Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 143 (Viene de la pág. 135. Esto les cuento Escribe Juan José CARAZO (En el Rep. Amer. TRENZABA LAS CUERDAS. PARA FORJAR EL PUENTE Pienso en dos hombres: El que ya reposa en tan larga labor: Don Roberto, y el que continúa trenzando la cuerda. que forjará el Puente: Don Joaquín García Monge. Para ellos.
tes a cultivar la tierra. Establecer el impuesto sobre terrenos incultos. Lo que produzca la tierra lo que produzca la industria, luego de colmadas las necesidades internas a precios que no escandalicen al consumidor, los excedentes serán para la exportación. En tal forma, el ingreso de la moneda extranjera ayudará a abaratar la vida interna y, desde luego, no habrá necesidad de empréstitos y la banca de cada país trabajará con absoluta holgura.
Acostumbrados como estamos a que todo nos venga de fuera, hemos descuidado la tierra en que vivimos, tierra gloriosa de un Continente aún virgen que nos rodea ubérrima y pidiendo a gritos la mano para desbordarse en proficuas cosechas.
Claman las clases menesterosas mientras los pocos potentados se dedican a uno o dos determinados cultivos, a una que otra industria: los cultivos del café y del banano en algunos países, por ejemplo; la industria azucarera y la tabacalera, pero nada más. Los demás motivos en la agricultura y en la industria para llenar actividades de exportación no ocupan su atención, salvo contadas excepciones. La anemia, en tanto, resultado de la desnutrición, hace su agosto en las clases menesterosas que carecen de los medios suficientes para ganarse la vida que les ofrecen los que pueden ofrecerla; o del todo no consiguen el artículo de primera necesidad que necesitan para calmar el hambre de sus hijos.
El espíritu de empresa es perentorio en las clases pudientes a fin de ensanchar actividades en la agricultura y en la industria. Que el pueblo menesteroso sepa que sin mayores dificultades puede hacerle frente a la vida porque le sobran medios para orientarse y desenvolverse en un plano de amplias facilidades prácticas dentro de las cuales ni él ni los suyos caracerán de nada. Esos hermosos resultados de positivo bienestar para todas las clases, se obtendrán si se busca el sentido de lo que es la economía como producto del mayor desenvolvimiento de la agricultura y de la industria con medios científicos, orientados los criterios bajo el rigor de una disciplina de sólida cultura. No que sólo unos vean. Que todos comprendan, que todos vean y analicen dentro de la realidad, sin obstáculos, sin trabas. Que lo que las clases pudientes estimen bueno para ellas sea el estímulo de todo lo bueno que han hecho las clases que menos pueden. Estas clases serán, en cierto modo, las guardadoras de las otras, de las que pueden: las guardadoras y controladoras de esas clases que son menos.
Sentado, era quietud agotadora. el anciano aquel desde años, puede que desde siglos.
sin segundo de reposo. algo hacía.
Mi curiosidad juvenil me acercó y pude yer cosas inexplicables, misteriosas, desconcertantes: El se llevaba la mano a la cabeza, de blancura de nube limpia, algo desprendía de ella y lo lanzaba al espacio infinito.
Mis ojos nada podían ver. mas él tendía la mirada y sondeaba las profundidades. Había alegría en su cara. pero yo nada veía.
Así estuve largos días. años, hasta que me atreví a preguntar. Qué hace usted que nada veo?
Mirada de Paz y de Justicia había en sus ojos al posarlos en mí y dijo: Estoy trenzando las cuerdas para forjar el Puente.
No comprendo. repuse.
Entonces me tomó de un brazo y me colocó en su puesto: Labora tú, que eres joven, bello e idealista. yo debo reposar.
Con tu diestra saca de la mente la mejor idea, extrae del corazón el más puro anhelo y. lánzalo al infinito.
Así lo hice, desconfiado. y miré.
Vi salir entonces como un hilo de luz, y otro y otro y miles que volaban sin parar, brillantes, puros, divinos. de todos los rumbos pude entonces verlos ir. y allá en la lejanía se unían. forjaban las cuerdas del Puente.
Entonces. era verdad que en todas partes hombres viejos y jóvenes, mujeres bellas y ancianas. estaban en la sagrada labor de trenzar los hilos, que formarían las cuerdas que un día. nadie sabe cuál, forjarían ese Puente. Cuál Puente. pregunté al viejecito. pero al buscarlo apenas pude ver un punto en la lejanía. el tiempo que en quietud agotadora, vuela, lo llevaba ya tan lejos. en un pasado casi ignoto.
Escuché la propia voz de mi ser y comprendi: Desde los albores de la conciencia el Hombre busca el ideal.
Cada uno, como aquel anciano, como yo, como tú. saca de su mente la que considera su idea cumbre. y la lanza al infinito; busca en su corazón su ideal. y lo lanza al infinito y esos hilos de verdad y de justicia, van a formar un día, en siglos aún no iniciados, ni siquiera existentes en la profundidad del infinito, ese Puente que hará al hombre pasar de lo oscuro y doloroso, al mundo ideal de Justicia y Amor.
Es la función de la vida, es el destino ineludible. es nuestra cooperación a la obra infinita de la redención del Hombre.
Aquí estoy en mi lucha. alegre, confiado en espera del joven que ha de ocupar mi puesto. como un día lo hice. para que continúen los hilos su marcha a través del tiempo, del espacio. sin que nada pueda detener sul marcha. nada nadie porque las ideas son cosa tan fina que salen del cerebro y brotan del corazón. sin romper paredes y asimis mo se anidan en las almas de otros seres, germinan y florecen sin darse nadie cuenta, sin saber cómo, sin notar cuándo.
AMAS LA PAZ. TRABAJA POR ELLA Francisco VILLALOBOS ROJAS.
San José, Zapote, Costa Rica.
Era blanco. su blancura de nube o de au.
rora, lo hacía parecer como de espuma. La voz, cántico de fe y esperanza halagaba los oídos.
Estaba en todas partes y le seguí al campo de labranza, a la fábrica y la mina, al hogar humilde y a la casa del magnate. Estaba en todas partes y siempre hablaba, más que hablar, cantaba.
Al labrador un día así dijo. Amas la Paz. qué haces por ella, cuál es tu esfuerzo y tu sacrificio para conservarla? Ningu.
no. Te prestas a las maniobras de los malva.
dos que sólo anhelan la matanza para hacer en ella oro y más oro. Acrúa, hombre del campo: Cultiva lo útil, lo necesario, lo sano y con fuerza espiritual incontrastable. niégate a trabajar por la guerra que te arruina, que matará a tus hijos y que traerá el dolor a tu casa.
Niégate a colaborar con los malvados que saben despertar tus odios y pasiones para luego aplicarlos a tu mal y a sus fines. Vive la Paz Vívela a todas horas, sin vacilar y que tu voz, convertida en trueno, se escuche cuando los clarines de guerra intenten llamarte. Vive la paz.
Al hombre del taller, hablaba así: Amas la Paz. y tus manos se aplican a la fabrica ción de instrumentos de muerte y destrucción Amas la Paz. y trabajas para la guerra. Es eso justo. No comprendes, trabajador que das tu vida en el taller, que tienes en las manos la guerra. y la Paz?
Esa Paz blanca que amas. puede ser tu obra. si te niegas, como hombre consciente, como ciudadano de un Mundo que odia la guerra. a trabajar para ella. No hagas armas, sal del taller horrorizado cuando se intente construir un solo instrumento de muerte y si te acompañan los millones de compañeros.
la guerra morirá. Tú, obrero, la puedes matar.
No lo dudes un momento más. Trabaja para la Paz, que es tu amiga, que te dará alegría y disfrute de la vida. Si continúas en labor suicida. a quiénes podrás quejarte? Haces el mal y te lamentas de él. Comprendes. Pueden, acaso, los poderosos construir con sus propias manos los barcos guerreros, las bombas infames, los fusiles asesinos o los aviones que van luego a sembrar la muerte y el horror? No, no pueden. pero tú, obrero, les ayudas. para que luego, muy pronto. te asesinen a ti mismo.
Eres ciego, eres torpe y eres criminal. salía con la mirada fija en la lejanía.
caminaba. caminaba.
En el hogar humilde, do la mujer flaca y enferma, cuidaba a sus pobres hijos, que llevaban herencia de miseria, de dolor y desesperanza, así decía como oración de fe: Madre, que llorarás un día al saber la muerte de tu adorado hijo, allá en campos de batalla. la paz Si le interesa el Repertorio Americano pídale la suscrición a The American News Company, Inc.
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