REPERTORIO AMERICANO 47 le que está en un error y que esa ca Hemos de atrevernos a decir ahora dad de la mentira, pongamos por cabalgadura de su loca invención no que la literatura infantil no ha sido so, se concluye con la sentencia: tiene vida, y no es un animal sino un siempre afortunada en su aspecto de «Luego el niño no debe decir mentitrozo de madera inerte, así tampoco formación espiritual. Muchos de los ras. se pierde todo el efecto intrínhemos de intentar detener la lectura cuentos más famosos que le han dado seco que el relato encierra. La belledel libro que lo embelesa, para cen la vuelta al mundo traducidos al idio za de las parábolas de Jesús está pre.
trar su atención sobre las leyes de ma de cada pueblo, no dejan, por lo cisamente en que la intima verdad Newton y de Galileo o para hablarle general enseñanzas muy edificantes, escondida que contienen no se declara de las características diferenciales de como veremos adelante, pero por el sino se sugiere.
los tres reinos de la naturaleza. Las momento descartemos, desde luego, ásperas realidades de la vida recla aquellas historietas de moraleja que qué decir de esa literatura que man, precisamente, como un lenitivo, tánto fastidian a los niños. Los niños pudiéramos llamar lacrimosa, esa liel reino de la fantasía. Sin contar con teratura saturada de lloriqueos que se no gustan de sermones. La moraleja, inicia que los grandes imaginativos son los cuando en verdad es profunda y salucon algunas obras maestras que que han realizado, los más extraordi dable está implícita en el relato que tienen como personaje central la figunarios descubrimientos.
se hace, y jamás necesita de ser exra de un niñito desgraciado. Sans Fapresada en antipáticas sentencias pe Chose. de Daudet. Jaime Vintrax. mille» de Héctor Mallet. Le Petit El niño, por otra parte, se da ple dagógicas. Cuando en un cuento en na cuenta de la diferencia que existe el que se pone de manifiesto la feal de Julio Vallés. David Copperfiel. entre la ficción y la realidad. Cuando de Dickens. Una Niña Pobre. de monta sobre el palo de la escoba, y Maxene Vender Meerch? El genio del caracolea y relincha como un caballo; Cuadernos Americanos escritor salva la obra, pero ay! de los cuando anima y vivifica las cosas y Apartado Postal 965 imitadores! De aquellos que nos dan hace hablar a los animales y a los México, México esos relatos dulzarrones y pegajosos objetos; cuando entabla un diálogo Estos libros interesantes: como el papel enmelado que sirve pacon su muñeco de trapo, hace un jue.
ra atrapar insectos, tan semejantes a Antonio Castro Leal: Juan Ruiz go de imaginación que no lo aparta las canciones plañideras que se oyen de Alarcón.
Dóls. 00 por lo tanto de la realidad. En apa Juan Larrea: Rendición de Espipor la radio, y que sólo consiguen deriencia el animismo del primitivo reritu y II, cada uno. 00 formar el gusto y falsificar la vida.
Eduardo Villaseñor: Ensayos Innace en él, pero hay un mundo que lo teramericanos veces, en uno y otro caso, se toenvuelve bien diferente del de sus Emilio Prados: Vardtn Cerrado. 00 ma una obra de arte, y se hace de ella remotos abuelos.
Rodolfo Usigli: Corona de Sombra 50 Sara de Ibáñez: Pastoral. 50 un esperpento. Se da así el paso im.
La imaginación debió de jugar paGustavo Valcárcel: La Prisión. 50 perceptible que va de lo sublime a lo Gustavo Valcárcel: La Agonía pel principalísimo desde la aparición ridículo. El adulto, cuando goza de del Perú 50 del hombre sobre la tierra. Los niños, buen humor, ríe de la insensata falsiMiguel Alvarez. Acosta: Muro siglos antes que los adultos, volaron blanco en Roca Negra. Novela ficación, pero el niño cae en las redes de un continente a otro y llegaron a Premio El Nacional 00 del vulgar engaño, y su mente queda Miguel Alvarez Acosta: Nave de otros planetas. El espíritu de aventuteñida por él. Llora el escribidor, lloRosas Antiguas (Poemas)
ra fue un talismán desde la infancia ra el cantante, mientras la gente ya Fernando Benítez: China a la de la humanidad. 00 formada no puede contener la risa. De José Tiquet: Sangre de Lejanía. 20 las lágrimas a la carcajada puede sólo qué vida la que toman los persoMargarita Paz Paredes: Dimen.
mediar una frase, una fugaz actitud, sión del Silencio najes creados por la imaginación!
Germán Pardo García: Acto Poéuna nota en el tono de la voz. Sólo Nos recuerda Jesualdo en su docu tico 50 que el niño no alcanza a advertir estas mentada obra que cuando Ponson du German Pardo García: distancias, y su criterio es la víctima Terrail resolvió ponerle fin a su héroe Llama al Espacio. 50 del atentado.
Lucila Velásquez: Poesía resisse organizó una imponente manifesta800 ción para que lo resucitara, y así tuDecíamos que no todos los cuentos Luis Sánchez Pontón: Azulejos y dedicados a la infancia son recomenvo que hacerlo. Vale sin embargo Campanas. Poemas 11. 00 Luis Cardoza y Aragón: La Redables. En efecto los hay del todo inaanotar de paso que son los libros que volución Guatemalteca.
10. 00 pudiéramos denominar de aventura decuados para la sensibilidad infantil.
Fernando Alegría: El poeta que científica, como los de Julio Verne y Algunos son tan crueles que han suse volvió gusano y otras histoWells los que cautivan hoy primorrias verídicas 75 frido variantes que atenúan esa cruelGriselda Alvarez: Cementerio de dialmente a quienes lograo sobrepadad. La misma Caperucita Roja no Pájaros 75 sar el atractivo de los comics. Cienmuere ahora en el vientre del lobo Poesía de América, Nº 3, Año IV cia Ficción» les hace una extensa Juan Larrea: Razón de Ser. 11. 00 como acontecía en el cuento original.
competencia a los Cuentos de Brujas.
Juan Larrea: La Espada de la Un leñador sorprende a la fiera mienPaloma 22. 00 tras hace la siesta de su banquete, y Germán Pardo García: Eternidad Las bellas láminas en colores de liberta a la chiquilla colocando en su del ruiseñor 10 00 todo cuanto se publica ahora en un Vicente Magdaleno: Ascensión a lugar dos grandes piedras. El Lobo verdadero derroche de técnica tipo. la tierra. 50 despierta, siente una sed devoradora, gráfica son un admirable complemencorre al pozo vecino, y al inclinarse to silencioso de cada obra. Hablan a Solicitelos a Cuadernos Americanos.
para beber, las piedras le hacen perlos ojos y no al oído, pero lo hacen México. o a Rep. Americano.
der el equilibrio. Cae y se ahoga. San José, Costa Rica. con la mayor elocuencia, Esta versión transforma en alegría 00 vista. 20 te. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica