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184 REPERTORIO AMERICANO tar en com Un centenario Sobre Menéndez Pelayo Por Cornelio Hispano (Envio del autor. En Intermedio. Bogotá, 12 de Novbre. de 1956)
En estos días se ha conmemorado en Bogotá, con inusitado academismo, el centenario del nacimiento de Don Mar.
celino Menéndez Pelayo, y es lógico que así se conmemore en una ciudad mediterránea, muy distante del mar, y por estudiantes universitarios educados en un medio intelectual y moral casi coloniales, y es por esto que la exaltación de Menéndez Pelayo y de sus obras no parece lo más acertado para desperesos estudiantes universitarios Marcelino Menéndez Pelayo ideas, sentimientos, aspiraciones, acorEstatua de Lorenzo Callaut Valera des con el tiempo en que vivimos, porque el hombre culto debe ser ante todo un hombre y debe pertenecer al tiempo ción en el mundo intelectual de su tiem camente, después de veinticinco años de en que le tocó vivir, acatar y defender po. o fines del siglo diez y nueve, pueheberse las Bibliotecas de Europa, con sus ideas, o respetarlas, por peligrosas den leer, si tienen valor para ello, La sus palimpsestos, manuescritos, incunaque parezcan; aceptar lo nuevo, Ciencia en España de Menéndez Pela bles, ezeviros, las razones filosóficas y prender, tolerar lo que el transcurso del yo, y lo que sobre ese libro escribió ei causas humanas del principio, desarrollo tiempo ha renovado porque lo nuevo es matemático español Rey Pastor, quien y establecimiento del cristianismo en el mundo romano, cuando a él todo eso le un paso adelante, es juventud, es ale concluyó diciendo que todo aquello, de gria; trabajar con la firme esperanza La Ciencia en España, era papel impreso pareció siempre obra de milagro patente.
de que nuestro legado intelectual o moy mediocres producciones de medianos Ernesto Renán no le abono ni siquiera ral será duradero, no morirá con nosingenios, cuando no garrafales estram su aticismo e incomparable estilo. Acorde. con sus ideas despreció y execró el otros, y de que la antorcha que prendi bóticos adefesios.
mos en el fuego sagrado de la Belleza gran siglo de Voltaire, que fue el ciny de la Verdad pasará a otras manos en Que lean los Heterodoxos españoles quecento de la edad actual, maravillosa en que Menéndez Pelayo defendió y y fulgurante fragua de donde surgió la las venturas generaciones exaltó con ardor la Santa Inquisición, civilización actual.
Pues bien; Menéndez Pelayo signif que hizo aislar a spaña del mundo civiEn marzo de 1912, en vía hacia París, ca justamente lo contrario de esas ideas iizado durante toda una edad histórica y desembarqué con un amigo francés, el y aspiraciones. No creyó en el progre que, ya en su vejez, habiendo reimpreso señor Cavolini, mi compañero desde Caso de esas ideas y de que España pu el libro, se afirmó y ratificó en sus antiracas, donde había ido a fundar una sudiera algún día llegar a ser algo mejor guas ideas santoficianas, y en ellas mu cursal del Banco Dreyfus de París, des.
de lo que fue en la época a que se re rió reacio e impenitente; que lean la embarqué en el Puerto de Santander, refiere Hipólito Taine en sus ensayos Historia de Las Ideas Estéticas en Escorrimos unas calles, y en una observa Essais de Critique et Histoire. Só paña. destinado a hacer la apología de mos un grupo de gentes al pie de un porlo así se comprende por qué la Inquisi todas las obras de literatura española tón antiguo. El cochero nos informó ción se arraigó en ese país, cómo ha po contenidas en la Biblioteca de Rivadeque era la casa del Señor Menéndez Pedido contar entre sus servidores los más neira, de letra menuda y apretada, in layo y que estaba agonizando. Traté de gloriosos poetas, encender hogueras has menso archivo encuadernado de todas apearme del coche para conocer a Meta el umbral de la Revolución Francesa, las letras españolas, en las que aparte néndez Pelayo, pero el señor Cavalini hacer asistir a estas matanzas el rey, la de joyas de indiscutible calidad, todo lo me dijo: Pierde usted su tiempo; a esreina y toda la Corte, quemar treinta demás es infecundo papel impreso, de tas horas el escritor que usted quiere comil personas vivas, abolir el pensamien fastidiosa y narcótica lectura.
nocer debe estar oyendo misa en su alto con la ciencia durante dos siglos.
coba de enfermo y escuchando las oraQue el lector considere su literatura Menéndez Pelayo, católico a macha ciones de los difuntos. Recuerde usted donde, si se exceptúa una obra escrita martillo, dividía los autores en dos claque estamos en España, si ya no lo ha por casualidad. El Quijote. la filo ses: los buenos y los malos, los que es observado usted en el andar tan lento sofia general y la verdadera ciencia del taban dentro de la Iglesia Católica los de este coche antidiluviano. Días deshombre no han construido un solo mo de fuera, inclusive los que se quedaron pués, ya en París, lei la noticia de la numento. los que no les guste este rezagados en el seno de Abraham. Cuan muerte de Menéndez Pelayo, me apresu.
juicio del gran escritor francés, escritor, do tropezaba con alguno de esos autores ré a comprar en esos días los grandes filósofo, crítico genial, autor de las gran satánicos no pudo disimular su repug diarios y revistas literarias con la curiodes obras: La Inteligencia. Filosofía nancia, digalo aquel prodigioso erudito sidad de saber como juzgaban los escridel Arte. Historia de la Literatura inglés, de las postrimerias del siglo diez tores franceses al ultramontano poligraInglesa. Los orígenes de la Francia y ocho, Eduardo Gibbon, a quien no fo que acababa de morir tan cerca de Contemporánea. que causaron perdonó que hubiera explicado científi(Concluye a la vuelta. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica sensa