REPERTORIO AMERICANO 21 UNUT!
QUÉ HORA ES do. Era su voz la de crepitantes cirios; sus mar. Aún hoy el olor de un tinte con que emisarios, los fríos agentes de pompas fú volvimos negros los zapatos me retrae al nebres; su tarjeta de visita una mariposa asfixiante orbe de rezos, cirios, llantos, negra asomada de otros mundos con sus a toda esa cauda de lutos ceremoniosos grandes alas y su patética belleza. Hasta y gentes simples que en vez de palabras la oscura ropa de visitantes y la fragan vigoros 19 hurden más a los deudos en el cia de las primeras coronas olían a eso: oscuro pozo donde han caído.
a muerte. No digamos el vibrátil, apaga si la familia ha quedado en las cuaFlorentino Castro do murmullo de los rezos.
tro esquinas sin herencias metálicasApenas amanecía cuando tuve que an ni seguros, ni parientes potentados, pro.
Soto dar con mi hermano las calles como liferan los consejos en voz baja y los cón.
sonámbulo. Diligencias también mortuo claves a puerta cerrada, de uno de los rias. Las macizas puertas de los templos cuales iba a ir a dar a una academia miDr.
eran abiertas por sacristanes medio dor. litar. Algún ángel caritativo interpuso sus midos Carlos Manuel la frescura de toques matinales generosas alas para que ello no suce.
se adhería a mi angustia con obstinado diera.
Fernández impetu. Hasta el tranquilo discurtir de un Mi madre, cuya cuna distinguida no le panadero trepado en vetusto vehículo, quitó valor ante la vida, se enfrentó a los anunciándose con golpes de trompeta, hechos. Sorteó dificultades entregada al me parecía nuevo. Como todos los ane. trabajo fecundo que huelló sus manos.
gados en algún trance fatal pensaba si a Siempre fiel al recuerdo, al ideario de los madrugadores viandantes les habría quien había sido para ella no sólo com Esta es la columna miliaria del Rep.
pasado algo parecido: la muerte repen pañero, sino un poco maestro. Años des Amer. En ella inscribimos los nombres tina de un ser amado. Estaba, ante las pués pudo ver satisfecha a varios de sus de los suscritores que por años de años, primeras luces de aquel lejano domingo hijos con títulos profesionales y hasta su hasta el final de sus días, le dieron su de julio, en el umbral del más amargo por mí añorado rincón de México deseo apoyo. Ricos de espíritu fueron!
de los días, del más tristemente inolvida enviar, en la luctuosa efemérides, una ble.
cálida, filial palabra de reconocimiento. media mañana volví de nuevo a la Lo demás todos lo saben. Mi padre romper si la dignidad o la verdad de la recámara. Habían volado los libros apila sentó plaza en Guatemala y la cátedra, patria lo requerían.
dos en inmortal desorden, los instrumenel periódico, la tribuna, los amigos, los Se fué quedando acá, imantado por tos de Física con que se daba a diarios exmenesterosos, algo recibieron de él. Ha una tierra bruja, ancha de puro hospitalaria, bella como pocas. hace ya cuaperimentos, el hermoso escritorio donde bía venido desterrado cuando el repugnante Victoriano Huerta asesinó al gran por las tardes solía escribir, siempre a matro lustros que reposa entre muchos de no. De todo lo que había venido rodeanMadero y ni un sólo día olvidó a su, a sus coetáneos, mezclado amorosamente dolo en los últimos años sólo quedaba nuestro México. Lo llevaba entrañable. con la espléndida tierra de Guatemala.
una solitaria herradura prendida en la mente consigo y jamás dejó lanza por Nueva Guatemala, 1953.
pared, esas oxidadas herraduras que en otra era abundaban a mitad de calles empe.
dradas. Mi padre simpre las recogía ignoro por qué. Tal vez por aquello de que acarrean buena suerte, misterio atractivo Lecturas para maestros: Nuevos he.
para su incorregible, vicioso optimismo.
chos, nuevas ideas, sugestiones, incitaMe acerqué al ataúd y ví su rostro por ciones, perspectivas y rumbos, noticias, última vez. No entendía no podía entenrevisiones, antipedagogía.
der qué obtusa relación había entre la alegría de la vida y la miseria desolada de Cartas al maestro la muerte; qué absurda transfiguración paralizaba tanta energía, tanta bondad. Algo de la suprema armonía cósmica, de la Sobre Literatura Infantil inefable música pitagórica había cesado si el ser amado de ayer, el hombre recio Por ANTONIORROBLES lleno de compasión humana, amigo de los humildes, gambusino de la verdad. En Maestro Mexicano, México, Diciembre de 1954. era hoy otro ser distinto, inmóvil, ajeno, distante de la tierra años luz. todo MI AMIGO MAESTRO una nueva moral al servicio de la nueva acaecido sin aviso, alevemente. ni la educación, o viceversa.
No pienses que estas cartas van a ener más leve hendedura por donde espiar el por objeto desarrollar un estudio histórico misterio de aquel súbito sueño, el paso POLIEDRO LITERARIO del cuento infantil, una enumeración de de la frontera inasible.
cuentos en que se comenten sus méritos Con irónica y atrevida frase puede casi Mi rebeldía ante el despojo del padre literarios; no. Acaso sean muchos los niños afirmarse que los cuentos infantiles se han querido y admirado la conciencia que conocen más cuentos gae yo, además inventado antes que los niños. Es porque cruel de futura orfandad cuando hacia de que se los han hecho repetir diversas Adán y Eva se contaran cuentos de niños más falta su presencia se sublevaban veces por sus padres o abuelos, para sentir en el paraíso, antes de que naciesen sus ante simples lamentaciones caidas a mi la caricia del relato una y mil veces más pequeños? No. Más bien porque la mayoría alrededor, o ante palmaditas de consue Estas consideraciones metro y aligo, de los cuentos refiriéronse antes a los adul.
lo, o frases hechas y dichas con sacramen no van a decirnos de medo terminante si tos: y sólo cuando éstos fueron despretal rutina. Desde entonces comprendía los cuentos son buenos o malos. Ese sí o ciando a los dragones, a las hadas, a los que a la muerte hay que recibirla con ese no contundentes están bier para las príncipes y a las misteriosas metamorfoamoroso respeto como a una impos votaciones en una Cámara de Diputados, sis, han pasado a los niños. hay otra tergable salvación o con la más justa o para decir si ha sido o no gol el tiro de razón: la de que al niño casi se le ha emde las rabias. Sin embargo nos inducen a un futbolista. Pero eso no nos puede valer pezado a considerar, globalmente no me lo otro, a la resignación pacífica, impo para los cuentos infantiles, en este momen refiero al hogar, pongamos que desde el tente, actitud que saca lágrimas canden to en que se trata de incluirlos en la edu siglo XIX; cuando llevaban los autores tes en los ojos y estrangula de dolor las cación pues siempre tienen algo de valer veinticinco siglos escribiendo lo que desgargantas.
que los ha sostenido volando siglo tras si. pués ha pasado a la infancia.
Toda la miriada de detalles de ese re glo, pero que también traen monstruosida Mi misión va a ser fiscalizar a grandes moto 16 de julio me quedaron indele des que hay que cortar; por manera que rasgos, y quizá un poco en desorden, algo bles, marcados como escudos que se ha hemos de estudiar en cada uno de sus deta de lo que han producido esos veinticinco cen, a costa de sangre, los hombres de lles, para sacar de ellos el comentario de siglos, como si cada cuento fuese un polie. OX11. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica