REPERTORIO AMERICANO 229 Dr. García Carrillo sin emLic. Aníbal Arias mana.
en los más recónditos repliegues, y como la der del todo si las sometemos al recurflor que envuelve el néctar con su gala, so del análisis, pero que nos hacen arcubrieron la idea con la corola del símbo der de emoción o nos iluminan el pensalo.
miento. El poeta lo comprende asi y Especialista en enfermedades En el sentido de Carlyle en el símbodice: Tal vez se nos escape la signifiCARDIO. VASCULARES lo hay misterio, hay misterio cación de un poema, pero si nos deja la bargo hay revelación; de ahí, pues, un emoción de los misterioso que experi(Registro del Colegio de Mélicos)
doble significado por la acción simulmentamos en esa landa crepuscular donMETABOLISMO BAS. tánea del silencio y de palabra; y de las cosas de la tierra se olvidan, perVÁRICES agrega el filósofo: si a la vez la padonamos en el poema la falta de senti175 vs. al Sur de la Plaza de Artillería do.
labra es por sí misma elevada y el silencio decoroso y noble, cuán expresiva Aun en aquellas poesías que carecen será su unión. Por los símbolos, la ima de carácter simbólico, sus figuras sou ginación y su mística región de las ma realmente símbolos, no se detienen en ravillas pasan al estrecho y prosaico do el umbral de la simpde comparación, siminio de los sentidos y se identifican no que aúna las imágenes. Puriéramos con él. En el símbolo hay siempre, niti decir que es un poeta que no mezcla, Abogado y Notario da y directamente, alguna encarnación, sino que combina.
San José, Costa Rica alguna revelación de lo infinito. Por el O O Apartado 2352 lo infinito se ve obligado a unirse a lo finito, a permanecer visible, y, por de Y, ahora, señores, habéis atravesado cirlo así, tangible alli.
llevados por un mal guía, un bosque siMitos o parábolas, fábulas o elegorías nuoso; más de una espina de irreveren STECHERT. HAFNER, Inc.
los símbolos han recorrido el mundo cia os habrá herido, pero si tras esta Books and Periodicals realizando el milagro de la cultura hu jornada que realizastéis conmigo, ex31 East 10th Str. New York Enamorado de la belleza de la tendéis las manos para separar la hierCon esta Agencia puede Ud.
forma, diestro fantaseador, y al mismo ba, encontraréis allí, para saciar vuesconseguir una suscrición al tiempo indagador infatigable del protra sed de belleza, la fuente cristalina Repertorio Americano blemas y misterios, Brenes Mesén no po de la palabra de este poeta. Extended dia sino hablar en símbolos. Así nos ha la mano y hundidla en el frescor de la hablado Pastorales, rotundamente corriente; ahuecada llavadla a la boca si terror que constituirán, en cierto modo, simbólicas; pero ese afán alcanza su tibunda, y veréis como la que os he da una prueba final.
Purificación por el cumbre en Rasur, alegórica toda la obra, do a probar es cristalina belleza.
fuego. Subversión de todo lo establecisimbólico cada canto, alcanza ya ese lido. Caídas de estrellas, ríos de sangre, Hernán Zamora Elizondo.
bro el prestigio de lo misterioso, de aquecataclismos e incendios. No veia llas obras que no alcanzamos a compren San José de Costa 1957 Saint Just la Guillotina como un instrumento de Adocalipsis, necesario al logro de la felicidad y la justicia entre los seres humanos. En torno al Apocalipsis (En El Nacional de Caracas, 22, III, 57. La esperanza revolucionaria. prosigue Madaule está muy cerca de la El último número de La Table Ron diaef, y algunos de autores de hoy que esperanza apocalíptica. Los revoluciode está consagrado, en su totalidad, a de algún modo se han referido al posi narios piensan en la revolución del misun apasionante tema: el Apocalipsis y ble término de la civilización presente. mo modo que los místicos pensaban en la idea del Fin de los Tiempos. Sus coJacques Madaule trata, en ese conjun el Fin del Mundo. La gran suversión laboradores cada cual en la correspon to, de Apocalipsis y Revolución. exa habrá de destruir la injusticia reinanta, diente especialidad estudian los dis minando la actitud del pueblo griego, marcando el fin de algo y el comienzo tos conceptos de Apocalipsis creados por el menos apocalíptico de los pueblos. de una era nueva. Pero ocurre, por exlas religiones o por acontecimientos que oponiéndose a la de la civilización que traña paradoja, que las revoluciones se llevaron algunos visionarios a creer Toynbee califica de siriaca. y que in muestran casi siempre ateas. es ahi el ocaso del mundo. En torno al Apoca cluye la Persia de las Sasanidas, la Per donde surge la clave de la antimonia lipsis de San Juan, centro de gravita sia del Avesta, la Judea de los profe que opone los conceptos de Apocalipsis y ción de todo el volumen, se examinan tas, Todo Apocalipsis escribe Ma Revolución. La diferencia esencial eslas creencias relacionadas con el fin de daule es un Juicio Final. Victoria de tá en que, para los autores de Apocaliplos Tiempos en el Egipto y en la Héla finitiva del Bien sobre el Mal; orden sis, las pruebas que el hombre debe pade primitiva, sin olvidar el budismo. Se traido por fin a una creación que el hom decer son impuestas por Dios, sin posipasa luego al Islam, las doctrinas de bre suele ver, en sus tribulaciones bilidad de una modificación. Para los Manés, el milenarismo medioeval, las frimentos, como un mecanismo incohe revolucionarios, en cambio, las pruebas profecías de Jacobo de Flora, antes de rente, que oculta, sin embargo, tras de deben surgir de la voluntad humana, dellegarse a La Divina Comedia. texto sus engranajes, una cierta verdad pre pendiendo del Hombre y no de Dios que esencialmente apocaliptico. Un ensayo existente. Pero, para alcanzar una vic la historia tome tal o cual rumbo, que consagrado al Juicio Final de Miguel toria del Bien, ese orden ideal, el homcobre un significado o se vea por siemAngel abre la era moderna, donde ha bre según los textos apocalípticos. pre desprovista de él. Parecidas en la llan su lugar los alquimistas, los ilumi debe padecer una confragación univer estructura de su pensamiento, los aponistas, ciertos filósofos rusos como Ber sal, pasar por paroxismos de dolor y de calipticos y los revolucionarios se enen y sli Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica