Democracy

56 REPERTORIO AMERICANO Mi despedida a ANDRES ELOY BLANCO Colaboración de Diego Córdoba Venimos a despedirte, Andrés, en la a empujar la puerta de palacio. Por man hora de tu patética vuelta a la patria, ahodato del pueblo, un día se te vió de edil gándose la palabra en las angustias de en la Comuna de Caracas defendiendo un pedazo de tu pueblo, de nuestro puela autonomía del municipio, con la misblo venezolano, aquí presente en el última santa pasión democrática de nuestros mo adiós con que también te despide Méantiguos patricios, y, más tarde, en la cuxico, el México de los trescientos varorul de la Cámara de Diputados, conducines de la libertad y la cultura, el que enado ahí por el voto indiscutible, predicanmoraste con tu gracia de caballero comdo decencia, concordia, cultura, pariendo pleto del espíritu y tus excelencias de ciuleyes generosas y, como siempre, cantandadano de América, del que hiciste, codo; cantando, al triste són del cuatro bien mo José Martí, tu dulce patria de préstatemplado de tus Palabreos. las herimo. Han transcurrido ya más de seis años das de nuestro pueblo, el que se independesde que saliste de la tuya a la pelea dizó para independizar pueblos, y al que de la esperanza, limpio y garboso el cotú, con humorismo conmovedor, protagorazón, en tu palabra de seda el fuerte nizaste en el Juan Bimba de tu drama lazo de unir pueblos y en la espada del de poeta de la política.
poeta los caminos encendidos de sus sueLlegó el día en que triunfó tu partiños patrióticos. Ahora regresas a la tierra do, del que fuiste corazón y escudo, ala de nuestros desconsuelos, peor que Don de fuego en la tribuna y ala de luz en Quijote en su aventura final: tu pequeño, el consejo, nunca gavilán de la política, fino y nervioso cuerpo un haz de huesos sino azorada paloma, porque tu calidad y de coágulos, crispados por la tragedia.
de hombre cabía en la que concibió el ¡Qué precoz, larga e infortunada tu gran poeta francés un punto que vuela odisea de caballero de la esperanza! En con dos alas: el pensamiento y el amor.
nuestra Cumaná, la cuna del Gran Poeta Andrés Eloy Blanco En tus ímpetus de idealista te remontasde Ayacucho, porque la espada del Ma(1955)
te a la galaxia de las más puras concepriscal fué también espada de poesía, te ciones democráticas; te paseabas ibas asomabas, cuando niño, a la clara rendiy venías por los Andes y por los Po.
ja de tu hidala casona de Santa Inés para muros que te oprimía, no descansabas. pocateptles de la fraternidad latinoameri, mirar inquieto la vieja lucha sangrienta de Cantabas. Los ditirambos de tus rebel cana y desde el limpio espacio de tus ale.
nuestro pueblo por su libertad. En Carl días, los ayes de tu angustia, el himno de teos anidabas en un mundo generoso, hucas, de estudiante, entraste briosamen e tu fe en la patria, esencias de tu grandeza mano, nuestro, de todos, en que tu canen los primeros combates del civismo y de poeta y de hombre, ceñido al pavés to se desmayaba en amor del grande por poeta soberano a los 20 años, ungido por de la altísima responsabilidad del vene la patria grande, se encendía en la llama la gloria de tu laureado Canto a Espa zolano, saltaban de los días sombríos de de la libertad y se deshojaba en rosas de América.
ña. ya Doctor en Derecdo y tribuno de la prisión a encender las noches en la la justicia, te metiste tan hondo en el peconciencia de tu pueblo.
Nunca te ensañaste. Andrés, contra el cho de la Venezuela buena, que ella mis Cuando el dictador de los 27 años, débil ni contra el ignorante, pero si conma te hizo su joven soldado, en el deber sólo fue vencido por la muerte transfigutra el perfido, que eso no era sana sino del ciudadano, en la probidad del hom rada en cortesana, tu voz se alzó en las sanción. Jamás chispa alguna de tu pluma bre de letras, en el agobio por una pa plazas públicas, en la Universidad, en la hirió por la espalda, sino de frente, en el tria gallarda. Desde entonces trazaste prensa, reclamando libertad y justicia y duelo formal de las ideas, hermoseado para siempre tu destino: sufrir, soñar, ba resonó por toda Venezuela en tus metá por tu galantería de cumanés a lo Sucre.
tallar sufrir por tu pueblo, sin una sola Ni la calumnia, ni el odio, ni la venganforas de bronce y en tus anatemas conaurora de asueto. Cuando no te maltra tra el despotismo. Hubo un instante de za soplaron sus vientos de furia en tu notaban las lenguas de la incomprensión y democracia en nuestro país, un oasis de ble corazón de combatiente. Ni negaste el desdén, te herían los cardos del vituel mérito a tus enemigos. Fuiste siervo esperanza. Se iluminaron los caminos perio o te torturaban la ergastula y las se repartió el pan de la patria, sin de la patria, de la cultura, de la tolerancadenas, apretándose contra las hambres que tú, el más empeñoso en el mi cia y, por sobre todo, de la bondad, la de tu alma y de tu cuerpo, pero aún así, lagro, pidieras nada para ti: ni el única, la excelsa virtud del hombre que entre los valerosos pugidos de tus que puesto pingüe, ni la prebenda, ni la no se extingue en los recuerdos, la que brantos físicos, en la negra cerrazón de recompensa justa. Ni siquiera el derecho supera a las más grandes glorias del sabio, del artista, del guerrero, de los libertadores de pueblos, de los gobernantes. Le envío, don Joaquín, las palabras adoloriy se purifica en la belleza del apostoladas con que despedí a mi mejor amigo, al poeta de do. Pasaste por las tormentas de nuesmi corazón, el político insubstituible en el amor del tra política y por entre los incendios de pueblo venezolano y por quien yo, sin ser político la demagogia, como un profeta de dejé la carrera diplomática en 1948, para ponerme verdades creadoras de bien, como un al lado de él, cuando Gallegos fue desposeído sabio pastor de la justicia, como del mando legítimo y Andrés dejó la Cancillería ángel de la patria, hablador de donode la República. Esas palabras las pronuncié en el suras. Así fuiste desde la Presidencia de Panteón Español, el día 16 de junio. Iba ese día a la Asamblea Constituyente del 46. Así trasladarse el cadáver a Caracas y no se pudo porfuiste en los tempestuosos mitines elecque de pronto llegó contraorden y el triste acontetorales de tu partido y en tus claros mencimiento se aplazó hasta anoche, noche de duelo y sajes de político. Así en la solemne Canangustia para tantos venezolanos que aquí vivimos cillería de nuestro país, en la que brillasy no pocos mexicanos y hombres libres de otros te como titular señero, y así también despueblos que admiraban y querían a Andrés.
de el sitial de las Naciones Unidas, en tu carácter de jefe de la delegación de Ve (Fragmento de una carta de nezuela en 1948. Yo estaba en París por don Diego Córdoba, México, 20 de junio de 1955. Concluye en la pág. 58) un Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica