316 REPERTORIO AMERICANO STECHERT HAFNER, Inc.
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conseguir una suscrición al Repertorio Americano ENTÉRESE Los autores latinoamericanos que quieran vender sus libros a Universidades o instituciones culturales de los Estados Unidos, pueden dirigirse a o medias. La razón estaba en que una censura tc venezolana se encontraba con respecto de las invisible cuyo dictamen podía surgir de cual ciencias de la cultura. Por una gradual sumerquier rincón desconocido fulminaba en la som sión o eclipse temporal de la libertad creadora bra la creación artística o el trabajo de inves ciertos valores que se alimentan o se estimulan tigación científica, arrojando sobre ellos la sos. del espíritu colectivo en ejercicio habían ido pecha de la intención revolucionaria.
perdiendo para la sensibilidad de las mayorías Un interesante campo de documentación hasta de las minorías semicultas su atracfué el mundo estudiantil por los años del 30 ción; se habían descotizado y ya no irradiaban al 35 si queremos ijar alguna fecha. Allí magnetismo alguno para la juventud. De aquí en algunos sectores de estudiantes se podía ve. que la falta de interés por las Humanidades rificar el proceso de detención del crecimiento significaba un reflejo más del proceso social.
cultural; de desviación de la cultura también. Examinadas las cosas desde otro ángulo, Hubo por aquellos años un fenómeno su tal vez buena parte de aquella carencia de cu.
gestivo que recordarán perfectamente los edu riosidad o de entusaismo para ciertas materias, cadores. En algún tiempo las estadísticas de podía ser atribuída igualmente a la falta de inscripción del alumnado acusaron un gran una formación filosófica discreta; y de allí volumen de interesados en las ciencias físicas entonces también la abundancia de tipos cuya y matemáticas y en las ciencias naturales. Esto inteligencia era un verdadero fluir de ideas que dentro de la interpretación puede hallár. pero que carecían de sistema y organización sele su lado positivo lo tiene asimismo nega. mental. Por señalar lo anecdótico por vía de tivo a nuestro modo de ver, si se le contempla ejemplo, se presentaba así frecuentemente en como una pieza o como un dato más a exa tre nosotros el imaginativo proyectista que se minar dentro de ese proceso de estancamiento pasa las horas urdiendo empresas imposibles, o de falta de salud de la cultura nacional en o el orador fácil, verbalista cuyo discurso careaquellos tiempos.
ce de consistencia o densidad alguna. ambos Si se hablaba con algunos estudiantes de les hacía falta una buena dosis de disciplina los años mencionados y se les interrogaba acer de pensamiento. Se sabe que esa clase de inte.
ca de su vocación, contestaban que su afluen ligencia deriva con facilidad hacia la conversacia hacia las ciencias físico matemáticas y na. ción superficialmente brillante o la oratoria.
turales respondía hacia la orientación de sus como decimos, sin ideas. Luego es el hombre esfuerzos hacia lo útil y concreto; más que que puede realizar el pequeño esfuerzo que se hacia lo otro: es decir hacia aquellos estudios requiere para el artículo volandero o el poemique estaban más cerca de lo abstracto y teórico ta intrascendente o inmaduro en el plano litey especulativo. Por eso se inscriben menos en rario; pero y nada más.
las Humanidades.
El ingenio requiere plaza y corte como se No sé si nos equivocamos estimando que dice. Nosotros con nuestro aplauso y nuestra los estudiantes en cuestión padecían de un fal complicidad para con el inteligente superficial so pragmatismo que resultaba como una pro o calculador, aunque en ocasiones de una eleyección más de un proceso social defectuoso mental o ligera brillantez, favorecemos el cultiproyectándose en la esfera de lo cultural y vo de eso que creemos el ingenioso. La agucientífico.
deza liviana, la frase. el pronto con aire Aquello demostraba entre otras cosas, el cómico o gracioso requiere como decimos quien desconocimiento en que la mayoría de la gen lo acate y en ocasiones hasta quien lo mime.
RÓMULO TOVAR en 93812 SO Magnolia Ave.
Los Angeles California.
También se desean corresponsales en materias jurídicas latinoamericanas en los países del Continente y se ofrecen informes sobre asuntos de esa índole.
Maestras de México Por Carmen VILCHIS BAZ (En Rep. Amer. Alejadas, pese a los rumores, de toda agitación política, las trabajadoras de la enseñanza en la República Mexicana, se forman, ejercen, enferman y mueren, casi en el olvido.
Inician la práctica de su profesión, a tem prana edad. Cuando los años florecen en la mujer, física y espiritualmente. Cuando se pera de la vida todo aquello que los demás consideran inalcanzable.
El impetu juvenil, exacerbado por la vo.
cación y el instinto maternal, arrastra a las jóvenes maestras hacia la realización de un ideal.
Salen de las aulas con la cabeza llena de teorlas y el corazón de sueños. y su primer paso fuera de ellas puede llamarse sin temor al énfasis, el primero hacia un camino de martirio. Por qué? ello podrían respo tos conocen el magisterio, cuantos han militado en él con verdadera vocación y vivido sus problemas.
Es así como las jóvenes maestras empiezan en la lucha tremenda por conseguir empleo, con un nombramiento oficial, e ingresar al apostolado de la enseñanza.
Cada año es posible encontrar parvadas de nuevos maestros en los corredores de la Secretaría del ramo, mirando con ansiedad las listas de los que han sido designados. La selección hecha, justa y todo, no basta a resolver el enorme problema de los graduados.
Se colocan inmediatamente aquellos que han obtenido altos promedios de calificaciones er su carrera profesional y se atiende, para proceder con justicia, hasta las mínimas fracciones decimales, a fin de proporcionar la compensación inmediata a quienes más la mere.
te, amargados e irónicos, buenos y malos com pañeros, como en todos los centros de trabajo.
Pero hay algo característico, algo que sólo puede encontrarse en ellos, que sólo se comprende cuando pasan los años.
La vida de la maestra es casi triste. Cuan.
do tiene compromisos y obligaciones, su situación se hace casi insostenible; cuando no, y vive sola, adquieren su vida y su persona modalidades únicas. fuerza de dar a los niños todo el sen timiento y la energía física (encontrando en ellos raras veces gratitud y comprensión) se van quedando exhaustas; y atadas siempre a un sueldo mínimo, acaban por resignarse a la mediocridad absoluta.
Las maestras de primaria, cuando no siguen estudios de post graduados. se apagan a través de los años, casi inútilmente. Su vida social es raquítica, su medio cultural sufre el abandono de los demagogos gremiales, del desgaste, de la desesperanza.
Los años llegan siempre con caras nuevas.
con miradas infantiles ávidas de saber. Para las maestras Iqué ardua es la tarea, qué difí.
ci! hacer nacer en la propia alma, brotes nuevos. Cuando los años han pasado, lamentan el sacrificio del amor a su vida; de los mejores años, de los ideales: contemplan su miseria y dejan que el dolor de vivir haga lo demás.
En todo esto debería encontrarse reconocimiento y gratitud para las que, siendo maes.
tras por vocación, llevan su cruz hasta el fin.
Ellas han vivido más que otras mujeres; tal vez han amado más, pero no tienen cosecha.
Han dado tanto o más de sí mismas, que algunas que sólo tuvieron que formar unos cuantos niños.
Su maternidad espiritual no alcanza monumentos. Cada período escolar pierden no uno sino muchos hijos, de esos que, al correr los años son por su ingratitud, intelectualmente hablando, los hijos de nadie.
Así se consuman sus vidas en el anoni.
mato.
cen.
cuanAun así, son muchos los que quedan fue.
ra. Los que no consiguen una plaza oficial al año siguiente de su graduación. Tienen que esperar los interinatos, las renuncias, los ceses si los hay.
Cuando han conseguido su nombramiento llegan a los grupos llenos de esperanza. Em piezan su trabajo con tesón, con cariñoso in terés.
Sin embargo.
La lucha en el gremio magisterial es dura.
Los maestros de primaria son, generalmen Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica