Democracy

REPERTORIO AMERICANO 215 Un piloto mexicano en Nueva York (Es un recorte de El Tiempo de Bogotá. Entre más se distancian de sí propios, con mayor ferocidad sufren y ennegrecen su vida.
Para colocarse más allá del Dolor, el ser humano debe acogerle con serenidad, como a un amigo dilecto. Slo así podrá dominarlo y hacer de él una perenne fuente de inmortal ternura, belleza y sabiduría.
Así como los rosales dan bellísimas y aro.
madas flores, tu alma también debe dar las rosas de la Virtud y tu corazón las del Amor, que perfumen y embellecen no sólo tu propia vida sino también la de los demás, impulsándolos eternamente al Bien.
No crean que se trata de un piloto náutico o de un piloto aviador: se trata de un piloto de conciencia. Se trata, para ser claro y preciso de una buena vez, se trata de Alberto Rembao, oriundo de Chihuahua, México, donde lació hace unos 55 años. Es en la actualidad director de La Nueva Democracia. de Nueva York, y tiene sus cuarteles en el piso 11 del número 156 de la Quinta Avenida.
Este Rembao autor de Meditaciones Neoyorquinas, Chiahuahua de mis amores (estoy citando de memoria. Mensaje a la Nación evangélica, etcétera. tiene en su revista un punto de reunión para las firmas americanas más significativas, empezando por la de Alfonso Reyes; y en su casa, Claremont Avenue, 191, allá en las cercanías de Columbia University, un hogar donde se reúnen a discutir gente nuestra y norteamericanos amigos, amparados por las delicias de ambiente de la pareja Rembao.
Yo he encontrado allí, en el curso de los diez años que frecuento a Alberto, a gentes de la más variada laya, por ejemplo: el pintor Tamayo, Carleton Beals, Billy Diffie, Federico de Onís, Germán Arciniegas, Andrés Iduarte, Paco García Lorca, Angélica Mendoza, Fernando de los Ríos, Daniel del Solar (que dirige Visión. Felipe Cossio del Pomar, Pedro de Alba, qué sé yo. Nunca pregunta Rembao a nadie qué religión tiene ni qué filiación política. Le basta con que sean cultos, y, hasta donde es posible saberlo, limpios de entendimiento y alma.
Con ello basta.
Nueva York es una ciudad que se traga a los extranjeros, y de rechazo, se extranjeriza con los millones de residuos que le quedan de su patria de origen. Aquí se habla el peor inglés del mundo. Aquí se practica la peor cortesía del universo. Aquí se cometen los mayores crímenes. aquí se acunan, también, las mayores filantropías en su pristino sentido etimológico.
Pero a Rembao no se lo ha podido tragar del todo Nueva York, pese a que reside aquí desde hace más de veinte años, qué digo, desde hace treinta.
Rembao conserva un sentido vertical de su mexicanidad. Aceptará todas las críticas sonriendo, haciendo esas amenísimas y sim.
páticas muecas con que subraya sus palabras pero, de pronto, en un rápido crescendo, irá devolviendo crítica por crítica, irá tejiendo a contrapelo la defensa de su tierra y concluirá escribiendo libros de denso amor a México.
Cierto que le han acostumbrado a almor.
zar liviano y a las 12 del día, concesión inaudita para un mexicano, mas no pasa de una peccata minuta. En cambio, se solaza en las comidas, con platillos mexicanos y bastante tarde para Nueva York.
Pero, lo que más enamora de este hombre es verlo trabajar y comprobar lo que lee. Su cuarto de periodista es un escritorio entre rimeros de libros. Una vez me dijo que los tenía clasificados pero nunca di mayores pruebas de urbanidad que al quedarme serio y asentir con un movimiento de cabeza. Rembao no se ha asimilado al kárdex americano. Lo resiste y lo vence. lo vence por su eficacia y por su bondad genuina. Una bondad envuelta en gruñidos, de niño que no se quiere entregar, porque se sabe blando y fundamentalmete asequible.
No hay suramericao de valía que, por una u otra causa, al llegar a Nueva York, no recale donde Rembao. Moreno, macizo, abacial. Alberto escucha y opina, y luego, orienta y ayuda. Ninguna buena causa le deja indemne.
Sin embargo, no se ha dicho de él lo necesario. Prejuicio religioso? Quizás. Pero el hecho es que este cristiano básico insobornable, esencial, que ha viajado por toda Amérca, por toda Europa, por toda el Asia, que conoció a Gandhi, que ha visto de cerca la India y China, pues este hombronazo cordial, cultísimo y agudo es como una roca de las nuestras, firme, aristosa, pero segura, a la cual podemos asirnos no bien sentimos ceder el piso de Nueva York bajo nuestros pies.
Todos los senderos de la Vida conducen al Dolor. Pero si sabemos elevar nuestro co.
razón y abrir la inteligencia a la comprensión, guiados y fortificados por el mismo Dolor, podremos llegar a abrevar nuestro espíritu en la fuente de la máxima Sabiduría. Ella nos dará, temblorosa de amor, las llaves de oro que han de abrirnos los ventanales de la Perfección moral y espiritual.
Esta, a su turno, nos brindará sus suaves remansos de paz, de dicha profunda y de bellezas impresentidas, que endulzarán las postreras horas de nuestra infortunada vida.
Luis Alberto SANCHEZ Nueva York, septiembre de 1951.
Hacia las cumbres Llegar al conocimiento de la Verdad pro duce las más intensas alegrías y satisfac.
ciones espirituales profundísimas.
Es a costa de nuestra perseverancia; de continuas renunciaciones; de eternas medi.
taciones y estudios y de incesantes esfuerzos por elevar el espíritu y abrir, de par en par, los ojos de la inteligencia y del alma, que podemos alcanzar tan suprema recom.
pensa.
No sin dolor y sacrificios se escalan las altas cubres. Todo aquél que ha logrado as.
cender a los vértices más agudos de la Per.
fección, ha tenido que experimentar múl.
tiples y acerbos sufrimientos.
Para llegar a las más conspicuas altitudes, es necesario esquivar innumerable pre.
cipios u obstáculos de diversa naturaleza; padecer la zaña endemoniada de los vientos; las punzadas de las flechas hirientes y ponzoñosas que nos arrojan los envidiosos y egoístas para evitar que avancemos; los fríos de la indiferencia, más feroces y crueles aún que los del propio Polo, que casi congelan nuestro corazón pretendiendo matar la bondad y la ternura que se esconden en él y endurecerlo a toda piedad.
Duro es, en verdad, el ascenso a las cum.
bres de la perfección, y cuando se llega a ellas por fin, cansados y heridos por los des.
engaños, llevamos muchos arrugas en el alma, demasiada nieve en la cabeza y una carga de tristeza infinita que quiere ahogarnos la vida. Pero, en contraposición, llevamos también abundantísimo oro en el intelecto; torrentes de luz en el espíritu y una fuerza interior poco común, para luchar hasta por la regeneración de los mise.
rables que más nos han herido y maltratado.
Por Alice LARDE DE VENTURINO (En Rep. Amer. Si quieres perfeccionarte elige el camino del Bien y marcha siempre por él. No im.
porta que escuches el continuo silbar de las Llena tu corazón de amor y ahuyentarás serpientes que por todos los medios a su al Mal, de la misma manera que un chorro alcance, tratarán de inocularte su veneno de luz hace huir a las sombras.
mortal Las cosas, ni la verdad de las mismas, vendrán a buscarte. Eres tú mismo el que La belleza inefable del mundo está en tu alumbrándote con la refulgente hoguera de propio corazón y en la elevada comprensión tu espíritu y gracias a tu propio esfuerzo de tu espíritu. La fuente de toda sabiduría y seriedad de propósitos, el que ha de ir reside en el dón de la comprensión y la hacia ellas para comprender el recóndito penetración.
sentido que atesoran.
Las cosas raras veces dicen lo que representan. esto último es lo que tú debes El hombre se aleja de sí mismo para huir tratar de descubrir porque allí reside el del Dolor entregándose a los placeres de la secreto de la Verdad y de la perfección hu carne que más lo entristecen y llenan de amargura.
mana.
Guayaquil. 1951. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica