332 REPERTORIO AMERICANO nuevos ritmos en cielos apoteósicos y se cubren de azul las nebulosas.
vibra al amor tu corazón que es uno como hijo de oro en diapasón profundo.
Amasado en las cumbres y en los vientos fauno celeste en vértigos rebacioseres cual Prometeo sin cadenas, ángel de luz, constelación de espacios.
Eleva el alma unísona su canto, y se rigen los mundos soberanos cuando cual pompas de ilusión nos forjan soplos ignotos en divinas manos.
En mares tempestuosos, al incendio de mástiles sombríos, invencible como la estatua del vigor te veo, hierro y piedra al dolor, inasequible.
Fuga en la cuerda tensa del abismo, al galope de fuerzas planetarias: en árbol de cristal, pájaro, brisa, eco y rumor de playas solitarias.
Cuando al ritmo sin fin del universo se armonizan las notas de tu canto, y surge desde el alma hasta la muerte la misma nota en el cristal del llanto!
Si herido en rebelión como los dioses, brotarán de tus venas fabulosas sin embargo, frágil y liviano, en mi regazo te adormece el mundo: CACERIA DE LUZ En desprendido amor, sin límites ni espacio, sin voluntad llevada en vago esparcimiento te acogen mis sentires en sus más hondas minas y así, presa en mí misma, deviniendo te encuentro.
La luz como gacela temerosa y ligera en la fugacidad de tonos espectrales, en un rincón del monte va a ocultar su carrera, en el azul hundiendo sus cascos siderales.
Hay voces en la tarde, rumor de cacerías que llenan el crepúsculo de cantares en coro.
Diana, la cazadora, pasa con sus jaurías y lanza en el confín de luz su flecha de oro.
No hay distancia ni número y es inmutable el tiempo en que llevo sutiles percepciones remotas y en extática lengua mi corazón te invoca, mirando más allá de lo que ven mis ojos en lo que es el perfume siendo a la par la rosa!
La cazadora olímpica de los blancos certeros. con sandalias de viento y en rastros de luceros Va a recoger del monte la gacela que hiere.
Prisionera del Ser, me crece la tristeza. filosófica amiga, sensible a todo roce, como en cristales finos su transparencia atisbo al ir multiplicando mis angustias en goces. el halo luminoso que agoniza en sus brazos, va tiñendo de sangre sonora los ocasos, hasta que entre las sombras desvanecida muere!
Quintaesencia de espíritu, dualidad de las cosas, en esenciales formas de luz y de materia, galopa en el suspiro mi soledad ansiosa, en sed indefinida de lo que no se alcanza y en llegando a ti se alquitara y concentra.
EN UNIDAD DE TIEMPO (Tone extático)
Me embriaga el ansia plena de volar a tu lado.
Soy pájaro del viento de un claro son ligero, que en rumbos de tu pecho de nido en primavera me liberto en el éxtasis, sin espacio ni tiempo.
En ardoroso impulso de turbulentos mares levo el ancla pesada sin rumbo ni ribera. es un amargo grito de concertado acento éste en que voy llenando mi sed ensombrecida: la sed en que me siento prisionera del aire, del aire en que se nutre mi amor en carne viva.
En nieve de tu ausencia me enturbia la tristeza y en riscos de zozobra y en islas de tormenta me siento prisionera del propio pensamiento: quedó el instante mismo de tu fatal partida en la angustia presente, sin número e inmersa en mi amor unitario de luz y canto unísono, en tímida actitud de ensueño y en sigilo sintiendo en fría muerte girar mi solo anhelo!
Conmovida en el éxtasis recupero mis alas y me estremece el ansia de lo estelar y vago que en las aguas celestes del insondable espacio me va colmando el alma con sus círculos claros. siento que es el vértigo de tu amor en ausencia lo que me torna en árbol con raíces al cielo, que su copa invertida nutre con las sustancias minerales que bullen con subterráneo fuego, mientras por las raíces llamean nuevos frutos, y por los tallos mira crecer los vagos sueños!
En torno a mí la extensa divagación sin término, la indefinida tierra, la inconsistencia vaga, en una inesperanza sobre el azul tendida y en que a veces las lágrimas son angustia sellada!
ORIGEN TIEMPO Como una escarcha fina que se aferra a mi piel llevo en mí la nostalgia de aliento contenido, y en actitud de espera y en el sentir presente vivo y no vivo en playas de ensueños fugitivos.
Existes, existías y has existido siempre, bajo todos los climas y en esquinas de tiempo.
Esencia, ritmo, fuerza que anima el universo: Eras en el principio de las eternas cosas deífica presencia rectora de elementos.
En una edad de cielo de entrecerrados párpados hundo en la eternidad mi ardiente pensamiento: idensa agua de simientes que aprisionó por siempre mi velero enlunado fiel imagen del sueñoinmarcesible flor de una savia nutricia, resumen de fragancia femenil, aspirada por mi lámpara viva de integral florescencia, y es una llama al viento la flor de mi esperanza!
Del primigenio caos en devenir de siglos boreal, vaciado en hielos y sucesión de edades te presentí en los ecos y matices astrales: Vibrabas en las vagas melodías del mundo y era de luz tu carne de ritmos inefables.
Brotando en ala y canto va la ilusión callada al encontrar en claves todo el secreto incierto, secreto que tu nombre repite en claras letras de las constelaciones: tiempo y distancia abiertos donde te identificas con la luz inmedible en el instante mismo de suspirada ausencia.
Celeste línea, puente del universo al hombre, en un no ser lanzado sobre rumbos diversos; te envolvían espacios de fermentos morturios y en los vórtices lividos, erigido en tu Ego, eras radiante espada flagelando la muerte: Adánica substancia, germen de tierra y cielo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica