Repertorio Americano CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Vol. XLIX San José, Costa Rica 1957 Agosto. Setiembre No. 16 Año 36. NO 1179 Luis Eduardo Nieto Caballero en el recuerdo (Páginas sacadas de El Tiempo de Bogotá, en los días finales de Abril de 1957)
CARTA AL AUSENTE Sé muy bien que si yo te hubiera preque era grato llegar a la última jornada cedido en este viaje hacia la eternidad sin otra bagaje que el de limpia y genetú no habrias vacilado en escribir una rosa acción de tantos años, y sin otro página una bella página sería la tuyasufrimiento que el de dejar a los tuyos sobre nuestra entrañable amistad, hay a tu patria, que con tan inmenso calot brias expresado tu gratitud, en los téramaste, en medio de la gran congoja minos en que tú sabías hacerlo, a toque tortura y abate nuestra alma.
dos los que en aquel instante se hallaran No sería posible dar respuesta a todas cerca a tu corazón.
esas voces amigas, multitudinarias, que Hoy es el país entero el que ha veniahora se escuchan en nuestro hogar desdo a decirme, y a decirles a los nuestros, pedazado por el dolor y a las que nos que con nosotros llora tu ausencia.
llegan de todos los rincones del país para decirnos que están con nosotros en ¿Qué puedo ya responder a este conmovido clamor? Decir mi hondisima graeste inefable trance de amargura. Es a Colombia entera a la que queremos extitud y la de todos los mios no sería bastante. Montar la guardia frente a esta presar nuestra gratitud. Cómo no matumba para defender la cristiana y punifestar en esta hora nuestro filial amor risima claridad de tu vida contra toda por ella cuando con nosotros llora la errada interpretación de lo que ella fue, partida de uno de sus mejores hijos y a es apenas cumplir con un deber esencial.
quien tan entrañablemente estábamos unidos?
Hay algo más, lo siento en lo intimo Luis Eduardo Nieto Caballero de la conciencia, que se espera de quien transitoriamente sobrevive al que se ha Amigos que a la llamada de este clarin Te has ido, pero son tantas las cosas ido dejando tan incolmable vacío: estridente que llenó todos los ámbitos que de tí sobreviven. En la vida sólo con la infausta nueva y a todos congreEs continuar su obra, es seguir lu nos sobrevive lo que sembramos fuera gó instantáneamente, como en una hora chando por lo que él luchó, es tomar de nosotros, pero fue tanto lo que tí aquí mismo frente a esta tumba la ban sembraste para los demás. Fuiste, ants de angustia nacional, al pie de la bandera de la Patria: Gracias a todos. Sabedera de la libertad que él enarboló go todo, un constante, un incansable semllarda y valerosamente. No importa que mos que os habéis estremecido hasta lo brador, y por ello la nación entera se más recónd to de vuestro ser porque el tan grande distancia medie entre las ha sentido estremecida al verte partir ausente nos dió, en cada día de su vida, fuerzas del que se va y las fuerzas del para no volver más. Se ha silenciado ana trascendental lección que desde su que se queda. Nuestro amor por Colom tu voz; se ha roto tu pluma: las hojas tumba seguirá dictando: bia era uno mismo; nuestro fervor por que llenabas febrilmente. pocas horas las cosas del espíritu se hermanaban en antes de partir, han quedado inconcluToda la cálida ternura, toda la man.
nosotros entrañablemente como ya la sas, pero tu espíritu sigue llenándolas, sedumbre que había en el fondo de su sangre nos había hecho hermanos: nues seguirá ilenándolas desde el más allá. corazón, toda esa simpatía humana que tra fe en la juventud, que era la fe en la emanaba de lo más profundo de su propatria, movia con igual impulso nuestra No será posible olvidarte. No hubo pia entraña, se tornaba en gesto de inacción. Eramos hermanos por la fuerza dolor que pasara cerca de ti del cual no dignada protesta frente a la arbitrariede la herencia y por la comunión en unos tomaras parte; no hubo estímulo que dad, y brotaban entonces en torrente sus mismos ideales. hermanos seguiremos pudieras dar al cual te sintieras ajeno; palabras de rebelión, y su pluma llenaba siendo por sobre el insondable misterio no existió injusticia contra la cual no pro velozmente las ardientes cuartillas que de la eternidad que ahora nos separa.
testaras, ni acto de valor que rehuyeras. parecían ya fundidas y moldeadas en la De ti si que puede decirse que las pri hornaza de los linotipos. Bajd el guante Qué importa que no me asistan tus meras lágrimas que por tu culpa se deblanco del gran caballero estaba el pumismas indomables fuerzas si mi vo rramaron y cuán copiosamente. fue.
ño de hierro del cruzado que golpeaba luntad se robustece ahora para ver de ron las de la hora de tu muerte. En el sin misericordia a todo el que traspasaseguir sirviendo a Colombia, sino con tu examen de conciencia que en los días ha los lindes de la justicia, no importagran capacidad y tu singular impulso de tu gravedad hicieras frente al Cristo ba que tan poderoso fuera.
al menos sí con el mismo entrañable que acompañó a nuestros mayores y que afecto patrio que animó todas las horas fue espejo en el que te mirabas cada día.
Agustin NIETO CABALLERO de tu vida.
para guiar tu conducta, debiste pensar Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica