74 REPERTORIO AMERICANO Il Conversación sobre Federico García Lorca cumental, que ofrezco como un deber a los muchos que en el ancho ámbito Colaboración de Juan MARINELLO hispánico se ocupan hoy de compul, ir su obra, de editar su verso y su teatro. En Rep. Amer. de conocerle la intimidad creadora, de entender mejor algún aspecto de su arQuien no conoció a Federico García te, a la vez claro y barroco, popular y Lorca quedará siempre a medio carrin)
culto.
en el entendimiento de su singularidad.
Guardo entre mis libros un ejemplar Desde luego que la firme excelencia de de las Canciones de Federico como una su obra, que lo sitúa entre los grandes poetas de su tierra y muy en línea con prenda invalorable.
El libro es el recuerdo de una tarde de fraternal cama Manrique Garcilaso, Góngora y Quevedo, no se amenguará con el paso dei radería. Federico llegó a mi casa en las tiempo. Los que lo lean hoy o maña a horas del mediodía; salió muy entrada sentirán sin duda la presencia de aquela noche. Mientras hablábamos de todo lla fuerza rebelde y fiel hecha de mi 2y de todos, dibujaba con lápices de cogrosa encarnación de los viejos jugos de lores las páginas de su libro. Quiero su tierra; pero no gozarán del especque veas, me decía, que soy mucho metáculo prodigioso de sentir. hacer esa jor pintor que poeta.
Pensó prime: fuerza del hombre profundo y radiante.
dejar en sus Canciones algunos rasg La presencia de Federico era como la sugestivos; pero fué animándose en la evidencia y la fatalidad de su poesia.
tarea y dejó al fin, escoltando sus poeAquella irradiación de niñez defendica.
mas, estampas primorosas. Debajo de BRIXENS la dedicatoria aquella sabiduría inspirada, aquella viccordialisima escribió: ja naciente alegria no podían dese. con cuatro dibujos y dos más. Lindos Locar sino en su poema y en su farsa.
Federico García Lorca son los dibujos, tocados de su duenae Nunca ante un escritor he tenido la reinseparable. No los he visto mejores velación de que había nacido para da. zaba la conciencia de su victoria, la sade su mano. Bien se ve que no fué a nos la obra que le conocíamos y la iti bia de auténtica hondura, porque la itu pintura su violin de Ingres sino el cospresión de que su llegada al mundo se bía alcanzado come hijo legítimo de su tado gráfico de su gracia lírica. la atujustificaba con ello. De ahi viene que no tierra; sentía crecer bajo su sangre las sión irónica de su propia fuerza creadolo pueda leer sino en su misma voz y en conquistas futuras; habia dado con su mismo gesto, en aquel asombro ir ros hallazgos, pero sabia que le espera explicó un poco sus dibujos, y cada exra. Al entregarme el libro, Federico ne iantil de su propia pena, que fué su enban otros mayores. Haba tocado el guscanto mayor.
to de una gloria que sabía duradera, plicación valia los trazos y les añadia Listoria y poesia: eran las frutas aleEn otra parte he dicho cómo la es pero nadaba en el gozo de un adoles.
gres de sus campos inventados, la señotancia habanera de Federico García Lor cencia prolongada que recibía cada triurica fué el más gozoso deslumbramiento.
fo con virginal alborozo. lo radioso rita romántica transitando por la alameHabía muchas razones para ello. Feitude su instante hacían coro las gracias Ja a media luz con una sola palabra en rico estaba en un instante hermoso. gudel ambiente. Lo andaluz es lo más cer los labios: amor; la muchacha andaluza cano a lo criollo, en su arranque europeo. lo negro posee subterráneas comunicaciones con lo gitano, dentro de sus diferencias radicales. Federico contraba un molde ajustado y gozoso en la Cuba de 1930. La isla fué para el como el puente de un velero resonante.
Venía del New York violento y sombrio, que tan hondamente lo había removido.
partía hacia sus singulares y durables hazañas teatrales; se prometía el conocimiento ahincado y moroso de las te rras hispanoamericanas; soñaba con Piris, universalizador seguro de su valid; adivinaba su tarea de inquieta madurez entre las misteriosas solicitaciones de su Andalucia maternal.
En aquella oportunidad dichosa conoci al poeta. Nuestra amistad fué breve e intensa y tengo de ella pruebas y recuerdos que quiero recoger aquí. Algunas cosas de las que rememore nos daAmor El joven que no dió a tiempo rán un poco, un poco nada más, del mulas bofetadas chacho milagroso, tocado de singulares Dibujo de Fed. García Lorca Dibujo de Fed. García Lorca gracias; otras tendrán cierto valor doen22 AMOR Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica