presente chan las nuestras como hace diez años, ducta, los años no corren. Los atesora la obligación moral de cooperar con don calurosamente, nos sentimos como conuno en el alma. Se nos vuelven aroma. Joaquín. No obstante cualquier prejui decorados. Sus expresiones son parcas.
La presencia de don Joaquin suscita cio politico. Porque, por encima de tapero profundas. Así es Repertorio. diversos pensamientos. Realmente, en les tropiezos, conserva don Joaquin su donde este gran catador de verdades y Costa Rica, donde reina una cultura amor imperecedero a la libertad y la bellezas ha dejado borrarse su propio ejemplar, don Joaquín debiera gozar de democracia.
ser en aras de la cultura del continente.
un status especial. Si no lo disfruta ha Esto es algo que vale la pena subraPorque, recordémoslo: pocos escritores de buscarse la razón en causas especia yar, Repertorio fue siempre abrevadehan tenido mejor vocación para el cuenles. No en la cultura en sí. En la polí ro de auténticos demócratas. Garcia to y la novela. Los de don Joaquin son tica acaso. Torcedor de los pueblos, des. Monge no puso reparos a la filiación popequeños cuadros, irónicos, realistas.
pertador de suspicacias.
litica de sus colaboradores. Primero les perfectos. No insistió en ellos para dar Repertorio Americano es sin duda pidió que no estuvieran con ninguna dicpaso a los demás. Aquí, la inmortalizade las hazañas culturales más altas del tadura; después, contra el fascismo. Si ción o la divulgación de Carmen Lyra, idioma. Como soy curioso, trato de sonalgún totalitarismo se le ha colado entre Omar Dengo, Froilán Turcios, Alberto dear reacciones. La primera de todas la las mallas de su red, ello es fruto de es.
Masferrer, Serafina Núñez, Fabián Dodel presidente Figueres. Encuentro en pejismos también universales.
bles, Claudia Lars, y Gabriela, y Haya él elogios encendidos a don Joaquín. Sin propornérselo, don Joaquín resulde la Torre y Neruda. Todos ungidos Luis Alberto Morge, en estos momen ta paradigina de urgencias latinoameripor la bendición de don Joaquín. ella tos Ministro de la Presidencia, se brinda Para él, ningún dictador es bueme acojo ahora.
a llevarnos a casa de don Joaquín, el día no, y ningún militarismo tolerable. Las de la partida. No hay ya tiempo. El in consecuencias de tal actitud le tienen LUIS ALBERTO SANCHEZ.
siste. Le escuchamos frases de devo. con menor cuidado. Vigila celosamente ción que nos enorgullecen. La visita se 11 aplicación de la fuerza y el uso de la Santiago, Chile. 1956.
canas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica