14 REPERTORIO AMERICANO Negro Sam Sam del del Tío Sam (En el Rep. Amer. Sam. Dónde está Sam. pregunta el hombre rubio al viento. Sam, Atlas elástico, torre tallada en ébano, ríe como si a la noche de su piel sorprendiera una invasión de yunques.
Sam corre con las pacas prendidas en los hombros como fardo de nubes. se cuelga en la grúa y se dora en el fuego y hace volar su risa como naipe de corazones blancos.
Sam soldado, científico y poeta, negro Sam del Tío Sam: una mañana mis angustias indígenas corrieron por la raíz de tu inquietud, y ballaron tu desnuda verdad, la de tus climas, la de todos los climas donde el aire solloza inútilmente.
Porque el hombre, sin palomas ni lirios, sin piedad ni plegaria, asesinó tu risa y te privó del llanto.
Pero en ti desde siempre te conmueve el clamor de vivir como en el día de la primera flor, bajo la lluvia primera y bajo el rayo del primer sol, cuando los peces iban sembrando sus relámpagos de plata por el mar inocente; cuando el pájaro jugaba con las nubes sin herirse las alas en la oculta muralla de otras alas. Sam, gigante de música, para quien tu bandera hasta hoy simboliza prisión y libertad barras y estrellas: icon qué impetuosa fortaleza creces!
Icon qué bíblico afán te multiplicas!
Te fundes en el trigo, crgendras el ensueño blanco del algodón, y esparces fruto múltiple por los rumbos del orbe en el riel, en la ola y en el ala.
Porque yo vi con todos mis sentidos, negro Sam del Tio Sam, cómo amanece en el recinto de tus horas nuevas!
Manuel GONZALEZ FLORES. Sam del ferrocarril, Sam de la mina, Sam de las aventuras marineras Chicago, 1947.
QUÉ HORA ES ES. SEE Lecturas para maestros: Nuevos hechos, nuevas ideas, sugestiones, incitaciones, perspectivas y rumbos, noticias, revisiones, antipedagogia.
cientos años más tarde creyó inventar la llamada escuela activa. Lo que se propone el ciego era enseñarlo a vivir. que supiera un punto más que el Diablo, que era, según él, lo menos que podía saber un mozo de ciego.
El retrato de Lázaro, con ser tan cabal, es incompleto. Cuando vamos a empezar a cococer los frutos de aquel laborioso aprendizaje acaba el relato. El relato de las mocedades del pícaro. Pero, con todo eso, ya sabemos cuáles son las enseñanzas que recibe y cuál es la que pudiéramos llamar su concepción del mundo.
El retrato del pícaro en la plenitud de eus facultades nos lo da fin Mateo Alemán on Guzmán de Alfarache. El pícaro confroncado con la vida de su tiempo, y la filosofia del pícaro confrontada con la filosofía ascética de la Contrarreforma. Con menos atuendo filosófico y moral y más caprichosas sombras Darrocas nos da Quevedo la imagen de Don Pablos.
En sus grandes retratos literarios, como in la vida española el pícaro conserva una anidad inmutable. No es sólo un producto de orcunstancias sociales y económicas, es el representante de un espíritu, de una filosofía y de una civilización. El creciente empobrecimiento de España a partir del siglo XVI dejaba sin destino económico a un número cada vez mayor de pobladores de las ciudades. Hidalgos, postulantes, soldados viejos, cómicos, tabures. La miseria, en todas partes crea mendigos y rateros. En España también hubo mendigos y rateros. Gentes que piden o que roban para no morirse de hambre. Pero en España también surgió el picaro, que, pudiendo ser ambas cosas, no es exactamente ni un mendigo ni un ratero.
El arma del pícaro es el engaño. Su pedagogía le ha enseñado que la vida es mala, que las gentes son mezquinas, despreciables y malvadas, que hay que desconfiar de todo el mundo y no esperar bien de nadie. El profesa que para obtener algo de los hombres hay que erigañarlos.
Podría obtener algo de eso trabajando. El no sabe hacer ningún trabajo. Sabe jugar, sabe conversar, sabe decir mentiras, sabe fanfarronear, pero nunca ha tenido paciencia para aprender ningún oficio. Ni le interesa aprenderlo. Porque le parece que el que aprende un oficio y se emplea pierde la libertad. Se transforma en un esclavo. Deja de ser hombre.
Nada ama el pícaro tanto como la libertad. El sagrado derecho de hacer lo que le dé la gana o de no hacer nada. No contrae obligaciones con nadie. Ni con un patrón, ni con ana mujer. Ni se emplea, ni se casa. Cada día cebe ser para él nuevo y libre. Qué nos traerá el día de hoy? es lo que se pregunta amaneciendo. cuando el día pasa mal y no hay qué comer él se echa en su pajar del camino, en su portal, o en su camastro de posada que co ha de pagar y después de hacer sus devociones y antes de entregarse a un dulce sueño cin sobresaltos y sin pesadumbres, el pícaro dirá: Mañana será mejor.
El pícaro no quiere establecerse, ni atarse.
Lo que le importa es el hambre del día. Una vez saciada todos sus problemas están resueltos. Si por azar adquiere más dinero del necesario para el día, se apresurará a despilfatrarlo en un bolgorio o en el juego.
La verdad es que él no desea vivir como los demás. Mira la vida regular de las gentes ordinarias con desprecio. Tiene una actitud casi ascética de desprecio por los bienes de la sida. ama profundamente su estilo de vida.
OXX1 La florida picardía Por Arturo USLAR PIETRI (En El Nacional de Caracas, VIII 49. Con dos graves noticias termina Quevedo colmente que las transformó en otras distintas.
su Buscón. Nos dice que Don Pablos se marcha Pero el pícaro vino y arraigo. Se quedó en las a América, y que allí no se enmienda. En al fundaciones, en los pueblos y en los caminos gún coloreado y cálido puerto dejó el galeón y allí está todavía hoy como uno de los más al pícaro mohino e irreformable. Pudo ser vivos testimonios de la civilización española.
2n Cartagena, o en Veracruz, o en La Haba El, a su manera, tan peculiar y pintoresca, na. o en La Guaira, en Panamá, camino del condensa y ejemplariza algo de lo más fundaPerú. apenas desembarcado comenzó su in niental de la actitud castellana ante la vida.
dustria. Pero no era Don Pablos el primer Es el retoño siempre verde y siempre nuevo pícaro que se venía a las Indias.
de la más vieja rama del árbol de nuestra Pícaros vinieron a América desde el co bistoria.
mienzo de la conquista y arraigaron en ella. Estaba en la vida española mucho antes En la España de Colón ya los había. en de aparecer en la literatura. La literatura le todas las entradas se alistaron. Los nombres levantó un maravilloso monumento consagraJe los que no pudieron pasar de pícaros no torio. Lo tomó de la vida y lo convirtió en los conocemos. Pero en cambio los nombres paradigma. Pero siguió estando vivo en la vide los que por el familiar camino de la aven da y en la literatura. Por eso los libros del tura llegaron a otra cosa llenan los anales de pícaro son los que en verdad fundan eso que la conquista. Sebastián de Belalcázar comien se llama el realismo literario y hasta en cierto za como Lázaro de Tormes, y los primeros modo la novela moderna de Europa.
pasos de Francisco Pizarro en la vida españo El primero que nos lo retrata es el anola no son muy distintos de los de Guzmán nimo autor de Lazarillo de Tormes. Nos hade Alfarache.
ce un retrato de adolescencia. Lo que nos cuenLa vida española vino entera al Nuevo ta son los años de aprendizaje del pícaro. La Mundo y en ella estaba el pícaro presente en que pudiéramos llamar la pedagogía picaresca.
mil formas. Era, precisamente, una de sus ma Una pedagogia admirable y revolucionaria nifestaciones más reveladoras y características. mucho más adelantada que la que se usaba en Muchas de las cosas que los españoles trans todas las escuelas de su tiempo y de los posteplantaron a América no arraigaron. El nuevo ciores. Los métodos del ciego para enseñarle a medio les fué hostil, o las modificó tan radi Lázaro la vida picaresca son los que cuatro Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica