248 REPERTORIO AMERICANO todo confort, dentro de un ambiente rico en motivos de actividad para su espíritu.
Puedo afirmar, que al ponerme en contacto, por primera vez, con la escuela Montessori, experimenté, al mismo tiem po que una gran revelación un sentimiento de protesta contra la escuela de mi infancia.
María Montessori ha sido para mi una gran luz en el confusionismo pedagógico que yo traía de mi país, confusionismo que reinaba también en Europa como pude observar a mi llegada. La llama de esta luz era revolucionaria a principios de siglo, cuando las primeras escuelas de María Montessori empezaron sus luchas contra la vieja pedagogía, protegida por sus muros sagrados e irreductibles. El espíritu revolucionario de estas escuelas subsistirá aun, quizá durante dos siglos, mientras el mundo material, pleno de maravillas, creado ya para el niño, no se haya saturado, totalmente, del sentido profundo de su obra.
Como en toda revolución, María Montessori tuvo precursores en Europa, desde la Grecia Antigua hasta la segunda mitad del siglo 19. Citaré, únicamente, algunos de ellos como Quintiliano, en la Antigüedad y mucha más tarde Pestalozzi y Tolstoy. Marco Fabio Quintiliano, nacido en España al comienzo de la Era Critiana fué un espíritu muy avanzado para su época. Autor de la obra educativa Institutione Oratoria. expresó ideas que tienen todavía gran valor. He aquí algunos ejemplos: Brillan en los niños luces de esperanza que se desvanecen con la edad. Esto no es culpa de la Naturaleza sino de la falta de cuidados. El maestro que tiene entre sus manos espíritus juveniles, si quiere ser útil y no brillar, debe ponerse a nivel de su inteligencia. Un profesor consciente debeArriba: Luis Ibarra habla en el acto de clausura del Conría comenzar por conocer el espiritu y la naturaleza del niño que se le confía.
greso Montessori Internacional.
Hay niños que se desmoralizan cuando Abajo: La concurrencia en la sala del Instituto Pedagóse les acucia sin cesar; hay otros que no gico de París en el acto de clausura del Congreso Montessori soportan ningún yugo; a los primeros les Internacional.
cohibe el temor y a los segundos se les saca de quicio. Las impresiones que re.
cibimos en nuestra primera edad son las más profundas: la lana una vez teñida no recobra jamás su blancura primitiva. Condeno, absolutamente, aunque lo autorice el uso, el látigo para los niños.
Lecturas para maestros: Nuevos heEn todas estas citaciones se observan la chos, nuevas ideas, sugestiones, incita. verdadera pedagogía, la psicología y la ciones, perspectivas y tumbos, noticias, sociología.
revisiones, antipedagogia.
Voy a referirme, ahora, a Pestalozzi y a Tolstoy, quienes descubrieron en la naturaleza del niño a un hombre nuevo.
Ambos como María Montessori, se volvieron profundamente respetuosos ante Por Luis Felipe Ibarra este diosecillo, quien porta, actualmente el cetro de la educación. Pero lo que el (En Rep. Amer. célebre profesor suizo pudo apenas intuir, hace más de cien años: que la edad (Evocación de su personalidad duranera la face más importante para la forte el Congreso Montessori Internacional mación del hombre, Maria Montessori, celebrado en París del 25 al 30 de Junio siendo todavía joven, logro adivinarlo de 1953. con su mirada de madre y de sabio conscientes.
Como el tiempo de que disponemos un poco cohibido para referirme a su Toda la nueva pedagogía y todas las en este Congreso es muy breve, voy a obra. Trataré, sin embargo, de expresar escuelas renovadoras de nuestro tiempo kosquejar, solamente, la gran figura de evocando su personalidad, la admiración se han adaptado al niño, desde la edad María Montessori en el Mundo de la Pe. profunda que despertó en mi, quien ha de años y de la cual depende el desdagogía.
bía de ser, hace veinte años, mi maestra. envolvimiento normal e integral de la Se ha hablado y escrito tanto sobre Yo ignoraba la verdadera existencia del criatura humana. El niño ha pasado a su método pedagógico, que me siento niño montessoriano, trabajando solo, con ser el eje o centro, al rededor del cual BRIXENCA QUÉ HORA ES. María Montessori en el mundo de la Pedagogía Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica