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22 REPERTORIO AMERICANO das especialmente a los adolescentes y a ciertos ancianos que vuelven a sufrir crisis de pubertad. Estas sí se venden cor cierta cautela y no tienen todavía autorización oficial, aun cuando gozan de franquicia en los correos, pasan las aduanas libremente y penetran por ignoradas rendijas a los hogares más pulcros y a las más reputadas escuelas, tal y como lo hacen las repugnantes moscas verdes de los cementerios, que tienen tan larga autonomía de vuelo.
Esta literatura truculenta llega al paroxismo de su auge en Europa al terminar la guerra. ello tiene su explicación. Me.
nores y adultos se hallan con el sistema nervioso deshecho por los horrores de la devastación que han presenciado, y su mente está enlodada por todos los secretos del mercado negro y la quiebra de la autoridad en los hogares, muchos de los cuales han quedado en ruina material y moral. los cerebros y corazones afectados por ese hondo drama ya no los conmueven las dulces fruiciones de otra hora. Hay que darle en fuertes dosis relatos espeluznantes. De ahí el éxito de esta literatura atrabiliaria.
Por desgracia el grito estridente que ha de sacudir los nervios de los que han sufrido los tremendos impactos de la gue.
rra, salva los mares y llega hasta nosotros, víctimas ahora de este bombardeo de proyectiles deletéreos que caen verticalmente sobre el espíritu de la juventud. Es un ataque de bacterias que no da cuartel.
Los padres de familia, como los maes tros, deben estar alerta ante la magnitud de este asalto. Las autoridades que han de velar por la seguridad social tampoco de.
berían sufrirlo, indiferentes.
APUNTES DE ACTUALIDAD Entre la Libertad y el Miedo general Trujillo, el pueblo dominicano.
Lo mismo la palabra policía.
Un policía en los Estados Unidos o en Londres es un enorme ejemplar humano que le da la mano a la vieja para que cruce la calle, que parece un ángel guardián para los niños que salen de la escuela, y que a los ojos del mundo re.
presenta un brazo paternal para la justicia. El policía de los déspotas en la América Latina es un tipo azaroso sacado de los bajos fondos, a quien se le da una pistola y un uniforme para que reviente a la oposición y mantenga el or den por el terror. Los cien policías de que se hablaba a los periodistas norteamericanos habían sido cien máquinas de matar campesinos. Los cien policías pertenecían a un cuerpo de choque que incendiaba los ranchos, robaba el ganado, asaltaba a las mujeres y a los hijos del campesino en escenas de barbarie que no hay que detallar. Los campesinos, cuan.
do pudieron, pelearon y mataron. No eran comunistas. Los policías, no eran policías.
Sobre estos juegos de palabras se ha montado la mayor confusión imaginable.
Los déspotas usan la palabra democracia para hacer gobiernos como los que se han pintado en las páginas de este libro. La gente común se pregunta si eso es democracia. Lo mismo ocurre con las demás palabras del diccionario político: ejército, religión, libertad, cristianismo, fe, república, justicia, juez, presidente, elecciones, congreso, sacerdote, universidad, paz, opinión pública. Con un vocabulario al revés se destruye el puente natural de comunicación entre los hombres.
Cuando el presidente de la América visible habla, es preciso confrontar cada palabra de las que dice con su uso corriente y con la aplicación que él le da dentro de su territorio.
Aunque el tema parezca académico, sus resonancias son profundas porque arruinan principios morales, crean anbiente de cinismo, corrompen la fe.
Por Jorge CARDONA (Colaboración). y no hay libertad legítima sino cuando ésta se dirige a honrar la humanidad y a perfeccionarle su suerte. Bolívar.
chos casi perfecta: la Organización de los Estados Americanos: pero a su mesa, que es la de la Unión Panamericana, vemos que cada día se acercan nuevos delegados que no llevan sino la representación personal de un dictador. De la América invisible debiera salir la Unión Panamericana de la Opinión Pública.
Con el título indicado Germán Arcinie.
gas, conocido y brillante intelectual colombiano, ha escrito su último libro, editado en México, por Cuadernos Americanos, pero también ya publicado en lengua inglesa.
Es un estudio completo y admirable sobre el panorama político que va terminando con la vida democrática en la mayoría de las naciones latinoamericanas y que el autor comenta a lo largo de XIX Capítulos.
Por las páginas de este asombroso examen se va adelante con impresión de angustia, como viajero que bordeara un desfiladero que bien puede llevarlo a las cimas intactas en donde hay centelleos de oro tales en el libro, las admoniciones de nuestros grandes hombres. o precipitarlo en abismos por donde chapotea agua sucia que llena de estruendo y de amenaza lo que aún queda con vida.
El libro viene dedicado a Gabriela, a Jorge Soto del Corral y a los Campesinos anónimos de Colombia perseguidos sin piedad cristiana porque amaban una cosa buena: la libertad.
Para quienes no estamos acostumbrados a vivir con el alma pendiente del capricho de un dictador, sino a sentirse seguros y cubiertos por una tradición liberal que por largos años nos mantuvo fuertes en tierras de mirar, en tierras para trabajar, en tierras para vivir, los sistemas de opresión nos resultan inconcebibles.
El autor del libro llega a la conclusión de que hay dos Américas Latinas: Su libro, tras de referirse a los casos de naciones que como la República Argentina y Colombia son espejo de pueblos caídos en el vacío, en donde todo marcha a bayoneta calada, recuerda aquel fervor que vivía en cada uno de los humanistas del Renacimiento por hacer un mundo nuevo.
De indudable valor histórico, va asimismo demoliendo los hechos criminales de la dictadura que siempre, en nuestra Amé.
rica Latina, recurrió al expediente de Goebels: decir una mentira tan grande que sea imposible afrontarla.
En la página 341 se lee. En los regímenes de dictadura, la América visible tiene que estar haciendo demostraciones de fervor democrático, firmando documentos de libertades, manufacturando una mercancía de exportación y produciendo otra para el co.
sumo interno. Esta doble personalidad se ha perfeccionado hasta extremos increíbles. Si en todo el mundo y en todas las épocas de la historia hay siempre algo de este doble papel entre lo que se dice y lo que se hace, es raro un contraste tan brutal como el que ofrecen las dictaduras latinoamericanas. Un presidente engendrado por la violencia Laureano Gómez en Colombia decía alguna vez a los periodistas norteamericanos: Este es un pueblo comunista salvaje: ha mata.
do a cien policías. Puede haber nación civilizada en el mundo que tolere la muerte de cien policías. Para entender el sofisma había que analizar dos palabras: Comunismo y policía. Para efectos del comercio utilitario en los Estados Uni.
dos, los dictadores llaman comunistas a quienes no les siguen. Comunista según el genedral Odría es el pueblo peruano: según la junta militar de Venezuela, el pueblo venezolano; según la dictadura de Bogotá, el pueblo colombiano: Según el El libro es, pues, como la voz del vigía y encarna además la acción del Maestro que frente a su deber, ha estudiado la opre.
sión, y todo lo envilecido y lo oscuro en el escenario de nuestra América Latina.
El ha visto la reacción del clero faná.
tico, que es realmente diabólica y ha se.
guido la maniobra de Perón en todos sus aspectos, entre ellos la de la supresión del pensamiento libre en la prensa y la historia de la Argentina, sin ella, pierde todo sentido.
Ha visto cómo la actitud del indio no es producto de un defecto racial, sino consecuencia de la vida a que se le ha sometido.
Nos dice que si pudiera saberse el dinero latinoamericano que está depositado hoy en los Bancos de New York o de Suiza, emi.
grado por falta de garantías, se llegaría a la conclusión de que el capital que nece.
sita la América Latina ella lo tiene.
Estudia el cambio radical que ha transformado la América Latina, que fué un mundo de hacendados y peones que se comunicaban por caminos de herradura, pa.
ra llegar a constituírse como entidad que tiene una enorme importancia en los des tinos de la Humanidad, con una población de 152. 800. 000 latinoamericanos, mientras que los Estados Unidos sólo llega a 150. 697. 361 de acuerdo con las cifras oficia.
les de 1951.
Arciniegas pregunta. Una visible la oficial, que en los países donde se ha eliminado el sistema representativo no interpreta sino una situación pasajera, apoyada por la violencia y favorecida por circunstancias de momento; y otra invisible, que en el espíritu liberal del continente se mantiene vivo en las mayorías. La América visible tiene uno de los sistemas internacionales más vastos del mundo, que nació inspirado en los más nobles pensamientos y que ha consagrado una carta de dere. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica