1Repertorio Americano CUADERN OIS DE CULTURA HISPANA San José, Costa Rica Abril. Mayo Vol. XLIX 1957 NO. 14 Año 36. 1177 Homenaje de la Universidad de Montevideo a Gabriela Mistral UN DISCURSO de Carlos SABAT ERCASTY Estimado García Mouge: Le remito, por (En Rep. Amer. presó la poeta chilena, como si recogiesi puede caber en su inolvidable REPERTOse en su rojo pecho las afirmaciones de RIO, este discurso pronunciado por mi en el Salón de Actos de la Universidad de MonteCarlyle y Nietzsche, cuando el primero, video, en el acto de homeneje tributado a hablando del poeta de la Divina ComeGABRIELA el día 14 de Febrero con motivo dia, expresaba. Su libro, como por lo de su llorado fallecimiento, acto que fué predemás lo son todos los buenos libros, fue sidido por Don Carlos Vaz Ferreira, a sus ochenta y cuatro años de edad. Fué un hoescrito, en muchos sentidos, con sangre menaje omocionante. Un abrazo de SAde su propio corazón. en cuanto al BAT ERCASTY.
segundo, al tremendo vate de Zaratus¿Quién fue esta muerta poderosa, quién tra, manifestaba en uno de sus cantos. De todo lo escrito no me gusta más es aún, por la supervivencia de sus creaciones, por el árbol de música y llanto que lo que uno escribe con la sangre.
de amor Escribe con la sangre, y aprenderás que de fuego que levantó desde su sagrada carne, quién es esta heroina del la sangre es espiritu. Gabriela cierra canto que nos reúne aquí cual una hoguecon su afirmación este triángulo vitalisra en la soledad del campo que convota de un arte que se da emanando sancase a todas las almas lejanas para forgre, cuando, como si se definiera a si misma. exclama: Una canción es una mar en su torno una rueda de espiritus, llegados para beber la luz herida de amor que nos abrieron las coel calor?
y sas. o, con Esta fue una voz, y aún es una voz. Esotras palabras, darás tu ta fue una herida que sangraba llamas, obra como se da un hijo, restando sangre Gabriela Mistral un cuerpo de la tierra que movía estrede tu corazón. No, restando alma del alma: no, restando luz de la frente; no.
llas, una mano que vertía trigo de dioses restando estremecimientos de los neren los surcos humanos de América, un insistencia y el ritmo de las olas, arquidolor redimido en el sacrificio de la bonvios; no, lo que exige Gabriela es mutectas de océanos. Mas ella, Gabriela dad, una sombra trágica, que por lentas cho más vital. Tiene el rojo y purpúrco Mistral, la dueña imperiosa de esa voz, difíciles purificaciones, levantó la gra le reforzó los timbres, le ahueco y exdel licor de la vida: la sangre! es que la boca sola miente, el cerebro se enfria cia sobre el horror, y fue sembrándose tendió los ecos hacia adentro, en los pulflores a medida que la primavera se le y palidecen las ideas en la dialéctica, las sos del corazón, le trabajó la vida, la emiba haciendo otoño.
sensaciones se abisman en el error o en la papó en la vida, la obligó a los tonos más apariencia; mas la sangre sólo puede Una voz alta, una voz sublime de te auténticos de la sinceridad, la quemó en decir la verdad! Es la vida misma, que naces catarsis, una voz, que sin negar crisoles de amor, la hizo crecer con su sólo se detiene y deja de ser vida, para el limo de sus oscuros orígenes, por in propio crecimiento, como se hace más sumergirse en la muerte, cuando la sanangélico movimiento ascensional, culmi ancha la sombra de un árbol a medida gre deja de serlo porque también se de na en un toque de astros, para luego ver que el tronco se irgue y las ramas se tiene.
terse, triturados todos los egoísmos, so abren conquistando espacio. No la sutibre el desamparo de las almas. una lizó hasta el arpegiado arabesco, ni la ¿De dónde provino ese vitalismo estevoz asi es siempre un mensaje, el ver alambicó en los refinamientos del arti tico de Gabriela? Por de pronto, su rasbo de un elegido.
ficio, ni le vendo las palabras sangrien go predominante, el que da fuego y emoTal, señores, la voz de Gabriela Mis.
tas para disimularles el impetu, ni la li ción a su carácter, es la intensidad. No tral.
mó pulcramente hasta nevar sobre el algo aprendido, no algo escuchado de Hay en ella una derechura de ejemplo fuego, ni le afelpó el rugido, ni le eligió ningún labio, no algo que trasmitan liun tránsito hacia arriba que va agitan los pétalos más delicados, dejando que el bros y maestros. No. La intensidad viedo los horizontes. esa voz fue san. cardo fuera cardo y el espino fuera espi ne con la sangre misma. Está trenzada gre, se formó en el drama de una vida no, con tanto derecho como la rosa es a las médulas y anudada a los músculos dolorosa, fue golpeada como bronce y rosa y azucena la azucena.
Es como una energia tensa añadida a la hierro en los yunques del ser.
Fue un Bien pudo decir Gabriela como dijo voluntad vital. Entre mil rocas, hay dón, una dádiva de la naturaleza. Se in Darío de sí mismo en su mejor momen siempre una de mayor cohesión de crustó en el vientre de la madre. Traio to: Si hay un alma sincera, esa es la mayor resistencia.
Entre mil estrellas, la racia de la espontaneidad, la emana mia. De ahí la sangre que mencioné, hay siempre una más brilladora y desción de las fuentes, madres de ríos, y la de ahí la sangre que para el artista ex lumbrante. Entre mil olas, hay stempre Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica