TotalitarismVíctor Raúl Haya de la TorreWorld War

REPERTORIO AMERICANO 199 por la rranza, VIII. Investigación sobre las perse rosidad para todos. La paz que enseñacuciones constantes e implacables, que no ron Juárez, Sáenz Peña, Lincoln, Calvo, por motivos políticos se ejercen contra Drago, Gondra. La paz que ha pedido los más ilusirados representativos del siempre el México Revolucionario; paz pensamiento en nuestros países. En este de hombres libres, por la que hoy lucaso se encuentran los casos de Haya de chan, junto con sus pueblos, Estensoro, la Torre, el Dr. Palacios, Marinello, Al Ibáñez, Arbenz, Arévalo, Frugoni, Sobizu Campos, Eduardo Santos, y demás carrás, y en suma, todos los indolatinos caudillos liberales colorabianos, Rómulo que merecen fraternalmente este nomGallegos, el ex Presidente Betancourt, bre, tal como fue reconocido Carlos Prestes en el Brasil, y muchos Constitución que en 1917 auspicio para otros. Por qué los caminos de la libre México el gran civilista Venustiano CaAmérica han de estar, como los de la antigua Cartago, con esa cerca de leo Nobilísima tradición de luchas por la nes crucificados?
libertad tiene América Latina. Cada una Muy oportuna sería en Caracas una de sus Repúblicas debe respetar csa hesesión de silencio, de examen de con rencia bolivariana. La Conferencia de ciencia, para ahondar en el abismo que Caracas no podrá ser una acción de grasepara a la actual América, de aquélla cias al garrote y al dólar. Hay ya mucha por la cual lucharon Bolívar, Hidalgo, sangre de por medio, para que las veinJefferson, Barbosa, Higgins, San Mar. te Repúblicas retornen así, villanamente, tín, Morazán, Martí.
al coloniaje. Ojalá nos reserve admiraNaturalmente, la Conferencia de Ca bles sorpresas la Conferencia de Caracas: racas, formada en su doscientos la afirmación de que las veinte Repúbliciento por naciones débiles, sin ambi cas siguen siendo bolivarianas y libres ciones ni atómicas, y en constante peli Con un cordialísimo saludo y mis de gro, ha de lanzar al mundo un llamado seos de prosperidad para usted. Afmo.
de Paz. Este llamado ha de ser a la Paz suyo de América, es decir, la paz con justicia, Humberto Tejera con humanidad, con fraternidad y gene México, 1954.
poι Fisonomía de América Por José Castro (En Rep. Amer. La Conferencia Interamericana de Ca gre se sale de la alfombra y vocifera, que racas, que se ha clausurado tras el estudio era su tono habitual de voz: y aprobación de las consiguientes reco. Esas son imbecilidades. La culpa es mendaciones, nos ha dejado tras de sí un de ustedes. Parbleu! Viven demasiado de acervo de grandes enseñanzas. En primer Europa y de América del Norte. Qué les término, nos ha demostrado, en forma que podemos enseñar nosotros. Aspiran a no deja lugar a dudas, que la América, que les enseñemos el arte de la guerra. nuestra América, que decía Martí, debe se. Hagan revoluciones. Son más lindas más guir sola su camino e irse preocupando por espontáneas. Háganse sudamericanos de la integración de una fisonomía propia. una vez! No imiten. Civilicen lo que ya Una leve advertencia inicial dice tienen. Cuántos tesoros hay dentro de us.
Daniel Cossío Villegas en un enjundioso tedes mismos! No recurran a civilizaciones ensayo de Cuadernos Americanos. no de segunda mano. De la mezcla de razas se trata de toda la América, sino de la saquen radjum. Usen y abusen del dere nuestra, de esta que a veces llamamos Amé cho de tener veinte años. Cuando yo era rica Latina y otras Iberoamérica o América muchacho buscaba con deleite pueblos nue Hispánica. Se usa aquí el nombre irrestric vos.
to por mera comodidad.
Dichas hace un cuarto de siglo, las pa Escribo este comentario sin amor, y labras de El Tigre no han perdido vigen.
sin odio. Como deben hacerse las cosas: cia: háganse americanos de una vez. Na objetivamente. lo escribo desde este pa. imiten. Nosotros no podemos ofrecerles ni raninfo del Caribe que es la maravillosa enseñarles nada. Nada más que el arte de ciudad de la Habana, en la isla de Cuba, la guerra. Para que América tenga su fiso escala de todas las Indias y crucero de las nomía propia debe desatenderse de Euro civilizaciones de todo el mundo. en mo pa y de los Estados Unidos del Norte. Amé mentos en que aún se escuchan las reso rica debe seguir su camino, en busca de su nancias de la Conferencia de Caracas y el meta, sin andaderas de nadie. Tenemos de avión que lleva al ilustre desterrado Haya recho a hacer nuestras revoluciones sin de la Torre vuela desde Panamá a Ciudad pedirle permiso a los poderosos. Somos México.
pueblos jóvenes y ambiciosos en busca de Cuando Juan José de Soiza Reilly en. nuestro centro de gravedad.
trevistó en París en abril de 1929 a aquel Tenemos grandes problemas que debe sembrador de ideas contra el viento que mos resolver nosotros mismos, sin la ayu.
se llamó Georges ClemenceauEl Tigre da de nadie. la magnitud de los mismos se cruzaron entre el gran combatiente fran: es de tal naturaleza que no alcanzaríamog cés, adversario de Foch, y el notable cro siquiera a enumerarlos en un artículo de nista sudamericano, estas frases: periódico. Pero necesitamos estudiarlos con Habla Clemenceau. Tienen ustedes sentido de responsabilidad y de dignidad muchos hombres de talento. Lástima que para poder ser más americanos como que yo no sepa leer en español. Se imita por ría el gran combatiente francés de la Pri.
allá todavía a Víctor Hubo, a Samain, a mera Guerra Mundial.
Anatole France. En primer término, nuestros gobernan. cuando el escritor argentino se queja tes deben perder el miedo de gobernar por del desconocimiento que algunos intelec sí mismos. Deben actuar en beneficio de tuales europeos tienen de América, El Ti. sus pueblos sin pedirle permiso a nadie.
Sin ver si lastiman a nadie, como nadie ve si nos lastima a nosotros cuando se trata de erigir su propia grandeza. no seguir el ejemplo de aquel despreciable sargen.
tón centroamericano que dijo cierta vez a un periodista: En política internacional nosotros siempre esperamos que actúe el gobierno de los Estados Unidos para ac tuar después nosotros en consonancia con el Departamento de Estado.
En la Conferencia de Caracas se trataron los asuntos que daban sustancia al cal.
do gordo de los poderosos intereses. Pero no se resolvieron los candentes problemas de América, de nuestra América. Porque esos nos interesan a nosotros. cuando dejemos de ser bobos o serviles, los resol.
veremos por nosotros mismos en la segu ridad que nadie vendrá a ayudarnos, por más que otros en muchas ocasiones quie.
ren que les saquemos del fuego las casta.
ñas.
El problema de las colonias y territorios dependientes cercena los sueños de Simón Bolívar y de Jos; Martí, dos padres de la patria americana. Este fue soslayado en la Conferencia de Caracas porque no se pueden lesionar las grandes potencias im.
perialistas ultramarinas, amigas de las otras grandes potencias orientadoras de las manadas de corderos. seguimos con la vergüenza porque no de otra manera puede llamarse de las Guayanas, el dolor de Be.
lice, el atraso de Jamaica, y de las Indias Occidentales todas.
Se atacó duramente el totalitarismo de izquierda y se olvidó lamentablemente el rudo y peligroso totalitarismo de derecha.
Porque el ilustre caudillo Ferrolano, Francisco Franco, es capaz de entregar toda la Península para bases aéreas y navales y en ese caso no hay que disgustarlo. se dejaron intactos los sistemas totalitarios de caudillejos criollos, siempre atentos y se.
guros servidores de los grandes intereses.
Es tiempo que América ocupe su sitio en el banquete del mundo. que nuestra América resuelva por sí misma sus propios destinos. Sabemos si nos interesa o no una incitación bélica en la que nada saldremos ganando y sí perdiendo mucho. Qué ganaron los pueblos latinoamericanos con la Segunda Guerra Mundial? menos que nosotros seamos unos tontos, vemos en ellos la misma miseria, el mismo atraso, la misma pobreza, la misma explotación, y los mismos cabecillas indígenas entronizados con la bendición de los dirigentes de la política mundial.
El hecho de que un país sea pequeño no está reñido con el que tenga mucho coraje, dignidad y decoro. el de mantener su independencia de criterio no significa agresión a nadie. Al contrario: lo que significa es no dejarse agredir en sus dere.
chos.
Este es un agudo complejo que desde hace mucho tiempo viene deteniendo el progreso de nuestra América. Necesitamos, para borrarlo, guiarnos por nosotros mis.
mos, como el niño que soltado a merced de las olas se dio cuenta que sabía nadar y defenderse perfectamente, pero nunca le habían dejado la oportunidad de probarse. porque la pequeña ayuda que recibimos nos cuesta tan cara y quieren cobrarla con cosas que están fuera del co.
mercio de los hombres, y porque la única manera de ser es la de orientarnos y dirigirnos a nosotros mismos, estamos en el imperativo de tomar el timón de nuestros destinos en nuestras propias manos.
La Habana. Abril, 1954. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica