62 REPERTORIO AMERICANO Esto les cuento. En el Rep. Amer. Un sordo rumor de los curiosos corea sus palabras. como una sola explicación, apenas murmura: Os aposté y he perdido. Gran Dios, la dama grita y se desplomo pesadamente a los pies del esposo, muerta, como fulminada por un rayo.
tec atraía la atención no sólo de Guanajuato.
sino de la Nueva España, por su descomunal fortuna y por sus nunca igualadas orgías? Tal vez lo pueda contestar un monje enclaustrado que consume su vida en la humedad de la celda, modelo de penitentes, que repasa silencioso todo el día las gruesas cuentas de su rosario.
Juan José PRIETO.
Guanajuato. Qué se hizo aquel caballero que años anEsta ilusión estéril (En el Rep. Amer. Esta ilusión estéril, fría, sin astros.
VIENTOS DE VERANO!
Mi rancho está situado en un alto tan ventoso, que las gentes me decían: jel viento se lo llevará!
Lo construí especialmente y principié a sembrar tapa vientos. que, un año después, constituyen buena defensa.
El vendaval ronca, chilla, ruge, lanza alaridos o silba. a ratos parece orquesta de gigantes; otras, corriente impetuosa! eso día y noche sin cesar! Pasa sobre mi rancho porque el tapa vientos lo hizo elevarse; ipero no pudo detenerlo!
No tengo por suerte la insensatez del tiempo y no hice el vano intento de querer detener el viento. escuchando, en las noches ese ruido intenso, he pensado. No son las ideas más veloces y tenues que el viento. No es locura, o ingenuidad pretender de tenerlas con vallas? pienso que, como aquel, saltará todo obstáculo y su marcha, cantando victoria, seguirá en lo alto! a veces parece que lanza carcajadas!
Si no fuera que a veces parece una mujer que me sigue los pasos, yo estaría casi loco, sin amor, con alma; sí, pero de árbol.
Ella es en mí lo mismo: Golondrina, murciélago, cúpulas, relámpago, sirena, sexo, alegoría, casi un soplo de Dios sobre este barro.
Si no fuera que a veces el cielo se le cae, nunca tendrían sus ansias espíritu de canto.
Si no fuera que a veces la música es del hombre, estarían sus campanas casi mudas de espanto.
Con esta vida así, no puedo, ino. y la recuerdo: mujer al fin y al cabo. y yo. un hombre, nada más.
Sí, un hombre como tantos.
ESTO QUE ME HABLA.
Sí, puedo ser perverso; puedo engañar a todos; puedo, como los cerdos hacen en las aguas, encharcar vidas ajenas; usar el don divino de la palabra para herir, para envenenar, para difamar y así, en vez de una lengua humana poseeré dos. viperinas!
Mas. allá en la soledad, en el silencio de la noche, en la tranquila quietud del reposo.
una vocecita me hablará con energía y me dirá cómo es de mala y sucia y dañina mi vida!
Es mi conciencia. Pero a mí me dijeron que existía entre los dos algo más que lo humano.
Que el es, el ser y el soy, eran poco, nada más por amarnos: que el dueño de la esencia tenía su joyería, donde creó la hermosura, la substancia y los astros, y al darnos corazón. como quien dice alas110s legó los espacios.
Puedo engañarlos a todos, aun al sacerdote incauto, pero a mi conciencia no. al final, como he ido sembrando abrojos. sentiré en mis plantas el dolor de las espinas y en el alma, la maldición de mis víctimas!
Entonces nos creímos dueños de las estrellas, del metal, de la rosa, de los arcos y el pájaro.
Conocimos la muerte; convivimos el viento, los truenos y el ocaso.
Si éramos su imagen, su misma semejanza. teníamos que ser grandes para poder amarlo!
De allí que hasta pensamos vivir con los perfumes y bajarnos al fruto que colgara el verano; pero había mucha sangre, poco amor, ningún santo, muy pocas amapolas y envidias en las ramas de todos los granados; pasiones y mentiras y odios; algunas nubes se amaban ipor Dios! en los barrancos. CUIDADO!
Era una catarata majestuosa; estaba ensimismado en su belleza, al borde del abismo y, de pronto. una fuerza extraña me hacía inclinarme, cada vez más. casi ya caía cuando un compañero me dió un tirón.
Eso me salvó.
La atracción de las profundidades es tan poderosa que pareciera, o que hay algo que nos empuja, o que tal fuerza magnética nos absorbe.
Estamos frecuentemente al borde de esos abismos, nos marea algo, perdemos el concepto de la realidad y. si no poseemos una personalidad definida y firme. caemos!
Lo mismo en lo material que en lo espiritual.
Ahora, en estos momentos, la Humanidad está tan cerca del abismo, sin nadie que pueda salvarla. ique parece segura su caída, una caída más!
Juan CARAZO.
Costa Rica, año de 1949.
Hoy presencio la noche, de la noche la luna, de la luna la luz, y de la luz. mi cuarto. me río de los cielos y me río de todo. y me encomiendo a Dios, porque además, lo amo. y le pido hermosura para esta ilusión mía que se muere en mis manos.
Jesús ARELLANO.
México, 19 octubre 1949. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica