278 REPERTORIO AMERICANO Dr. GARCIA CARRILLO Lic. Aníbal Arias cano.
es los pocos escritores hispanoamericanos demasiadas complicaciones, pero se no.
que logra crear personajes de relieve. En ta que el autor trabaja en ellos considesus obras, ellos encarnan los problemas y rándolos también un medio de interesai no los llevan a cuestas, como frecuente al lector. La trama de sus novelas resul.
mente ocurre, sin tener otro papel que el ta así muy sólida. En esto se diferencia Especialista en enfermedades de meras entelequias para hacer posible fundamentalmente de casi todos los no.
la narración.
velistas hispanoamericanos, quienes han Cardio Vasculares (Registro echado aquello de planteo, nudo, desendel Colegio de Médicos)
La capacidad de Gallegos para crear lace y otras leyes por la borda, ciñéndo.
Metabolismo Basal ambient es, también, extraordinaria. se a los modelos contemporáneos euro.
Varices todo personaje y a toda situación, les adpeos. Creo yo que cada artista tiene sus judica el adecuado habitat novelesco. Sopropios requisitos, su manera de proce 175 varas al sur de Plaza de bresale en esta difícil faena por su fuerder, y los resultados son los que cuentan.
Artillería za descriptiva, sobre todo cuando se enGallegos respeta la preceptiva en cuanto frenta con la naturaleza. Presentar la na.
tiene de útil y la buena medida determi.
turaleza ha sido, por cierto, el plato fuer na en gran parte sus éxitos, contrapueste de la novelistica hispanoamericana. Sin tos a los repetidos desastres engendrados embargo, en Gallegos no hay el frecuen por las aparentes arrogancias de los re.
te desborde. Los cuadros que nos brinda ormadores de segunda mano.
tienen viveza y colorido dentro de una sobria entonación. Sus mejores páginas Abogado y Notario descriptivas se encuentran indudablemen. La prosa de Gallegos, que desde sus te en Doña Bárbara, pero la destreza no comienzos valía mucho, se nos muestra San José, Costa Rica decae en Cantaclaro, Canaima y produc madura y definitiva en Doña Bárbara y ciones posteriores. Los novelistas hispa. las obras siguientes. Es una prosa de ritApartado 2352 noamericanos de recientes promociones, mo pausado y vigoroso, que luce una ad.
ganosos de trabajar con formas y temas jetivación siempre certera y está llena de nuevos, están abandonando los motivos palabras y giros populares que le otor esperan, qué posibilidades se le ofrecen que ofrecen la vida campera y la bravía gan su inconfundible sabor. En suma, es a una vida que no quiere encarcelarse er naturaleza americana y, con la típica ve. la buena prosa de un novelista ameri los vanos paraísos del egoísmo, en qué hemencia de los innovadores, tienden a puntos exactos hay que golpear con la desestimar a quienes los aprovecharon.
herramienta plasmadora.
Es el eterno pleito de las generaciones Rómulo Gallegos es el novelista de literarias. Pero cualesquiera que sean los Me parece que la extensión de Venezuela. Sobre maderas indígenas a estas resultados que los nuevos obtengan, notas va resultando mayor que la prupunta de fuego, avivando la brasa incisiy no están muy claros hasta ahora seguro que la crítica de mañana citará dente para una revista. Debo colocar el va con su propia sangre, ha grabado el muchas descripciones de Gallegos entre necesario punto final. Al lector le habrá mapa de un trozo de América y ha dibusido fácil advertir que he escrito pensan.
jado la raza de un país trágico. El río, la las mejores que produjo la novela de su do en un maestro.
montaña, el mar, las sabanas resecas o momento.
inundadas por el brío de las lluvias, el San Miguel de los Baños, Cuba, agosciudadano y el llanero, el instinto y la Los argumentos de Gallegos no tienen to 30 de 1954.
inteligencia, los poderes satánicos que tiran hacia atrás y ahogan el impulso creador, y las energías afirmadoras, anchas y tenaces de fecundidad y aunadas a la esperanza, están allí, en esas hojas suyas, donde las palabras tantas veces llagan Por Carlos Sabat Ercasty nuestras conciencias como una quemadura. Cuánto hemos visto y cuánto aprenUna de las formas más eficaces con mento elaborador, tal como la vida lo dido en el torrente vital de sus relatos: que nuestra América ha tratado de bus hace trabajar.
el poder imperial de una tierra devoracarse a sí misma es, sin duda, la novela. Es verdad que la novela americana nos dora de hombres en la que fermentan los El joven lector de hoy, aunque aún no ha herido y nos hiere mil veces; es verimplacables impulsos, esa Doña Bárbahaya viajado por su continente natal, dad que se ha encarnizado en la tarea de ra, que es la tierra misma, firme en correaliza una aproximación fecunda cuan vitalizar artísticamente una verdad dilleras y en llanos, la oscuridad de sus que do, mediante reposadas y hondas lectu nos amarga y nos angustia; pero esa missignos y a la vez el enorme depósito de ras, indaga el sentido de la vida hispa ma intensidad dilacerante que nos ofrereservas vitales que aguardan desde un noamericana en aquellos narradores que ce, nos ha hecho más capaces de sabercaos desordenado y amenazador, el trela han enfocado con una idéntica inten. nos, y nos ha colocado, valerosamente, medal que bebe a los seres como en un ción realista y un coraje desnudo, y has. ante un mal que exige la entera virilidad naufragio, y el trabajo de la luz, la obra ta cruel. La novela romántica fué un pri de una reacción impostergable. Podemos lenta, sostenida, de los arquitectos de la mer paso, mas pecaba por una necesidad decir, con las mismas palabras del héroe inteligencia, esas voluntades inquebranexcesiva de poetización, por una dema mexicano: no estamos en un lecho de tables, aunque oscilantes a veces, pero sía de lirismo, de modo que el relato, por rosas. ese dolor que emerge hacia nos siempre emprendedoras y liberadoras, su subjetividad y por una fuerte propen. otros, si somos capaces todavía de una ciertas o inciertas en su destino, que densión idealizadora, no se ajustaba al mun.
actitud sana y generosa, a pesar de todas tro de las narraciones de Gallegos tiene do concreto, no lo sorbia ni lo manifes. suo negociaciones y tal vez por ello mis su arquetipo en Santos Luzardo, domador taba en su vigor y en su complejidad ve. mo, nos marca con un signo afirmativo, de llanuras, exaltado por el impulso trerista, y por eso mismo, en su descarnada mendo de la estirpe, ciudad y campo en signo que se da casi siempre en los nopresencia. Actualmente la novela superó velistas de América como un estímulo an una integración de símbolo, frente modeesa etapa inicial, digna de elogios como te la desconformidad, como una fuerza lada en la luz y corazón fraguado en el un primer paso de la narrativa, pero con de creación, como un imperioso manda bien. Toda su desconformidad se hace una deformación radical emanada de la to frente a una etapa que debe ser supe. energía, y sin quebrantar los instintos bátendencia poetizadora, de la excesiva rada lo antes posible en todos los planos sicos que lo queman en la acción, los recarga imaginativa. Hoy la novelística con en que actúa la vida. El himno nos exal dime sobre el metal de un aconciencia temporánea ha podado la innumerable ta, y lo necesitamos omo un ala de la lúcida, del mismo modo que el barro de mentira de flores con que el árbol se disi acción. Nos dinamiza. Es como una voli la tierra llega al estilo de la flor y a la mulaba a sí mismo. Ha quedado lo esen. ción del poeta que se hace verbo. Puede generosidad del fruto.
cial. El tronco, las ramas, las hojas, la conducirnos al trabajo fecundo. Pero Con una percepción vital y estética cersavia, y desde éstos ha sido posible ba también es necesario saber en dónde es tera siempre, con una sociología penejar hasta la raíz, es decir, hasta el ele. tamos, cuáles son los caminos que nos trada en lo concreto y activo, como coGallegos es un hombre integral Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica