CommunismIndividualism

66 REPERTORIO AMERICANO acera, noté la delgadez asombrosa de su Shaw se las compuso para darse el lujo de profundo en toda la vida de Shaw: yuncontextura: un brazo esquelético, ajeno al probar su solidez. Como el cinismo, que es que pareca una aserción muy osada, nos músculo, y una mano grande que parecía una energía desconsolada y sin esperanza, parece nítido el de su singular debilidad colgar como un tubérculo de un tallo me. es el fondo del humorismo, Shaw no habría física. Habrá, sin embargo, alguien que nos nudo y quebradizo. Mientras tanto, el señor podido dejar de ser eso: un cínico; pero diga que una existencia nonagenaria no Shaw me guiñó un ojo, calculando el efecto un cínico con grandes horas reservadas y puede ser señalada como débil. sin emque produciría, y agregó a sus sobrios cum. trágicas, producto de su existencia amarga. bargo, es también un hecho de historia y plimientos: The others must be retired! da por algún amor de fondo gris y de una de psicología que los grandes débiles sueRogué a mis compañeros que procediesen debilidad ingénita, a que dió sentido tras len ser los más longevos de los hombres.
según sus deseos, y la placa que aquí se pucedente la influencia de Ibsen. En tanto Este mismo complejo parece indicado en blica fué tomada mientras tanto. Pero si el que su Bárbara y su Pigmalión reflejan una Shaw por su amor a Ellen Terry, primera señor Shaw no quiso hablar, en cambio me madurez digna de los mejores maestros re actriz del Liceo que intrepretaba precisadejó, como el mosquetero de la India su nacentistas, la veleidad juguetona de Shaw mente a Shakespeare en el Liceo; jamás se almizcle, una extraña cantidad de cosas que le lleva, por venganza solamente, a sus co decidió Bernard a declararse formalmente, ya había sospechado yo leyéndole, cuando nexiones con el comunismo.
si bien le escribe amorosos billetes que enno oyéndole en representaciones teatrales. Pero sería actitud infantil tomar este cocienden en su amada un deseo de gloria munismo suyo como un convencimiento más que una pasión humana. Cuando Shaw profundo. El, que se siente un aristócrata se repone un tanto de esta existencia evaGeorges Bernard Shaw ha llenado una del ingenio, que tiene el vicio del clastómasiva. the others must be retired. ya es época entera en los caminos literarios. Se no y que en esencia es un idólatra del no muy tarde: la dama no quiere presentarse ría imposible, en una crónica como ésta de me touchez pas, gusta de manejar las pa a él, y le dice que es tan pálida que la creeestilo algo advenedizo y convencional, dar siones en boga para continuar en la vida ría un espectro, a pesar del carmín.
una impresión categórica de su gran persolo que no pudo en el teatro: el iconoclasta, nalidad; pero las grandes líneas de su ethos, que ha visto a Einstein confesar al número La muerte de Bernard Shaw, ocurrida el que se mueve entre el dolor y la risa, sí son como suprema esencia de la organización de noviembre el día de los Muertossocial nos libre Dios de un mundo matemateria que hace al caso. Para mí, indivien Ayot St. Lawrence, Inglaterra conde dualmente, Bernard Shaw fué un hombre mático. acercándose, asimismo, al comu poseía su casita de retiro y estudio ha enfermo del terror a la vida: él debió renismo internacional, saluda a sus reyes en revelado una venganza del mundo contra su cordar siempre aquella mocedad suya, en.
sus cumpleaños, les envía sus obras con risa. No por encargo suyo sino por silenvuelta en las brumas de su patria, cuando dedicatoria y tiene para Winston Churchill cioso concenso de todos cuantos le temieron debía vivir con una libra esterlina durante frases de sincera admiración estimulada. No y eludieron, fué enterrado en silencio, sin seis meses. Shaw aprendió el difícil arte puede darse nada más inestable que la fir flores ni discursos: sólo un ramo fué puesde formarse solo, sin amparo, en medio de meza de Shaw. El gran autor cree sólo to al pie del túmulo, por las manos de su una sociedad como la inglesa, que por aqueen sí mismo, a consecuencia de haber vivido viuda. La risa enmudecio, y de ella sólo lla época el último tercio del siglo paen un medio social que recomendaba la quedaron flotando en el ambiente los abesado creía más que nunca en el dinero, fórmula individualista como la suprema. Es jeos del rumor público inconforme bajo su en el orden familiar, en la tradición y el tan prosoviético como protestante; tan par pa:o. Así se extinguieron noventa y cuatro Imperio: una sociedad de ahorro, de mutua tidario de las tiranías totalitarias como los años de terror a la vida, de trabajo ciclóindiferencia a los insolubles problemas ecopersonajes que presenta sombras de su peo, de infortunio reservado y silencioso.
nómicos del individuo. Su terror y su inte.
misma lucha al mundo contemporáneo. No ha sido mejor, en realidad, la suerte de ligencia, mezclándose audazmente como dos Para nosotros, ha habido un complejo otros grandes hombres.
elementos dinámicos explosivos, le dieron pronto la clave de una esgrima que habría de ser una arma poderosa en sus manos: la burla. Zaherir a la sociedad, golpear a los grandes, organizar cuanto antes un emplazamiento de guerra contra el ambiente, tales fueron sus bombardas y catapultas. Sin.
tiéndose débil, física y económicamente. En Rep. Amer. Shaw realizó el milagro de los que sacan de sus desperfectos psíquicos y de sus anhelos muertos en germen una armada inEn el principio fué el hambre y fué el trinas y doctrinas, fórmulas y fórmulas.
vencible de guerra interplanetaria.
frío. Las especies luchaban y luchaban. Una La sed de Poder hinchóle el corazón. Pero la robustez no tardó en llegar. Ber.
más, entonces, asomo. Como las otras, lle la sencilla ley que debía regir la vida y nard Shaw halló su potencia única en la gó traída. organizar la residencia del Hombre dividebilidad de los otros. Por ejemplo, se ven.
diose en tantas cuantas eran las teorías, las gó de la concentrada atención que el mun La nueva criatura no pidió ser. Asombro doctrinas y las fórmulas. el hambre voldo anglosajón daba a Henry Irving golpean. de ser, cuando el Verbo, de dos golpes de vió a la Tierra.
do su teatro; echando abajo todo el orillo pica, partió la roca de su frente. Se paldel orbe shakespeariano, que él estimaba pó. Y, oh sorpresa, se dijo: Soy! allá fué El escamoteador hablaba y hablaba, de hundido ya para el mundo moderno de pu echado a andar. Era la tierra donde había los derechos inalienables, de la razón, de la ras impresiones sensoriales sin conciencia de quedarse. Le llamaron Hombre.
justicia, de la igualdad. el hambre se ensoñada, y se lió a golpes con el señor El hambre lo devoraba y él devoraba al quedaba en la Tierra.
Chesterton, a quien consideraba como un cortesano inteligente que regresaba, por úlhambre. El frío le castigaba y él se cobi. Agitaba en el aire otra doctrina, otra timo abrigo de moda, al catolicismo de su jaba debajo de su propia piel.
fórmula; ésta lo conjuraría todo. el hamúltimo libro. Una vez tomado por asalto el Floreció la Tierra: los árboles, el suelo, bre se quedaba en la Tierra.
estrado de sus adversarios, le fué fácil magrávidos se ofrecían en frutos, en ganados, Volvía con otra, y otra. Esta la aclamaban nejar aquel impresionismo moderno de la en maderas, en metales. Se prendió en su los parlamentos del orbe, pues para enrisa y la crueldad; y luego, entrar en ese mente la esperanza: la Tierra era el pla tonces habíase hablado tanto y tanto que estado de espíritu disolutor pero no disolu: neta del Hombre. Los días en que buscaba se hizo menester levantar murallas que conto, que fué su fórmula conservadora en la explicaciones al tormento de su destino se tuvieran a la Palabra, y el hambre se quevida privada y su actitud revolucionaria fueron con la rotunda confianza que en daba en la Tierra.
en la vida pública. Pendiente siempre de la redor crecía.
grandeza de su país y de su raza, de que así, por siglos, el hombre ha circunvaocultamente estaba orgulloso tanto por Pero aconteció que empezó a jugar con lado el problema del hambre por las rutas que la lengua inglesa es un vehículo for la Palabra, entre los bienes el mayor, y de la Palabra.
midable de expresión dominadora, cuanto preñado de peligros, que le había dado el Manuel CRESPO porque su época dirigía ya, en cierto modo, Verbo. Como cintas de colores, comenzó a la sensibilidad literaria de toda la tieria sacar de la Palabra teorías y teorías, doc Quito, Ecuador. 1951.
En el principio fue el hambre Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica