66 REPERTORIO AMERICANO ACADEMIA DE MATEMATICA dirigida por RAFAEL ANGEL LLUBERE PROFESOR DE ESTADO Ahora, cuando un cable de Benitez me dio cuenta del fallecimiento sólo atiné a escribir veinte líneas de las que despierto ahora. Me han dicho que muchos quisieran conocer mi opinión sobre el poeta: apenas puedo todavía describir mi recuerdo del hombre.
mor Especialidad en la enseñanza moderna del Algebra, Geometría Significado de su lirica Trigonometría, Algebra Superior y Cálculo Infinitesimal ¿Qué significa Juan Ramón Jiménez Barrio Aranjuez Teléfono 3963 en la lírica del idioma? Es en la magnífica «Antología de Onis (1934, no que la iban a operar en un hospital de la de 1956) donde este significado como un niño al observatorio de los la Isla. Con su inagotable generosidad, altos (unos buenos 40 peldaños, em aparece con pristina claridad. De los Rosa acudió temprano a la clínica pinados) para verla partir. Abajo le leccionados, sólo dos reciben el honor numerosos y excelentes poetas ahí semientras yo me dirigía a mi clase. De esperaban todos sorprendidos y consvuelta, me contó las impresiones de ternados de la hazaña. El se dio cuende una sección especial: Rubén Darío Juan Ramón. Si mal no recuerdo, los ta entonces de su atrevimiento, y emy Juan Ramon Jiménez. Acertado pamédicos habían diagnosticado un tu pezó a acezar fatigosamente. No era corresponde la primacía (había nacido ralelo. Si bien es cierto que a Rubén a Zenobia. Sus dimensiones y un enfermo imaginario, pero, sí, un condición exigían operación inmedia enfermo con muchísima imaginación. cación de Juan Ramón, según se desen 1867, y fue determinante en la vota, y en el hospital especial de Massachussets, cerca de Harvard, donde La víspera de nuestra partida, ya prende del epistolario de ambos. le fueran operados, tardíamente, Pedro de vuelta Zenobia, sentenciada a dos o corresponde a Juan Ramón (nacido en Salinas y Amado Alonso. Juan Ratres años de vida, quiso Juan Ramón 1881, es decir, catorce años después. món, incapaz de resignarse y de dar llevarnos un ejemplar de «Platero y el haber retorcido el cuello a la elouna explicación prosaica, atribuía toyo. firmado por él, para corresponder cuencia, según el consejo verleniano, a las atenciones de Rosa. Ya nos ha y abierto la vía a un arte asordinado, do al clima. Aquí, en el trópico, todo bía obsequado con otros libros suyos de mediostonos, crepuscular y sutil, crece desmesuradamente: echa usted una semilla y se le vuelve enseguida autografiados. Llegó la hora de salir, inapto para la oratoria. Ya lo decía árbol; tiene usted una enfermedad, y después supimos que él lo había tira nasianismo, Machado y yo el simboi y no había llegado el libro. Dos años el poeta andaluz: Rubén trajo el parse le vuelve un mal terrible; este cli ma es siempre exagerado. No tardé do por la ventana, pero nadie sabe lismo. Cierto, pero sólo en parte. El quién lo recogió. Sería prodigioso que Rubén de «Cantos de vida y esperanen ir a visitarles. Juan Ramón estaba más reconcentrado que nunca. Supo el apresurado captor de aquella joya, za. 1905) había quebrado su amistad hoy más que nunca insustituible, leye con la grandilocuencia, aunque todaque yo me iba a Chile, de vacaciones, a operarme de cataratas. Me llamó la corazón. No lo espero.
ra estas líneas y sintiera tocado su vía conservase metálicos acentos en sus odas a ciertos personajes de la atención su interés por dictar mi curso vida real. Roosevelt, el Rey Oscar, sobre Modernismo. Me pareció estu Más tarde, en 1955, volvimos a más tarde Mitre. pendo. Después supe que en vísperas vernos, muy de paso. Zenobia no pode que Federico de Onis se incorpo día salir tanto ni manejar su auto.
Juan Ramón señalaba como inelurase al claustro puertorriqueño, en la Juan Ramón iba sintiéndose huérfano dible la impronta de Gustavo Adolfo misma cátedra, Juan Ramón había de día en día. Hablamos de un auto Bécquer, en su poesía. No del Bécdictado varias lecciones cuya teoría móvil a otro, pero ya no se reanuda quer usual, sino de ese otro Bécquer pugnaba con las de don Federico, que ron aquellas largas charlas de años secreto, de que con tanto acierto ha celebró con buen humor la intencio. pasados, en que, entre reticencias y escrito Enrique Peña Barrenecha en nada y brillantísima interferencia. medias palabras, celebrábamos seve un estudio no concluído aún según me ros procesos a los escritores de su parece. Bécquer, quizás el usual antes Zenobia tuvo que irse a Boston. tiempo y del mío. Recuerdo que me que el secreto, preside los primeros Juan Ramón, replegado de pena, se expuso su plan de coleccionar toda su pasos de la poesía de Darío, según se sentía morir, a causa de su herido coobra, pero empezando por la producve en «Abrojos, y aún en «Azul razón. Los médicos le tenían prohibición más reciente y terminando por (1888. Más, de seguro, Jiménez redo correr y subir escaleras. Llegó la la más antigua. Hubo una breve re cogió ese no bien explicado mensaje mañana en que partía el avión de Ze ferencia al episodio de Georgina Hub becqueriano, que puebla la poesía de nobia. Al regreso del aeropuerto de ner. Fué muy de soslayo, y sentí que seres fantásticos y huye de la rima Isl. Grande, mi mujer me trajo un a Juan Ramón le escocia aún la irrecomo de un feo estribillo.
reveladorísimo chisme del poeta. Ha. flexiva crueldad de aquel grupo de esbía ido éste hasta el lugar de partida critores jóvenes peruanos, que le hizo La obra toda de Juan Ramón cumllevando un clavel, sólo un clavel, a objeto de tan impensada befa. Llegó ple con las apenas pespuntadas indiZenobia. cuando ella traspuso la a pensar que todos los peruanos éra caciones del sevillano padre de las puerta que da al campo, él, sin acor mos para Juan Ramón, un poco cóm. Rimas. Fué y es una poesía de madarse del corazón ni de nada, corrió plices del amargo caso.
tices y esguinces. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica