212 REPERTORIO AMERICANO nada se ha renunciado aqui, pero todo ha cobrado, en la postura del poeta y del hombre, una vida más alta. No se ha perdido el ritmo mulato que entiende con la entraña toda la América nuestra: No se por qué piensas tú soldado, que te odio yo!
No se ha olvidado aquella gracia sobria que soslaya su propia presencia, lujo central del poeta en sus días iniciales: Qué lejos el horizonte donde el hierro lo destina y el caballo lo desmonte!
Las espuelas estrelladas relumbran con fiero brillo y van regando en el polvo sus cinco puntas de ruido.
pontáneos ni la copla bronca y sin afeites, guardadora de la ironia desgarrada de nuestras gentes: La noche arranca tajadas del que más duro se crea. ropa que ya está lavada, ropa que ya está lavada, sácala de la batea!
el idioma Lo trivial, lo diario, lo doméstico, está enaltecido, salvado. por el enfoque certe ro como por una nueva vida hecha de sus mismos elementos: extraño dimos con lo propio. Nos asaltó en frica y de España y estremecida de viejos tonces una rica sospecha. Algún tesoro oculto rencores y de esperanzas nuevas: la lucha lar.
debía esconderse bajo la piel oscura cuando ga y terca de su isla contra los poderosos que el mundo todo se daba a su hallazgo: alguna la desangran, tanto como el conocimiento porción del preciado metal debía andar en el cercano de las impresiones más crueles, le imnegro desconocido y maltratado de nuestros ponen una postura combativa y enérgica, le cañaverales. Las primeras incursiones telme piden un servicio deliberador por la via de su rosas descubrieron una sorprendente realidad: arte. La depuración de sus calidades, de sus el negrismo alcanzaba a los antillanos de toactitudes, es la tranformación consciente de do color, poseíamos una mulatez unánime su estilo. Hay que dar ahora un acento en infiltrada hasta el tuétano del oído y del es que nada se pierda, en que estén presentes y píritu.
ostensibles los valores activos de sus dos san.
Precisaba alumbrar el oro novísimo por gres, es decir, de sus dos pueblos: ahora bay galerías perfectas: había que expresar lo ne que fatigar hasta el límite la capacidad de gro antillano en un lenguaje asequible a ne síntesis de modo que todos los hombres de su gros y a blancos y en el que no se escapase tierra, de sus Antillas, se sientan en su verso.
por entre las duras mallas del castellano, el a Ahora el poeta no es dueño de su voluntad cento de Africa en su variante americana. Ni sino de las masas que le señalan por vocero.
colás Guillén dió con la dificil expresión. Aquel momento derrotista que hiere su hercudió para ello las capas más radicalmente moso West Indies. vía de agua en su gallarpopulares; puse el oido a los sones más es da travesía. no aparecerá más en sus cantos y a las jácaras más elementales. Cuando se posee aliento integrador y con Los miopes no penetraron entonces el signi ciencia del destino no hay derecho al desanificado experimental de aquellas incursiones y mo ni espacio para la tregua. El poeta es un las estimaron menester impropio de un artis combatiente y no combatir cuando el eneta que había dado ya muestras de talento migo pelea sin reposo es traición.
singular Pretendía Guillén, y lo logró encon. Qué obra, que estilo dará vías apropiadas trar la buena comunicación del ritmo que le a esta esta culminación de responsabilidades? Los inquietaba la piel y la ambición lírica. cantos y los sones de este libro lo dicen caPoseído el indispensable se dió nues balmente. Hay aquí una poesía directa y asetro poeta. y en ello le acompañaron gentes quible, popular y digna, poesía para todos, de la calidad de Emilio Ballagas. a captar para un hombre celoso de su ministerio y el modo inseparable de la palabra afrocriolla, realizada por un poeta que hace un servicio la fisonomía inevitable de lo negro cubano. La de su calidad distinta; por un artista que sagracia asombradora del gesto negro quedó to be que su responsabilidad le fuerza a dos faemada para siempre en el Secuentro de la munas al parecer contradictorias: penetrar cada jer de Antonio y en el Velorio de Papá día mejor la intimidad de sus gentes desMontero. Después, en una marcha segura y dichadas, y traducir el lamento y la esperanfirme, arribó Guillén a las capas más hondas: za de sus gentes con acento cada día más prosalvó, a paso de aciertos, esa zona trémula de pio, más inconfundible. Por cumplir con essuperticiones y terrores becha en el alma ne tos deberes hay en este libro obra revoluciogra del recuerdo de Africa y la opresión blan naria, no por la anécdota ni por la intención que se tocan tenebrosas ternuras y sino por la presencia de una limpia sustancia presentimientos errabundos. Llegó por fin a lírica madre de la buena eficacia política. entraña más adolorida del negro, a la pena sin orillas de su inacabable esclavitud. Sin tió entonces el negro como hombre y, al insCANSANCIO MENTAL tante el poeta de mimosos virtuosismos y elegancias alumbradas devino poeta revolucioNEURASTENIA nario.
SURMENAGE Al llegar a los bordes del más hondo abis.
FATIGA GENERAL mo del alma afrocriolla se hace en Guillén la luz política. Para que el negro deje de ser oprimido es necesaria una convivencia buson las dolencias mana en que sea imposible la opresión. Hay que libertar al hombre, a todos los hombres que se curan al negro, hombre preso en las más gruesas rápidamente con cadenas. La poesía de Nicolás Guillén tendrá en lo adelante como protagonista no al negro sino al hombre. No es que el poeta de la espalda a su gente mísera. a sus hermanos maldecidos. Por el contrario les sirve ahora por la única via certera: les asegura, por el arma poderosa de su verso, la verdadera li bertad. No olvida Guillén su color ni la trágica el medicamento del responsabilidad que de él le viene produce cual dice el hora un canto nuevo en que sus dos colores, su mulatismo, realiza la más alta faena. Aho distinguido Doctor ra será por su sangre blanca, por su sangre Peña Murrieta, que negra. y por la capacidad de inquietary empujar lo mejor de esas sangres. su isla mestiza, su Cuba crucificada, su pueblo des.
dichado y heroico berido de odios internos y presta grandes servicios a de agresiones extrañas.
tratamientos dirigidos severa Ha llegado para Nicolás Guillén un insy científicamente.
tante crucial en su vida de artista y de hom.
bre. Tiene la palabra que piden su tierra y su tiempo, teñida de los jugos vitales de AVoz de cancerosa entraña; humo de solar y caña, que es nube prieta después: son de guitarra madura, cuya cuerda ronca y dura no se enreda en la cintura, ni prende fuego en los pies.
y en la sospechaPero hay algo más, que corona el libro: una poesía a la que cuadra plenamente el dictado de clásica: clásica por el impulso de plenitud que le da vida, clásica por el tono sostenido y ascendente. clásica por la integridad de la intención y la soberanía del vuelo. No hay en esta poesia, alguien lo habrá do, ni renuncia ni regreso. No es que el artista vuelva a los viejos caminos por un retorno consciente: no es que se haya agotado en él el manantial de la invención estrictamente literario: es que el artificio adormecedor y el revoque completamentario no hacen falta ya.
El modo limpio y empinado, único que cuadra al querer robusto de esta hora, es aqui prueba durísima de la que salen con bien só lo los artistas de calidad primera. La responsabilidad, como siempre se acrece con la libertad. El poeta es, al fin, dueño de su fuerza: la palabra le obedece ahora sin encrespamientos desviadores; han desaparecido los andamios hábiles. El poeta está solo, solo con su palabra y con su destino. Se hunde en su libertad y le sale una poesía de puño firme y paso libérrimo que. sinceridad de raíz. suena a Quevedo, a Fray Luis y a López Ve.
larde: اد Kinocola Así al pasar me miras con ojo elemental, en cuyo fondo una terrible compasión descuaja cielos de punta en tempestad de iras sobre mi pecho a la intemperie y hondo.
Asi pasas sonriendo,