REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Vol. XLVIII San José, Costa Rica 1953 Viernes 15 de Julio NO Afio 33. No. 1154 Son palabras de CORNELIO HISPANO En la casa de El Paraíso 99 Jorge Isaacs (Atención del autor)
Palabras pronunciadas por Cornelio rama de laurel en la mano, como la Musa Hispano después de la firma de la escri. de la poesía y de la gloria; el palacio de tura por la cual el departamento del Recanati, en la marca de Ancona, sobre cuValle del Cauca compró la hacienda de yo jardín veía Leopardi brillar la osa ma El Paraíso, antigua propiedad del pa yor; la casa de Tréguier, cerca del mar de dre de Jorge Isaacs: Armorica, donde vió la dulce luz del sol Ernesto Renán, el más armonioso oráculo Señor doctor Carlos Sardi Garcés, de los tiempos modernos; la granja de Bardignísimo gobernador del Valle del Cauca; bisón, en la floresta de Fontainebleau, que señoras, señores: dió su melancolía y encanto a Millet, y este Paraíso en una falda azul de la cordilleEn todos los tiempos y países fueron lu ra que cerca, al oriente, al Valle del Caugares sagrados, de piadosas peregrinacio ca, encantador escenario de María, donde nes, las moradas de los grandes hombres e tantas veces mis pisadas despertaron los ilustres poetas. Alejandro, vencedor de Gre. ecos dormidos en alcobas y salones, y cucia, ordena a sus soldados respetar la casa yos ocres muros parecían quemados por el de Píndaro, y nadie pasa por Ferney sin genio de Isaacs, como por una zarza ardescubrirse ante las Delicias, el castillo diente. Sunt lacrymae rerum, hay lágrimas de Voltaire. Otros lugares célebres viven en las cosas. El que llega a visitar este hocircuídos de la aureola del misterio: el cor gar vacío recuerda esas palabras tan hutijo del Valle de Vaucluse, cerca del Avig. manas del dulce Virgilio.
non, desde donde el laureado del capitolio Allá lejos se extiende, a una legua de divisaba a la bella Laura de Noves; la hu aquí, Zabaletas, la gran hacienda de mis milde casa de Stratford del Avon, cuna y antepasados, cuya casa se mira en las transtumba de Shakespeare; Las Rocas, en Bre. parentes aguas de ese río que rumora en taña, donde la Sevigné escribió tantas pre María. En esa hacienda transcurrieron tociosas cartas; Les Charmettes, la aldea sa das las vacaciones de mi niñez, y de allí boyana en cuyo agreste ambiente vivió venía a caballo, atravesando los caseríos Rousseau con madame de Warens; La Mul. de Santa Helena y Pajonales, a pasear por maison, legendario castillo, rodeado de ma. estas colinas. Entonces conocí nietos de ravillosos jardines, donde aún vagan las Tiburcio y Salomé, de Braulio y de Tránsombras sonrientes de Bonaparte y Jose sito; conocí, ya centenario, a Manuel Cafina; la Villa de La Mira, en Venecia, idíli brera, último sobreviviente de los trabajaco escenario de Lord Byron y Teresa Guic dores de El Paraíso. y en Buga, antes de cioli; el castillo de Coppet, en el país de salir para Bogotá, en mi primer viaje de Vaud, donde madama de Stael recibía a los estudios, le di la mano al negro Juan An.
príncipes del talento o la belleza con una gel, cuya visita a esa ciudad fué un acon.
tecimiento social y me hizo vislumbrar por primera vez la gloria de Jorge Isaacs. Tal vez las páginas más sentidas que he escrito son las consagradas al Valle del Cauca y a Jorge Isaacs: Tierra Caucana, poema escrito y publicado en Caracas en 1911. La bella realidad de María, de Jorge Isaucs, 1928. Los admiradores de Jorge Isaacs y la cultura colombiana, con grabados, 1928.
Correspondencia inédita de Jorge Isaacs con Luciano Rivera Garrido, 1929. Pasión y muerte de Jorge Isaacs, 1935. Escenario de un idilio inmortal. Poema Paradisíaco, 1948.
El Valle del Cauca y la vida de Jorge Isaacs tan triste, y a la vez tan encantado ra, y su obra inmortal, alimentaron mis pensamientos, hicieron florecer mis ensue.
ños, embalsamaron de un aroma inextinguible toda mi vida, porque sólo conozco dos grandes poetas cuyas vidas y obras están envueltas en un misterioso encanto: Lord Byron y Jorge Isaacs. Ambos fueron héroes de sus propios poemas, ambos gue.
rreros, y murieron apurando amarguras in finitas: el británico, ceñida la espada, en Missolonghi, por la libertad de Grecia, y Cornelio Hispano el caucano, lejos de su tierra natal, tam (1949)
bién como Lord Byron, pero en mayor de.
solación y amargura que Child Harold. El encanto que acompañó sus nombres en vi da perdura y perdurará para siempre. he aquí el motivo de esta emoción que todos compartimos en estos momentos en que parece un sueño, pero es espléndi.
da realidad, que El Paraíso. la casa de la sierra, el escenario de María, ya no es propiedad de exóticos avaros que compra.
ron hasta las lágrimas de una viuda y de huérfanos desvalidos. ahora es de su le.
gítimo señor y dueño esta morada, y viene él a ocuparla y a oír susurrar las auras de las noches de estío en los naranjos del huerto de sus amores. El que llega es el mismo poeta de sangre israelita, arrogante y juvenil, con su negra y abundante me lena, el perfil griego, la frente marmorea, los bigotes caídos de guerrero galo y los fulgurantes ojos como las bocas de dos fu.
siles. Viene seguido por su perro Mayo y trae para María un ramo de azucenas sil.
vestres de la montaña. Es Efraín, el sus pirado novio de todas las jóvenes román ticas del mundo, el que habría de legarnos, con su poema, la Bíblica de los quince años.
Ya está aquí con nosotros el autor de Maria, regresa a su casa de la sierra, y no trae en el rostro la saliva del sayón.
Hoy repito lo que varias veces he dicho: Bolívar y Jorge Isaacs son los genios de América. En esta casa de campo, desde ahora sagrado lugar de peregrinación para los amantes de la belleza y del amor, sin duda se levantará pronto un monumento al poeta con esta inscripción: Jorge Isaacs y a la Poesía Inmortal. a quién debemos tan grande beneficio, el regreso de Isaacs a su casa de la sie.
rra? Ante todo a los númenes propicios de este Valle fecundo en frutos y ganados como en grandes hombres, y luego a nuestro amigo, el doctor Carlos Sardi Garcés, renuevo de familias de alto nombre, pre.
claro gobernador, primer magistrado y pri.
mer ciudadano dei Valle del Cauca. su comprensión, acendrada cultura, actividad BMIXERCE Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Seriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica