REPERTORIO AMERICANO 199 matar a un poder ATIENDE CONSULTAS DEL EXTERIOR rativamente reducido de los avio bio los distritos residenciales. Por guidores. En tiempos de guerra resonarán siniestramente las ambunes de que disponen los rebeldes. esta misma razón los aviones de surgen los aeroplanos de las pro lancias y las campanas de los carros Durante la Guerra Mundial 282 caza vuelan sobre la Gran Via fundidades de la tierra como la del servicio de extinción de incentoneladas de bombas fueron arro y la calle Jordán, ametrallando las bíblica plaga de la langosta, listos dios, en su carrera hacia los lujadas sobre Inglaterra. Hoy cual ruinas y los transeuntes.
para lanzarse al espacio en el mo gares afectados.
quiera de las grandes potencias euLa labor que realizan los aviomento mismo en que llegan a la El aeroplano se ha creado más ropeas, puede enviar, en un solo nes en España. dentro de la nuesuperficie.
allá del militarismo, más allá de raid aéreo, mayor cantidad de exva concepción de la guerra. me En el ensayo general que se es los ejércitos, por encima de todos Si bien es cierto que dos mil to dijo un alto funcionario de un tá haciendo en España, los pája los instrumentos de destrucción neladas de bombas lanzadas sobre ministerio de la Guerra europea ros de la guerra han aprendido utilizados por la ciencia de la gueLondres en una sola noche no se es muy satisfactoria. Si bacemos muy bien su lección y en el futuro un campo propio donde torían suficientes para destruir la un balance de los accidentes ocu cuando estalle otro conflicto béli da la pasión, todo el odio, toda ciudad, ni a todos sus ha rridos a los aviones y del daño que co, cada pais sera como un enorme la cobardía toda la bestialidad tiebitantes, es también innegable que estos han causado a la moral del nervio en tensión, escuchando, su nen cabida. Ha dado un el estrago que causarían, supera a enemigo, así como las vidas y pro friendo, vigilando, trémulo de an cierto, definitivo, a los que, como cuanto podemos imaginar. Pero, piedades que han destruido, vere siedad. Subitamente las sirenas que lo adviertiera Stanley Baldwin, pa más que los destrozos, más que mos al comparar las cifras totales, dan la alarma del inmimente ata recen destinados, conscientes o no.
las pérdidas de vidas, la impor que la ventaja está de su parte en que aéreo, convertirán la ciudad en su demencia, a destruir la civitancia del suceso estribaría en el una proporción que supera a los en un manicomio y en las calles lización.
pánico ocasionado. Los supercálculos más optimistas.
bombardeadores vuelan tan alto.
No se ha descubierto todavia que la labor de las escuadrillas de una manera efectiva de contrarresROGELIO SOTELA defensa resulta difícil. Desde tierra tar la campaña de terror que se ABOGADO NOTARIO es imposible distinguir sin poten hace desde el aire. La única posiOFICINA: Pasaje Dent, Teléfono 3090 tes aparatos, un aeroplano por Casa de habitación. Teléfono 2208 bilidad en este sentido, es el atagrande que sea, pintado del mismo qua los acródromos antes de que color del cielo y volando a una los aparatos despeguen para llevar altura de 25. 000 pies. Por tanto, a cabo sus trágicas proezas. Los El hombre inmune el temor de los que se sientan a expertos, sin embargo, no están menazados, será a la manera de de acuerdo acerca de la efectividad De Baragud. La Habana, agosto 10 de 1937 un potro del tormento de que no de este procedimiento y ademas podrán apartarse ni de noche, ni las experiencias obtenidas en EsLas Babilonias capitalistas de hoy (Berlin, Londres, Paris, New York, sobre todo sintéticas máquinas cen. pana prueban que son muy pobres diarias lloverán desde un cielo apa sus resultados. La flotas aéreas no monstruosas de lo inútil moderno, se comen y se dijierentemente despejado. La exacti se concentran en un solo lugar y ren venenosamente a sí mismas, por sus propias lacras.
tud de puntería no es motivo casi siempre se las resguarda en aeEsto es bueno para ellas y para el mundo. Hay ya preocupación para los bombar ródromos subterráneos Todas las deadores, ya que su finalidad síntomas de que muchos vemos, dentro y en torno de naciones enropeas tienen aerodroaterrorizar a la población. esto mos secretos, bangares escondidos estas capitales Babilonias, esa endémica decadencia; y que los aviones rebeldes en el seno de nos proponemos evitarla saliendo de ello. La ciudad empleados para los bombardeos se construcción se ha empleado condesmedida diferencia, aisla; el campo iguala, funde.
mantengan a distancia de las for creto y acero. Los aviones fugiti New York, por ejemplo, cuando el domingo, se queda tificaciones y de las baterias anti vos recurren a toda clase de camau sola, es como un taller colosal cerrado, una enorme fáaéreas de Madrid, atacando en cam flages para evadirse de sus perse brica parada. Sin hombre, se ve bien que no es lugar, casa del hombre.
LOS OBREROS DEL PENSAMIENTO El comunismo capitalista, mina, tesoro, sostén de Cada solitario en sus meditaciones renueva el mito de Prometeo, las actuales colmenas décadentes, con centro de parasiporque con sus interrogaciones y su lucha viola la uniformidad apaci tismo vicioso y alrededor de virtuosa esclavitud, ha de ble de las cosas perturba el vivir jugoso de la animalidad feliz, ceder al comunismo idealista, lírico subjetivo: comude la humanidad contenta con su planeta y su voluptuosidad. se nismo comunista en lo necesario, lo suficiente material, desgarra el corazón al quitarle sus adherencias con goce del instante. e individualista en lo infinito inmaterial, espiritual; y con la seducción nativa y honda de cada sér y cada cosa que nos no hay otro comunismo para el hombre mejor. Entre demandan enteras la voluntad y la pasión: pero renacen, y se vuelven los dos, quedará nulo, como un absurdo tránsito, el los obreros del pensamiento, los sucesores de un caudal más vasto y imposible comunismo totalitario, tan estéril, tan seco, atractivo que toda la vivacidad seductora del presente. No es preciso tan yerto como las dictaduras de tipo fascista o nazista que el pensador descubra: basta con que medite, estudie, escriba, o que son su propio revés o derecho, según quien mire. únicamente piense, para que se mantenga la continuidad de la vida El verdadero hombre, es decir el trabajador verdadero, ideal. Con solo pensar, el pensamiento general se reanima y progresa.
La labor mental es contagiosa: el maestro pone la semilla, y las almas material o intelectual, no podrá nunca soportar dictaduras de castillo ni de plaza, cadena de oro ni de hierro, la multiplican y la devuelven matizada con mil tonalidades nuevas El factor colectivo en la labor mental es imprescindible, pero evidente: en lo vocativo.
salva de los desmayos al solitario, apoya y estimula el pensamien El hombre tristemente mecanizado, diente de los to, corrige las expresiones, enriquece los detalles. colabora, consengranajes babilónicos, debe recobrar del progreso, con tituye el ambiente, germina las ideas, las hace latentes a un grado que o contra el progreso y por su propia rueda, su lójico el primero que las enuncia ya sólo parece que las señala, y liberta a un tamaño, su fuerza misma, su auténtica individualidad.
tiempo muchas conciencias donde la idea pugnaba por nacer: no sabe, Lo social no puede ser una enfermedad para el hombre, ni el mismo, si es qator verdadero o sólo copista de la opinión del como lo es ahora, sino una inmunidad. Sin su aliento, cenáculo o de la época. Hay también ideas tan poderosus, que no su proporción, su libertad nada puede, aunque parezca encuentran espacio en una sola conciencia y buscan apoyo que puede mucho, el hombre.
generaciones enteras. Sobre ellas el nombre de un autor no es emblema paEl estado normal, justo, efectivo del progreso je.
terno, sino el signo bautismal que les pone el primero que vislumbra neral es aquel en que todos seamos aristócratas. digo sus contornos: no como creador, sino com sacerdote que da su sencillos seres de profundo cultivo interior. aquél en testimonio y su bendición.
en cuya raya el hombre no parezca, no pueda parecer (De José Vasconcelos. en su Pitágoras. Una teoría del pequeño, cansado ni preso.
ritmo. Habana. 1916. La Habana, 37)
Juan Ramón Jiménez deb tierra, en cuya