REPERTORIO AMERICANO 137 Elogio del Dr. Hipólito Unanue Por el Dr. SOLON NUÑEZ (En Rep. Amer. Palabras dichas en noviembre de 1927.
El Dr. Núñez habló entonces en nombre de los Delegados a la Octava Conferencia Sanitaria reunida en Lima por esos días.
Señor Presidente de la República, ciosas. Este libro llamó poderosamente Señores Ministros, Señores Delegados, la atención de los extranjeros sorprendiSeñores: dos de que el Perú produjera una obra que no tenia precedentes en HispanoEs en representación de las DelegaAmérica, ni en la Península. Comentaciones de América a la Octava Conferenrios etiológicos y epidemiológicos hav cia Sanitaria, que tengo el alto honor de allí, que no disuenan con los actuales llevar la palabra en este acto de iniguaconocimientos.
lable solemnidad.
Sus ideas acerca de la Medicina Social La América. orlada de negro, juntas son proféticas; y su alma debió flotar las manos, eleva al cielo su oración de ayer orgullosa y placentera en el amamor y de dolor en memoria del Grande biente de una de las sesiones del CongreHombre cuyos restos trasladamos ahora so Médico, cuando siguiendo la huella de al recinto de los Dioses.
un médico ilustre deudo suyo, todo vida y todo entusiasmo, proclamábamos Bien decía Pasteur que la ciencia y Dr. José Hipólito Unanue como parte de la Higiene Pública y cola verdad no tienen patria o que su pamo función inaludible del Estado, la tria es el mundo, pero que sus abanderaatención de las instituciones dichas de dos, si la tienen. La Nación Peruana se declaración de principios de tal valor caridad. En efecto, en la Constitución siente orgullosa, con justicia, de ser el científico, filosófico y de buen decir, que del año 1823, el Doctor Unanue hizo que vientre que alumbrara, el 13 de Agosto lo mismo puede llevarlo a su cátedra cose consignara el principio de la asistende 1775 a Hipólito Unanue, todo ver mo ejemplo para los estudiantes el pro cia social dirigida por el Estado.
dad y todo ciencia.
fesor de antropología, o el de ciencias soSorprende cómo en aquella época de ciales o el de literatura. De esta fecha El Doctor Unanue espigó en todos los misticismo; de conventos y congregaciocampos del saber con una pericia y una parte la enseñanza nacional de la anatones, cuando los hospitales exponentes devoción que asombran; y al ofrendar mía, que no es ya un recuento de hueexclusivos de la piedad eran edificios las mejores gavillas de sus ricos producsos fotografiados, sino una ciencia bá pesados de largos corredores fríos, oscuttos a la patria, esparció, sin sospecharlo, sica que abre nuevos rumbos a la meros y olientes a humedad; de silencio de las simientes en la América toda.
dicina y a la Cirugía, tumba sólo interrumpido por los ayes El pensamiento que desde 1872 aguijo de los moribundos, y el rezo de las reliAlgunos pueblos señalados por el dedo de Dios han tenido el privilegio de enneaba el espíritu del Doctor Unanue giosas, y el chocar de las cuentas del rocristalizó al fin en 1808 con la fundación sario al deslizarse entre los dedos, pugendrar hombres que no sólo han ilumidel Colegio de Medicina y Cirugía de nado el camino a sus contemporáneos, diera pensarse que esas instituciones tieSan Fernando, que tan decisiva y salu nen otras finalidades que las que le sesino que, espíritus videntes, han explodable influencia debía ejercer en la cul ñalan las bellísimas Obras de Misericorrado e luminado el porvenir. El Doctor tura médica de su patria y cuya solemne dia.
Unanue giró sus ideas a más de cien inauguración en 1911 fue presidida por el años vista.
Hay párrafos en su discurso que son Marqués de la Concordia, Virrey del Pe bellos resúmenes de Moral Médica. Los Imposible sería, esbozar siquiera, la rú, don Fernando Abascal y por el Doe profesionales tienen todo derecho a exiobra intensa con que el Doctor Unanue tor Unanue. Razón ha tenido la Acade gir de la sociedad en que se mueven enriqueció las ciencias y la literatura. mia de Medicina al guardar en capilla simpatía y respeto; pero para merecerMas. a qué conduciría empeño tal si ardiente los restos de quien fue el más los, deben hacerse acreedores por sus ella vive en todas conciencias con carac. ardiente guardián de sus prestigios. virtudes a tales distinciones. El prestiteres de eternidad. Baste decir que el La intensa y sabia obra del Procer, gio que no tiene por base la moral, es Dr. Unanue, en vida, fue compensado toma caracteres de leyenda cuando se re un prestigio desleznable y transitorio.
con los más altos honores y dignidades: trotrae el pensamiento a algo más de Juzgó con criterio de actualidad las fuMédico Honorario de su Majestad Fer siglo y medio y se piensa en la organiza nestas consecuencias de la práctica ilegal nando VII; Protomédico del Perú; Prición conservadora, estática de las Un de la Medicina; no se trata al impediria mer Presidente del Congreso Constitu versidades de la época; en el escaso in e defender los intereses personalísimos yente; Ministro de Estado; Presidente tercambio cientifico con otros países; en del profesional, sino de proteger a la sodel Consejo de Gobierno; Benemérito la modestísima producción nacional y ciedad contra la explotación y agravade la Patria en Grado Sumo. y des especialmente en el achatamiento de to ción de sus males entretenidos por la pués de su muerte, con los títulos de Pada inquietud de superación ante el pe ignorancia.
19 dre de la Medicina Peruana y Padre de so sagrado del ideal libertario que, como En su carta al Doctor García Moreno, la Patria.
un sol, oscurecía todo otro pensamiento su maestro, escancia todas las exquisiteEn 1797, abre sus puertas el Anfitea Su libro El Clima de Lima y su In ces de su corazón: es un himno a la gratro de Anatomía. El discurso inaugural fluencia en los Seres Organizados es titud; es un himno a ese precioso sentide su fundador, Doctor Unanue, es una una serie de observaciones eruditas, acu. iniento que a la hora de ahora pierde co. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica