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306 REPERTORIO AMERICANO Una semblanza y la maravillosa elegía que figura en Cantos de Vida y Esperanza, son la constancia de su gratitud, para quien, además del mérito del servicio, tenía a sus ojos el de ser también un alto poeta.
Las disposiciones de Santos Zelaya relativas a Rubén Darío, no alcanzan la je.
rarquía de favores. El consulado de Nicaragua en París, la representación diplomatica en España y la secretaría de la delegación nicaragüense a la Conferencia Panamericana de Río Janeiro en 1906, todo hecho sin comprensión, por gestiones amigas y dejando al poeta en las condiciones que fueran más hirientes, no merecen gratitud de quien sacó al país de la anonimia internacional con la magia de su nombre. Pero el poeta bueno y candoroso, se siente honrado cuando al extendersele esos nombramientos era su Gobierno quien se honraba sí mismo. Zelaya en este caso es el rey burgués de Azul y Rubén el poeta que da vueltas al manubrio de la caja de música.
Estrada Cabrera, el tirano ilustrado y sagaz, cogió al poeta en sus redadas cuando señalado ya por la implacable celosa. a la hora crepuscular de su vida, llegó enfermo a Nueva York. La intercesión del viejo poeta don Joaquín Méndez y de Máximo Soto Hall hizo llegar al poeta a Guatemala, donde Estrada Cabrera gastó larguezas mecénicas con él. La reacción fué la exul.
tación de Palas Athenea con la asqueante incrustación del nombre del tirano en el poema, y un soneto a doña Joaquina de Estrada, madre del sombrío Calígula de La Palma.
El sentimiento de gratitud tan entrañado en el corazón de Rubén Darío, es la causa única de las zalemas líricas que hizo ante el solio de esos dictadores. Viene a la memoria también el nombre del general Bartolomé Mitre, pero nada en este caso es repugnante en las estrofas que le dedicó en su muerte, por ser aquel varón doblemente prócer en las gestas del civismo y de las letras.
en nuestra humilde pobreza, nombre de Menéndez bañado en luz y de fuegos del alma francesa, Carlos Ezeta chorreando oprobio.
rayos del noventa y tres.
Omitimos intencionalmente las prosas y versos en que la nota cívica sólo es inciY siente ardores de girondino por la dental, y para terminar con las consagraunión centroamericana. Entonces ya no es dos a motivos centroamericanos, mencioel liberal leonés obligadamente enemigo de naremos la prosa hímnica de la crónica de Granada. Por el vínculo con el alma jere. la inauguración del monumento a Juan Sanciana se ha remontado al ideal morazánico tamaría, el muchacho heroico que pasó a y escribe una larga oda a la unión centro la historia abrasado por las llamas de gloamericana, que dedica a Justo Rufino Ba ria con que desalojó a los filibusteros del rrios. En el apólogo El Organillo, el vate mesón de Rivas.
adolescente prevé que la locura de Jerez Trascendamos los límites del patriotismo será la locura de mañana: regional, porque fuera de ellos encontraremos magnificado al poeta civil. Allí oreSepartistas: ufana mos cantar a las patrias y a la patria conla risa podéis soltar.
tinental. Son los ritmos que fué dejando a mas sabed: aquel cantar será el verbo de mañana.
su paso de rapsoda por las tierras que el Ande unifica; pero son también los acentos Ese cantar es el de unión que han enmás íntimos de su vocación americana.
tonado los grandes de Centroamérica, homVienen a la memoria el Apóstrofe a México, bres de pluma, de tribuna y de armas. patria de héroes y de vates. un escultórico soneto a Colombia, el país que tiene un Olimpo divino, sus canciones y en donde se oye: La hora de servicois cívicos de Rubén Darío a la causa de la unión nacional debe ser registrada para incorporar con justiBoyacá y sus tambores inmortales cia su nombre al de los trabajadores de la y el santuario y sus épicos clarines.
gran aspiración. En 1889, siendo ya el joven maestro de las nuevas generaciones li.
Otro soneto a Montevideo, a la que dice: terarias de América que tienen a Azul coTus bravos héroes la historia acata, mo su breviario de estética, Rubén está en fervientes lirios dieron loores El Salvador, Gobierna allí un varón prea los centauros y a los pastores, claro, el general Francisco Menéndez, uniocuyas proezas recuerda el Plata.
nista de la estructura de Cabañas y Jerez.
Es característica de los gobernantes unioA Bolivia dice ternezas de quien siente nistas, los puros naturalmente, trabajar por algo como una nostalgia ancestral de aila unión aun con todas las probabilidades mará, y a la República Dominicana ofrece de perder el poder en el empeño sublime.
versos que forman espirales acariciadoras.
El general Menéndez se entregó a la obra ningún país de América dejó de conde la reconstrucción patria, y Rubén fué sagrar Rubén Darío algo en su omnia.
el verbo de la campaña nacionalista. No barcante amor; así al Brasil maravilloso o han sido reproducidos los artículos del diaa Cuba, cuna, altar, palestra y cátedra de rio La Unión, pero es bien conocido un Martí. Mención subrayada hay que hacer canto, digno por supuesto, de que resuene del Canto épico a las glorias de Chile, en en la conciencia de los pueblos: que el joven épico por propia tendencia y Unión para que cesen las tempestades, por la norma del sublime maestro griego, para que venga el tiempo de las verdades; destaca la grandeza de sus héroes sin mengua de los adversarios. No está empequepara que en paz coloquen los vencedores sus espadas brillantes sobre las flores, ñecido Grau porque Prat resplandezca granpara que todos seamos francos amigos, dioso en su épica gloria.
y florezcan sus oros los rubios trigos; que entonces, de los altos espíritus en pos, será como arco iris la voluntad de Dios. Prat. He aqui la cumbre he aquí la sacra lumbre La traición de los Ezetas malogró la no inmortal, la epopeya en el abismo, ble empresa de Menéndez. Rubén salió in el valor soberano.
mediatamente para Guatemala escribió Leyenda de heroísmo La Historia Negra. Como en una página sobre el hondo océano.
de Tácito, está allí el crimen narrado, el Prat, resplandece, impera.
Implacable y soberbio, tuvo el soplo sagrado. él entonces los trémulos bordones de la lira, y el himno que el escoplo arranca de los mármoles y bronce.
Empezamos por el reverso y ya es hora de mostrar el anverso de la página cívica de Rubén Darío.
En ella encontramos un círculo que se ensancha desde el patriotismo local hasta el amor universal. Rubén creció hasta su adolescencia en Nicaragua donde las pasiones, sean de odio o amor, política o religión, son como hornallas volcánicas. El poeta niño recibió el bautismo del liberalismo ideológico de Máximo Jerez, y se nutre de savia montalvina, así el Montalvo de Los Siete Tratados, como el del Mercurial eclesiástico y el del ariete de las Catilinarias. través de sus versos de entonces se descubre al lector de la filosofía positiva y de la historia de la revolución francesa, material de cultura preferida por los estudiosos leoneses del 80.
Recojamos algunos títulos del pequeño patriota nicaragüense: Soneta civico, Canción patriótica, los liberales, e Himno de Guerra. De este modo canta en sonoras décimas a Máximo Jerez, a quien apostrofa así: Jerez, deja que te vea!
Pensador agigantado, semidiós transfigurado en el Tabor de tu idea!
Tu nombre patrio amor crea; porque tu nombre, Jerez, infunde con altivez La dramática vida de RUBÉN DARÍO EDELBERTO TORRES Guatemala Centroamérica Precio 15. 00 Con el autor: Protector y amigo de Rubén fué el general Bartolomé Mitre, el varón continental que tuvo las palmas del vencedor, la corona del poeta y la gloria del estadista.
Mitre, por recomendación de otro grande del pensamiento, don Victorino Lastarria, incorporó a Rubén a la redacción de La Nación, el periódico que desde 1893 hasta 1915 fué su taller de trabajo. Siempre movido por la gratitud como por el aliento de la musa, Darío envolvió el cadáver de Mitre en el impalpable sudario de dos cantos, la Oda a Mitre e In Memoriam, que a gran muerto dan grato calor en la inmortalidad.
Callejón Escuintlilla, Guatemala, Con el Rep. Amer. Correos, Letra X, San José, Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica