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REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Vol. XLVIII San José, Costa Rica 1954 Miércoles 15 de Juvio NO 15 Año 34. No. 1160 MENSAJE del Dr. Alfredo Palacios a los jóvenes iberoamericanos (En Rep. Amer. Jóvenes de nuestra América: Cada vez que el Continente se ha conmovido por una injusticia me he diri.
gido a ustedes. Antes como Presidente de la Unión Latinoamericana o como Rector de la ilustre Universidad de La Plata; ahora como simple ciudadano de un país cuya juventud lucha por un Continente armónico y tiene la vista fija en las democracias hermanas, desde aquellos días memorables en que se inició la reforma universitaria con el manifiesto lanzado por los cordobeses a los honbres libres de Hispanoamérica. Estamos viviendo una hora americana decían los jóvenes argentinos de la ciudad mediterránea saludando y pidiendo colaboración a los compañeros del Continente. La juventud se hacía interprete, entonces, de un deseo vehemente de solidaridad que flota sobre nuestra América y nació con los primeros anhe.
los de libertad en las guerras de la independencia.
Guatemala no ha querido ser manejada por los consorcios extranjeros.
Antes de Roosevelt, el imperialismo de Estados Unidos estaba en su apogeo.
En 1928 Herbert Hoover realizaba una jira por nuestra América. Acababa de ser elegido Presidente de Estados Unidos y representaba la tendencia imperialista del partido republicano que dió hombres como Roosevelt el otro y Coolidge.
Las dictaduras del Pacífico se arrodillaban a su paso. Cuando llegó a Buenos Aires el pueblo vivó delirantemente a Sandino, el magnífico guerrillero nicaiagüense, y el Presidente Irigoyen le habló de igual a igual y en tono severo. Podía hacerlo porque en ese momento era genuino representante del pueblo.
Hoover en Guayaquil se refirió a la democracia y afirmó que ella no podía ser imperialista. Desgraciadamene esa afirmación estaba desvirtuada por la acción de los plutócratas norteamericaRAMON nos cuyos intereses son contrarios a la Clunte libertad. Las exigencias de la expansión y la necesidad de que la acumulación Alfredo Palacios del capital encontrara la más cercana y fácil salida, habían determinado una di(Del natural, por Ramón Columba)
plomacia financiera que condujo al dominio de los países del Mar Caribe convertido en un lago norteamericano.
De ahí a desconfianza hostil que Hooteamericano haya renegado de la menover advirtiera durante su viaje. Cuba ria de Lincoln, sagrada para la humanidad. Díganle ustedes que la palabra de estaba humillada bajo el peso de la enmienda Platt y las tropas norteamerisus próceres, revestida de un idealismo solemne y cuyo acento resonó halagador canas en tierra de Nicaragua vulneraban la soberanía de ese pueblo y perseguían en el corazón de todos los esclavos de la a Sandino que en condiciones históricas tierra, no debe trocarse en un afán de dominio implacable.
distintas reproducía el gesto admirable de los gauchos de Güemes. Pocos años después, llegó a Buenos Aires Franklin Los jóvenes obreros y estudiantes Delano Roosevelt y las muchedumbres norteamericanos saben que la cruel pese agolparon a su paso y le aclamaron netración económica de sus capitalistas vivando a la democracia. El maravilloso no es una fatalidad histórica, pues el instinto popular descubría en él a un proceso humano está lejos de constituir defensor de los derechos del hombre.
un movimiento ciego de las fuerzas maRealizaba la conjunción con la masa.
teriales.
Fué el héroe, pero no aislado en la historia, sino en comunicación permanente III con el pueblo, para hacer la historia. La energía social que él recogió, como un Los pueblos de nuestra América no acumulador la electricidad ambiente, le podrán librarse de esa penetración ecodió enorme eficiencia.
nómica que asfixia, con sólo su buena voluntad. Es menester una política con No es exacto que la obra de progreso tinental que dé el alerta a los pueblos y sea absolutamente impersonal y anóniprepare la solidaridad en la defensa. ma. Es la resultante de muchos factores, Así encontraremos alguna vez el apoyo entre ellos, la acción del gran hombre, no como individuo señero sino como del pueblo de los Estados Unidos, que, exponente del pueblo.
sin duda, no es complice de la campaña cartaginesa de sus grandes capitalistas. Roosevelt rectificó la política impetas es Hoy vuelvo a dirigirme a ustedes. Cuando se pierde el sentido de los valores y se vive en tinieblas; cuando los espíritus fuertes vacilan, sólo queda una esperanza: la juventud. Su énfasis, tanveces criticado, una expresión emotiva de su fuerza vital, de donde una reacción contra la injusticia.
Ustedes no encogen el ánimo ni apocan la voluntad, ni se extravían en vericuetos ideológicos estrechos y oscuros. Extienden la vista a todos los horizontes, ensanchan el corazón y templan el carácter en la adversidad; están por encima de cálculos utilitarios y reconocen como virtud cardinal, la justicia.
nace ІІ Vuelvo a dirigirme a ustedes para pedirles, que exterioricen ruidosamente su solidaridad con los hermanos de Guatemala agredidos por la prepotencia del fuerte; que repudien la política del Panamericanismo invasor y se dirijan fraternalmente a los obreros y estudiantes norteamericanos que colaborarán con ustedes, pues ya protestan contra la dirección de la energía nacional por la oligarquia capitalista. Son ellos los destinados a renovar la democracia cuantitativa de su país dándole estructura ética y carácter social que ensanche el radio de acción de la justicia y estimule el respeto a la persona humana.
No podemos creer que el pueblo nor Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica