216 REPERTORIO AMERICANO Homenaje de los escritores argentinos a GERCHUNOFF (Recortes de La Nación de Bs. Aires. Novbre. 20, 24 y 25 de 1953)
El Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores fué otorgado a la obra de Alberto Gerchunoff. El jurado respectivo, integrado por escritores cuya producción ha merecido ya la misma alta distinción. Jorge Luis Borges, Arturo Capdevila, Ezequiel Martínez Estrada, Eduardo Mallea, Victoria Ocampo, Ricardo Rojas y Francisco Romero, confirió así, con carácter póstumo, el lauro significativo que abraza la cosecha total de Alberto Gerchunoff, cuyos libros Argentina, país de advenimiento y El pino y la palmera. aparecidos el año anterior, sustie nen como referencias cercanas el sentido esencial de toda su labor.
El próximo martes a las 19 se efectuará en la Casa del Escritor un acto extraordinario, en el cual recibirá la medalla de honor la señora Rosa Esther Gerchunoff, hija del desaparecido escritor. En la oportunidad hablarán también el presidente de la José Luis Lanuza, y Jorge Luis Borges Gerchunoff acaba de recibir el Gran Premio de Honor de la Sociedad Arg.
de Escritores; él está ya muerto, pero viven su obra de gran escritor y su recuerdo de hombre libre. Todos estuvimos de acuerdo en el homenaje.
Acaso quiera usted registrarlo en ese gran archivo del espíritu de nuestra América que es Repertorio. En carta de 20 novbre. 1953 al Sr. García Monge. De Francisco Romero, en Eduardo Costa 2660. Martínez. Rep. Argentina. todíos y en la hija del escritor recordado, por un cálido reconocimiento donde se confundieron los acentos de la devoción filial y la comprensión espiritual.
Habló en primer término José Luis Lanuza, quien, en su condición de titular de la entidad, señaló la significación del lauro y, refiriéndose a la medalla de PRAXENCH oro que lo representaba, dijo: Esta medalla tiene grabada la imagen de José Hernández. no queda mal el retrato Alberto Gerchunoff del autor de El gaucho Martín Fierro para premiar al autor de Los gauchos judíos. Porque Gerchunoff, hombre de timental en la evocación, armónica ar. visión universal, también había visto en quitectura de conjunto. después, los profundidad a la Argentina, como pueotros libros que, mejores entre excelen de verse en muchas de sus obras y partes, cimentan la jerarquía de una pro ticularmente en Entre Ríos, mi país.
ducción: La jofaina maravillosa. ofer Luego disertó Jorge Luis Borges. Su torio erudito de glosas que ha servido semblanza de Alberto Cerchunoff abaren las aulas como modelo de páginas có los rumbos que orientaron el pensacastellanas; La asamblea de la bohar miento de éste y, deteniéndose en la dilla. los diálogos imaginarios de con estimación del estilo del prosista, dijo textura ejemplar; Los amores de Ba. que fué la proyección de su estilo oral: ruj Spinosa. la conmovida adivinación Los maestros de la humanidad fueron de una intimidad sutil. La Clínica del maestros orales: Buda, Pitágoras, Jesudoctor Mefistófeles. el testimonio de cristo. para advertir en seguida los moun conversador al que la palabra se le tivos por los cuales Platón censura a los dió como un don exquisito y perfecto. libros que no contestan. De Gerchunoff esos y otros muchos libros compren. añadió poco después. se ha dicho de la distinción que esta tarde recibirá que no dejó ningún libro definitivo. Pe.
la señora Rosa Ester Gerchunoff. Previa ro, como ensayista que fué, no estaba en mente, el presidente de la SADE José ningún libro, sino en todos y cada uno Luis Lanuza hablará acerca del sentido de ellos.
de la reunión y Jorge Luis Borges se re Contempló luego la virtualidad ferirá a la trascendencia literaria del mopolita con que, como todos los judíos ininterrumpido quehacer de Alberto Ger cultos, se definía el autor de La asamchunoff. La memoria de quien fuera vi blea de la bohardilla. a través de las cepresidente de la SADE recobrará hoy dos culturas confluyentes que lo modesonora permanencia en la Casa del Es laron: la occidental, en la que se hallaba critor a través del acto, que comenzará sumergido, y la oriental, que recorría su a las 18. 30.
corazón con la sangre de su raza milenaria; tras lo cual concluyó: Cabría tal Una compartida emoción rigió el acto vez decir que los premios son tan abstractos como los muertos. Cabría tamen el cual fue otorgado ayer el Gran bién decir que la ceremonia que ejecutaPremio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores. La nutrida concurrenmos ahora premiar a un muerto, entregar a una sombra cia, que excedió el espacio del salón de una especie de moneda es de algún modo mágica.
actos de la Casa del Escritor, dió a a reunión, en la tarde desapacible, el caAsí, apenas hay una diferencia de enfasis entre decir; Aquí, en esta sala, está rácter de un sentimiento admirativo, con Alberto Gerchunoff, que escribió veinte firmado materialmente como una adhe.
admirables libros y que murió una tarde sión al sentido más profundo de la obra del año 1950. y decir Aquí, Rosa Esde Alberto Gerchunoff, acreedora a la ter Gerchunoff, está la medalla que daalta distinción anual. en ese público atento, las palabras del presidente de la mos a su padre. de Jorge Luis Borges y de Recibió la medalla la hija del escritor la señora Rosa Ester Gerchunoff hallay a poco se la oyó hablar con voz clara y conmovida. Comenzó por recordar ron el eco preciso, requerido, en los dos cómo su padre creyó en la calidez del primeros, por una valoración humana y literaria del autor de Los gauchos ju(Siga en la pág. 221)
Las manos de una hija de Alberto Gerchunoff recogerán esta tarde la me dalla representativa del Gran Premio de Honor otorgado por la Sociedad Argentina de Escritores con carácter póstumo a la noble cosecha literaria de quien se incorporara a las letras hispanoamerica nas con un bello tributo de amor y de esperanza. Un jurado compuesto por los escritores Jorge Luis Borges, Arturo Capdevilla, Ezequial Martínez Estrada, Eduardo Mallea, Victoria Ocampo, Ricardo Rojas y Francisco Romero dos los cuales junto con Fernández Moreno, han sido acreedores a la alta distinción, establecida para honrar la empresa que abarca una obra integrasubscribe el veredicto oportuno. Tiene éste por fundamento temporal dos de los libros, Argentina, país de advenimiento y El pino y la palmera. aparecidos después de la muerte de Alberto Gerchunoff, y por razón insita, los valores de una labor que en la escritura lleva el cuño estilístico de un cabal hercdero cervantino.
Se ha conferido, pues, el premio a la totalidad de una obra que, si bien hur.
tada a las fatigas del diarista se sible a las solicitaciones de la actualidad, tuvo en el talento y la vocación de su creador los instrumentos poderosos para realizarse con aquella virtud que ciñó en la elegancia de una prosa clásica la intensidad de un pensar entrañado. No es breve la nómina de los libros a los cua les lcanza el Gran Premio de Honor 1953. Comienza con un libro popular desde hace mucho. Los gauchos judíos. donde se hallan signadas por la transparencia de a propia aurora las características originales que habrían de acentuarse a medida que la plenitud de una cultura sirviera de obligado tamiz; gracia alada en la expresión, deleite senCOS Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica