REPERTORIO AMERICANO 279 con rresponde a la jerarquía del arte, con una rra, como si su sensibilidad les tejiese una en el mismo metal de la vida. No teme visión particular de vivisector, y con un túnica de sensaciones. Sus sentidos son hundirse hasta el espanto en sus tragesentido de conjunto y de función armo agudísimos, y su pericia de observar lo dias, y con una abundancia de corazón nizadora que corresponde a las grandes atrapa todo. La dibuja en negro, y unta que nos asombra, en una ciudad oculta generalizaciones filosóficas, pero siem la linea con un color total, sin miedo a de su espíritu, estuvieran latiendo pre dentro de la captación sensible, Ro la generosidad de su paleta. Sus descrip una parte de su sangre y vibrando con mulo Gallegos, en la pugnacidad que ca ciones trasuntan hasta un misticismo de una parte de sus nervios.
racteriza su obra total, ha alineado en la belleza plástica, como si en realidad El arte de Gallegos es también un menemoción guerrera todos los pares opues poseyese las formas y las presencias me saje. Venezuela escuchó, entre complacitos que constituyen el drama de su pa diante un proceso de identificación. Sida por la obra genial, y desgarrada por tria. Es el testigo. Es el espectador. El algún tono religioso adquiere su obra, es la desnudez del cuadro, el dictamen conojo limpísimo y sin engaño que abarca en aquellos momentos en que la tierra le minatorio. Doña Bárbara, es decir, la osuna enorme realidad convulsiva. Con un ofrece la majestad de un templo, donde cura tierra plasmada en vida humana, se firme dominio de lo épico, ha discernido el hombre, por fatalidad, es el oficiante. contempló a sí misma, y comprendió la y graduado esa guerra, esa humana gi Sabe que le trasmite, sin duda, el goce de preeminencia de su creador. La palabra gantomaquia llanera. Nada ha concedido su hermosura, pero sabe también que a del artista caló su instinto y le reveló su jamás que ofendiera a la veracidad de la vez le estimula la ebriedad de todos verdad. Santos Luzardo, el constructor, su pupila. Ninguna piedad, ninguna con los deseos, que le da los ojos, pero se el hombre verdadero en la justicia, la cesión cobarde, ningún patriotismo hue los venda de pasiones, y que ese mismo mente que abre las entrañas del probleco ante la crueldad del cuadro. Sintió su hijo llega a no parecernos cruel a fuerza ma para arrancarle la solución desde responsabilidad y la vivió hasta el fon de ser fatal y ciego. De ahí la mano de adentro, el arquitecto que toma el caos do, en heroísmo. Pero ante la visión pe maestro con que, frente a lo natural, des de la materia virgen para levantar el vassimista y desgarradora, levantó su mano ciñe las vendas para que las pupilas reci to edificio, al penetrar en las páginas de de fuego y endureció su indice inalterable ban el baño de la luz gloriosa.
Gallegos se encontró también a sí mispara subir e indicar una luz. En esa lucha de enconados opuestos que dramaGallegos ha sentido como pocos que mo, comprendió el significado de la construcción del futuro y la belleza que hatizan la actividad de una estirpe, contrael medio social hispanoamericano no está puso al horror las vivencias de la espetodavía clarificado, sino lejos de asomarbrá de ser, y se hizo prole. Esa imantación del arte actuó como en capas de ranza, no por fácil complacencia, no por se a un todo homogéneo. Sus libros nos blandura de carácter o por melindrosa muestran esa orquesta humana donde cacomprensión, desde arriba hasta abajo, aceptación, no! Gallegos es un hombre da grupo instrumental no obedece a un como quien remueve los materiales del integral. Como Argos, tiene cien ojos ritmo que centralice y unifique los soniporvenir. Un hombre extraordinario haabiertos a todos los tiempos, y nada esdos. Todo en ella es disipar, contradictobía manifestado toda la verdad. Sus doce libros fueron como doce arados surcancapa a su pupila múltiple. Quema el error rio, en bloques de voluntad que se rechado llano montaña para levantar una mientras sueña el porvenir, y en esto razan. veces le basta un solo ser, que él llamará La Trepadora, para exprimir el creación armoniosa, civilizadora, justa, dica lo heroico y afirmador de su mensaje. América crece sobre difíciles camisentido conflictual de la vida americana.
sobre los horrores de la ignorancia, del nos. Rudo el trabajo de su ascensión, peToma una mestiza bajo su pupila, la sidespotismo temperamental, de los humillados y de los ofendidos. La obra había ro trabajo al fin, y trabajo de hombres. gue desde sus humildes orígenes, la arrosido fecunda. Los doce arados labraron El lo sabe, y sobre las cenizas que deja ja a la vida dotándole de una tremenda el incendio, lo proclama, mientras, abrienvoluntad de elevarse e imponer su yo imla vieja realidad con un esfuerzo heroico. El nombre de Gallegos se hizo signo do la mano, dispersa de nuevo la promi perial. Por venir desde un muy abajo cony bandera. Era una lección hecha homsora simiente. Cuándo la historia no fué tradictorio, y aspirar a las alturas del mebre, una síntesis del pasado y una anunfecundada por la lucha de los opuestos?
dio social, ya comienza a arder en el conflicto. Pero éste le late adentro y la perciación del porvenir. no sólo su país, América entera recibió el impacto. El Esa casi delirante contraposición de los turba en su mezclada sangre. El blanco y elementos contrarios que de modo tan arte se había hecho revelación y mensael indio se balancean en el torrente de je, promesa y germen. Por eso, los dramático caracteriza a nuestra Amérique su corazón, y es allí mismo, en lo más volvían a nacer desde el nuevo Verbo, ca, y provoca en ella una continua des entrañable y vital, que estalla lo más arrearmonía, la encontramos como tema cen molinado del combate. Por ese mismo, rodearon al profetizador. Era necesario tral en la obra de Gallegos. Hasta cuan por lo indefindio y mezclado de la raza, que aquél que tuvo a tiempo la doble vido parece olvidarla como observador sa por el diverso colorido de las estirpes elegido. Sus plantas gravitaban seguras sión más penetrante y fecundadora, fuese bio y sagaz, reaparece en el hombre de que aún no se han acrisolado hasta funintuición certera. La vieja Eris, y cantaen la tradición. Sabía pisar la anciana tiedirse en un tipo definitivo, por los orguda, por Homero y glorificada por Herá llos y las jerarquias que persisten y las rra. Mas su frente avizoraba el viejo y clito, es su verdadera Musa. En efecto, siempre nuevo sueño de la Edad de Oro.
humillaciones y desprecios que punzan y sus conflictos acentúan sin cansancio la No porque fuera ingenua y volara inovan tomando temperatura hasta el incenpotencia inquietadora, combativa e insacente por las utopías. Sino porque era dio, es que sus obras se entintan en epitisfecha de la discordia, en todas sus nohonda y sabía dónde y cómo apoyar los sodios dramáticos, y su tierra de Amérivelas. Ya en una expresión oculta, pero bloques de la nueva realidad. no por ca adquiere la potencia artística de un real y latente, ya en los momentos exexcesiva confianza y candoroso optimisescenario enorme y feroz. Tanto por la plosivos en que la garra va derecha hacia virtud interior como por el contagio ammo, sino porque el ideal existe, y sobre dolores y fracasos, en paz o en guerra, el golpe con una fiereza felina, ya en las biental, Gallegos es un temperamento diincubaciones subconscientes clama sobre los mejores hombres, para cuando námico y volitivo. Se encueva en el modela a fragua y martillo el arma y el que conduzcan paso a paso a sus puearte, pero se desborda para vivirse en la movimiento del arma, siempre en el noblos hasta una justicia, trabajosa y difirealidad, y operar en ella en una doble velista venezolano se siente o se presiente donación: belleza y acto. Por eso mismo cil, pero posible siempre hasta grados que el combate de los hombres, y hasta las no contradigan nuestras fatales limitaciose complace en curvar las voluntades alisordas oscuras batallas de la naturaleza.
nes de hombre.
mentadas por la exuberancia tropical. En esa captación esquiliana del elemencomo a la vez trabaja en las raíces psico Por eso, el artista que creaba novelas to trágico, radica el tono viril de su arte. lógicas, suscita la acción de sus hombres fué elegido gobernante por sus mismas Como poeta es un poderoso y voluptuo desde abajo, desde esas raíces humanas criaturas, pues sus personajes eran Veso contemplador. Pan lo asiste con su sa que beben en el humus de fermento que nezuela, y vieron en él a un predestinado via cósmica. Ve como un primitivo, pero las mueve, y que él ha recorrido con fipara ser su Presidente. Los que leyeron analiza como un contemporáneo. La na nísimo tacto. Anda siempre por los orí en su obra una política que superaba a turaleza lo conmueve y lo extasía. Va de genes. Rumbea la marcha del artista has la de todos los profesionales de la polírecho hacia ella con la plenitud de ta llegar al signo más hondo de sus se tica, confiaron en aquel hombre concregoce pateísta. Con nervios nupciales la res. es así que les asegura, al troque to, integral, armónico, cuya sonda había abraza como a una amante.
larlos, una firme perduración. En aqué hecho fondo en las entrañas de la patria.
cual es, suave o salvaje, dulce o áspera. llos en que su propósito ha sido central, Era el único poseedor de las claves salSu alma se pliega a los paisajes de la tie impone rasgos absolutos, plasmándolos vadoras. La dignidad no puede menos se un La acepta Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica