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REPERTORIO AMERICANO 231 su guna razón o prueba más con tad contra la invasión bárbara, sevincente que su caprichosa fantasía. gún nos decía el doctor Marañón para refutarle.
mismo, entonces, al darle su adhe.
sión espontánea, sincera y entusias69) El doctor Marañón afirma también que los intelectuales que Por último, todo lo ha salvado están en la zona rebelde no han o ganado el doctor Marañón, con sido amenazados en su vida persoespectacular arrepentimiento.
nal, ni han tenido que huir, ni desTodo: su preciosa vida personal, terrarse. Efectivamente, los que no en peligro; la de sus familiares (al.
han venido a nuestra zona porque gunos, encubiertos traidores fascisno pudieron huir, no fueron amena.
tas. sus intereses económicos parzados, fueron ejecutados, sencilla. ticulares: sus clientelas adineradas, mente. Por ejemplo: Federico Garpasadas, futuras y presentes. tocía Lorca. aún: el asesinato moral do por su generoso amor a España de Unamuno. Sigue una lista de y a la verdad. Todo, decimos, me.
92 nombres de personas liberales e nos una sola cosa. una sola co.
independientes. asesinados por los cosa importa. dice el Evangelio. rebeldes por el solo delito de serUna sola, pequeña cosa, que ha per.
lo.
dido: esa que el rey francés llamaba 79) Para la veracidad del arreel honor y nosotros, en el pueblo pentimiento del doctor Marañón nuestro la honra. Ese patrimonio conviene también que señalemos la exclusivo de la dignidad libre del coincidencia moral de su entusias hombre. Algo que no se puede mo por una causa con su con traicionar impunemente sin perder vicción del triunfo práctico. maquien lo hace la reputación moral.
terial de esa causa. En efecto, en al perder la conciencia honrada de Setiembre de 1936 estaba convensus actos: al evidenciar, intelectual.
cido de la victoria del Gobierno Remente y moralmente, por esta trai.
publicano del Frente Popular, y ción doble, la indignidad de una no regateaba adhesión a este go.
conducta que se trata de enmascabierno. En Febrero de 1937. el rar a sí misma, tan torpemente, con doctor Marañón, arrepentido, ofre. el nombre antifaz de arrepentimiensu adhesión entusiasta al rebel. to.
de Franco, coincidiendo con su Creo que ahora, al doctor Ma.
convicción de la victoria. Victoria rañón, amigos y enem gos, leales que fundamenta, todo y rebeldes, le conocemos, todos. en la regularidad tradicional de sus hasta creo que coincidiremos en el fuerzas armadas (moros, italianos, juicio moral que su conducta pú.
alemanes) y la Irregularidad de las blica, independientemente de to nuestras: un pueblo entero, en pie, da opinión particular, nos mani que se defiende, defendiendo heroi. fiesta y patentiza.
camente su independencia y liber.
José Bergamin la primera disidencia. Hace tiempo que la herejía flota en el aire. Nosotros nos enorgullecemos de la libertad que ha hecho po.
sible tal estado de cosas: nos enorgullecemos aun cuando a veces nos desagrade sobremanera alguna forma determinada de herejia.
En un debate de la Casa de los Comunes, Gladstone, repasando la historia de Oxford, se refirlo al lamentable estado de la institución durante el reinado de Mary. Citando a un historiador de la época, apuntaba. La causa de este fracaso es fácil de descubrir. Las universidades lo tenian todo, excepto el elemento más necesario de todos: la libertad, el cual, por ley inmutable de la naturaleza, siempre será condición indispensable de la ridad efectiva y permanente en el cultivo superior de la inteligen cia. Todos cuantos veneran nuestro patrimonio estarán de acuerdo con la conclusión siguiente: sin libertad no podrá realizarse el pro.
greso de mayor importancia para nuestro país el progreso en el orden cultural. Fragmento del discurso La tradición universitaria en los Estados Unidos, por James Bryant Conant, pronun ciado el 18 de Setiembre de 1936, con motivo del tercer centenario de la Universidad de Cambridge, en Mass. Traducción de la Oficina de Cooperación Inte.
lectual de la Unión Panamericana. prospe.
ce sobre Sin libertad no hay cultivo superior de la inteligencia Para desarrollar una cultura nacional a base del estudio del pasado se requiere una condición esencial: a saber, la libertad absoluta de palabra, el derecho de investigar sin traba alguna. Debe imperar un espíritu de tolerancia que permita la expresión de todas las opi.
niones, por heréticas que parezcan. Del siglo XVII a esta parte, tal tolerancia ha existido en materia religiosa. Ya no es posible que un fanático protestante objete si alguien, dentro o fuera de una universidad, expone, sin ocultar su simpatía, la filosofia de Santo Tomás de Aquino. Ya no es posible que un miembro de la Iglesia Católi.
ca Romana se ofenda si se discute críticamente en su presencia el proceso de Galileo. Si una afirmación es juzgada errónea, se la discute abiertamente con argumentos. Pero no hay persecución: se ha acabado la intolerancia religiosa en este país y no hay indicios de que jamás retorne.
Reinarán, en el porvenir, idénticas condiciones por lo que se refiere al examen de los problemas políticos y económicos?
Desgraciadamente, los presagios parecen indicar que acaso surja una nueva forma de intolerancia. Esto es sumamente grave, pues no conseguiremos desarrollar las fuerzas educativas unificadoras de que hemos menester a menos que todos los asuntos se puedan discutir sin trabas de ningún orden. El origen de la Constitución, pongamos por caso, el funcionamiento de los tres poderes del gobierno federal, las fuerzas del capitalismo moderno, deben ser disecados tan sin temores como si se tratara de un geólogo que examinase el origen de las rocas. Sobre este punto no caben componendas: o se tiene miedo de la herejía o no. En caso afirmativo, no habrá una discusión adecuada de la génesis de nuestra vida de nación: se cerrarán las puertas al advenimiento de una cultura que satisfaga nues.
tras necesidades.
Harvard fué fundada por disidentes. No habían transcurrido dos generaciones, y se produjo una disidencia general con respecto a Veritas Si queremos sintetizar en una sola frase el objeto de la educación superior, lo más acertado será hablar de la búsqueda de la verdad. Hace poco más de cien años, mientras exploraba los archivos de Harvard, el Presidente Quincy se topó con un viejo libro de actas que contenía un dibujo del escudo de Harvard, tal como lo es.
pecificó el consejo directivo en 1643 el escudo que representa tres libros abiertos con las silabas respectivas de la palabra latina Veritas.
Feliz con el hallazgo. Quincy reincorporó Veritas al escudo univer.
sitario; sin embargo, la palabra latina no fue incluida permanentemente hasta 1885. mi modo de ver, dicha coincidencia histórica en cierra todo un símbolo. Es muy significativo que los fundadores puritanos hayan escogido la voz Veritas, puesto que ella es la piedra angular de la tradición universitaria auténtica. fue muy justo que se haya vuelto a adoptar el escudo original precisamente cuando Harvard se convertía en una gran universidad moderna.
AL consignar los puritanos las sílabas de Veritas en los tres libros abiertos, pensaban ellos en dos métodos de consecución de la verdad: el uno, la revelación interpretada por la razón del hombre, el otro, el fomento del saber y la enseñanza. Bacon expresó el espíritu de la época a que supo adelantarse, al de clarar que en el libro de la revelación divina, así como en el libro de la naturaleza, obra de Dios, no hay peligro de que el hombre vaya demasiado lejos ni de que profundice demasiado; por el contrario, debe estimulársele a que nunca de por terminada la busca.
En el siglo actual, dijo un matemático francés: La busca de la verdad debe ser la meta de nuestras actividades; es el único fin digno de nuestros esfuerzos. Anhelamos libertar al hombre de las preo.
cupaciones del orden material para que dedique la libertad obtenida al estudio y a la contemplación de la verdad Al hablar de la verdad me refiero a la verdad científica y también a la verdad moral, de la cual lo que llamamos justicia no es más que un aspecto.
Quienquiera que ame a la una no puede dejar de amar a la otra.
Idéntico pensamiento fué expresado por el Presidente Eliot en un discurso de 1891 que aún hoy es de palpitante actualidad. So.
ciedades de hombres ilustrados. las universidades deben tener por finalidad la busca incansable, serena y sincera de verdades nuevas, como condición del progreso material e intelectual del país y de la raza. Fragmento del discurso La tradición universitaria en los Estados Unidos, por James Bryant Conant, pronun.
ciado el 18 de Setiembre de 1936, con motivo del tercer centenario de la Universidad de Cambridge, en Mass. Traducción de la Oficina de Cooperación Intelectual de la Unión Panamericana)
Escoja: Hebbel: Los Nibelun.
gos. Tragedia. En dos tomos 1. 50 Goethe: Egmont. Tragedia 0. 75 Fr. de Guevara: Menos precio de corte y alabanza de aldea 0. 75 Erckmann. Chatrian: La in.
vasión o El loco Yegof.
Novela 25 Con el Adr. del Rep. Am. Calcule el dólar a 00.