LeninTrotsky

314 REPERTORIO AMERICANO Pere Foix entreveradas con las labores de estudiante, las primeras iniciaciones en el balbuciente movimiento sionista. los dieciocho años, se gradúa en el Real gimnasio de Pinks.
Parte hacia Occidente. Enseña hebreo y ruso en la aldea de Pfungstadf, a menos de una hora de tren de Darmstadt. Tiene contacto con los judíos asimilacionistas, y con el antisemitismo que predominaba profundamente en la Alemania de aquella época; un antisemitismo pesado, sólido, pedante y mucho más mortal, a la larga, que el de las turbas de las ciudades rusas. Vuelve a Pinks, donde realiza su primer trabajo químico. Más tarde, Berlín. La Universidad. Los maravillosos conciertos del ciclo de Beethoven. Amistad con Asher Gins.
burg, el más conspicuo pensador y estilista hebreo de su generación. opinante de que el sionismo era el renacimiento judío en el sentido espiritual.
raciones sionistas reinaban ya en el ambiente judío. Mi padre no era todavía sionista, pero mi casa estaba impregnada en la rica tradición judía y Palestina estaba en el centro del ritual, como un anhelo vehemente implícito en nuestra vida. El nacionalismo práctico no tomó forma hasta algunos años más tarde, pero el retorno se hallaba en el aire, vago y arraigado mesianismo, esperanza que no moriría. Oíamos las conversaciones de nuestros mayores y nos sentiamos arrebatados por su inquietud. Mi madre era maravillosamente buena; la clase de persona a quien los vecinos recurren en momentos de dificultad. Aun en las épocas difíciles se mostraba alegre y optimista.
Solía decir: Ocurra lo que ocurra, estaré bien.
Si Shemuel (su hijo revolucionario) tiene razón, viviremos felices en Rusia; y si Jaim (yo) tiene razón, iremos todos a vivir a Palestina. No quiero decir quién tenía razón, pero ella pasó sus últimos años muy feliz en Palestina, con la mayor parte de su familia.
Pero eso fué mucho después.
Adviene un cambio fundamental en su vida: su traslado a Pinks, para asistir a una es.
cuela rusa, en 1886. un cataclismo social. La atmósfera de la vida hebrea estaba densa en desastres. Habían ocurrido los horribles progroms en 1881, que conmovieron hasta sus cimientos a todo el mundo judío. Entre mis recuerdos tengo memoria de la frenética huída de la prisión del distrito judío, la enorme marea de la migración que arrastraba a cientos de miles de israelitas de sus antiguos hogares a las lejanas tierras de más allá de los mares. En mi niñez y juventud fuí testigo de la evacuación de pueblos y aldeas enteros. Había una descollante excepción entre mis profesores. Un hombre llamado Kornien ko, a quien muy posiblemente le debo lo que he logrado en el camino de la ciencia. Era un químico con un verdadero amor por su especialidad, y de considerable reputación de todo el mundo. Fué quien me impulsó al estudio de la química.
JckRez JUÁREZ BRIXENCE Completa y documentada biografía dei denemérito de las Américas. En Costa Rica se vende en la Adm. de Rep. Amer. y en la Librería Trejos Hnos. al precio de el ejemplar. Pida el exterior: dólar. Pídalo, acompañado de su importe, a Ediciones Iberoamericanas. Apartado Postal 1784. México Un momento crucial. Hacía casi dos años que me hallaba en Berlín, cuando en 1896, Theodore Herzl publicó su opúsculo: El Estado Judio. Fué un pronunciamiento que cayó como un rayo de un cielo claro. Lo vi por primera vez en el Segundo Congreso, de Basilea, durante el verano de 1898, y me pareció imponente. Hace un agudo análisis de las teorías de Herzl, y escribe: El sionismo era para mí algo orgánico, que debía crecer como una planta a la que había que vigilar, regar y nutrir para que llegara a la madurez. No creía que las cosas pudieran hacerse de prisa. Los sionistas rusos habían adoptado como lema un dicho de los sabios hebreos: Lo que no puede hacer la inteligencia lo hará el tiempo (es decir, el trabajo, la aplicación, la preocupación. Conoce a Max Nordau, otro de los conspicuos líderes de los comienzos del sionismo.
Un invento químico que acaba de realizar lo lleva clandestinamente a Moscú, donde no puede venderlo, cosa que logra más tarde en París. va a Suiza, donde ve a Lenin, Plejanov y Trotzky. Pasa cuatro años en Ginebra, doctorándose con una tesis basada en las investigaciones sobre colorantes. Se casa con Vera Chatzman.
lación con tus atractivos. Lo qe. veo, no es más de la imagen de lo qe. imagino. Tú eres sola en el mundo pa. mi. Tú, ángel celeste, sola animas mis sentidos y deseos más vivos.
Por tí espero tener aún dicha y placer, porqe.
en ti está lo qe. yo anhelo.
Después de todas estas y otras muchas cosas ge. no digo pr. modestia y discreción, no pienses qe. no te amo.
No me acuses más de indiferente y poco tierno. Ya ves qe. la distancia y el tiempo solo se convinan para poner en mayor grado las deliciosas sensaciones de tus recuerdos. Es justo no culparme más con tus vanas sospechas.
Piensa sólo en lo qe. no puedes negar de mi pasión y constancia eterna.
Escríbeme mucho; ya estoy cansado de hacerlo yo y tú Ingrata no me escribes. Haslo, o renuncio a este delicioso alivio. Dios tu Enamorado.
archivos públicos y privados de Bogotá, donde debió buscar y encontrar ardientes cartas de amor de Bolívar y de su tía abuela, que con seguridad destruyó, pues era muy celoso de su nombre. También de don Miguel Antonio Caro fué tía abuela Bernardina, por ser su hermana Nicolasa esposa de don Antonio José Caro, abuelo paterno de don Miguel Antonio. Don Miguel Ibáñez, prócer de la Independencia, fué padre de varias hijas de renombrada hermosura, una de ellas Nicolasa. etc. dice doña Margarita Holguín y Caro, en su folleto Los Caros en Colombia, 1942.
En mis años de estudiante en Bogotá conocí a una joven muy simpática y culta, educada, como las de mejores familias bogotanas, en el convento de La Enseñanza. Era hermana de Pedro María Ibáñez; murió en su juventud, en 1905 o 1906 y se llamaba Elvira Ibáñez Tovar. comienzos de 1903, nos dice, trabajaba arduamente tanto en la química como en el sionismo. Pasaba largos días, y en ocasiones, noches enteras, en el laboratorio, empeñado en una investigación que era interesante en sí misma y al propio timpo prometía (promesa que se cumplió) nuevas perspectivas a la química.
Interrumpiendo sus trabajos científicos, vuelve a Rusia, verificando una jira por las comunidades judías. Los horrores del progrom de Kishinev. Se dirige a la Gran Bretaña. El de julio de 1904, Herzl, había fallecido en Viena.
Se establece en Manchester, consagrándose a sus investigaciones. Da clases en inglés. Los capítulos que dedica a reseñar esta etapa de sus actividades son singularmente cautivadores.
Nos plantea el conflicto entre ciencia y sionismo. Pinta vivamente su primera entrevista con Arthur James Balfour. Hice hincapié, escribe, en la parte espiritual del sionismo; señalé que sólo una profunda convicción religiosa expresada en términos políticos modernos, podría mantener vivo el movimiento y que esa convicción debía estar basada en Palestina, y sólo en ella. Palestina tenía un atractivo mágico y romántico para los israelitas; nuestra historia había sido lo que era, sólo por nuestro tenaz aferramiento a Palestina.
Nunca habíamos aceptado la derrota, y no habíamos olvidado jamás la Tierra Prometida.
De pronto dije. Señor Balfour, suponga usted que yo le ofreciera París en lugar de Londres. Lo aceptaría? Se enderezó en la silla, me miró y replicó. Pero, doctor Weizmann, nosotros tenemos Londres. Es verdad, dije, Esta apasionada carta demuestra que fueron muchas las que se escribieron los amantes, enardecidos por la ausencia. Infortunadamente, para las historiadores de Bolívar, un pariente de Bernardina, don Pedro María Ibáñez, vivió la mayor parte de su vida en los Hasta aquí la Historia secreta de Bolivar y el capítulo sobre Bernardina Ibáñez. No conozco el libro Puntadas de Historia, de que habla el señor Naranjo.
Julio. 1950. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica